En 2015, el director ejecutivo de Chime, Chris Britt, estaba en la sala de reuniones de su oficina en San Francisco. Tenía que tomar una decisión clave. Su empresa, una firma bancaria que recién empezaba, se preparaba para lanzar una función que redondea las compras al dólar más cercano y transfiere automáticamente la diferencia a una cuenta de ahorros. Britt confiaba en que ese paso llevaría a Chime a ofrecer servicios más importantes, más allá de los sistemas de recompensas.
Pero había un problema: Bank of America amenazaba con demandarlos si salían con esa función, según contó Britt a Forbes.
El banco, con más de 120 años de historia, buscaba bloquear a la startup argumentando que tenía patentes similares. Así lo explicó Satya Patel, socio de la firma de capital de riesgo Homebrew, que había invertido un millón de dólares en aquella Chime que recién arrancaba.
Durante esa reunión, Patel le dio un consejo directo a Britt: "Hacelo igual". Y agregó: "No habría nada peor para una startup joven que ser demandada por Bank of America. Y que nosotros y ellos armáramos un revuelo al respecto".
Chime lanzó la función, que fue clave para el crecimiento de la startup en esos primeros años. Bank of America nunca presentó una demanda. El banco no respondió a una consulta para hacer comentarios. "Satya sabía cuándo meterse en nuestro negocio, cuándo empujarlo y cuándo correrse y dejarnos hacer lo nuestro", dijo Britt. "Es una línea muy fina", remarcó.
Esa decisión audaz ayuda a explicar por qué Patel aparece en el puesto número 13 del ranking Midas Seed de este año, la lista anual de Forbes que destaca a los principales inversores de capital de riesgo en etapas tempranas. Patel define su manera de invertir como una estrategia "de abajo hacia arriba": apostar por empresas de rubros "aburridos" como recursos humanos o banca, y potenciarlas con software de alta tecnología.
Entre sus apuestas más acertadas están Gusto, una plataforma de gestión de sueldos online valuada en US$ 9.600 millones; Headway, una app de salud mental que vale US$ 2.300 millones; y Plaid, que permite vincular apps con cuentas bancarias, y que Visa compró en 2020 por US$ 5.300 millones.
Ahora, Chime se prepara para salir a la bolsa. La empresa, valuada en US$ 25.000 millones, presentó su prospecto a principios de este mes. En 2024 facturó US$ 1.700 millones.
Varias de las inversiones de Patel crecieron gracias a su apoyo en las primeras etapas. En el caso de Shield, fabricante de drones valuado en US$ 5.000 millones, su mayor aporte fue ayudar a que la empresa avanzara más allá del arranque. "Satya, una y otra vez, se expuso, arriesgó su reputación para presentarnos a inversores de primer nivel", dijo el director ejecutivo Ryan Tseng. "Siempre sentí que me respaldaba", aclaró.
No todo fue sencillo. Uno de los drones de la empresa, el V-BAT, tuvo un accidente que terminó con un militar estadounidense con los dedos parcialmente amputados, según informó Forbes.
"Me permitió apreciar tempranamente la ciencia y lo que esta puede posibilitar, tanto lo positivo como lo potencialmente negativo", dijo Satya Patel, cofundador de Homebrew.
En temas de tecnología de defensa, Patel también tiene trayectoria. Su madre era banquera y su padre, ingeniero en Raytheon, trabajaba en un centro de pruebas nucleares. De chico, creció en un suburbio de Las Vegas, lejos del ruido del Strip, y sabía poco sobre el trabajo de su padre por las restricciones de su autorización de seguridad.
Recién pudo ver más de cerca a qué se dedicaba durante el verano posterior a su primer año en la Universidad de Pensilvania, cuando hizo una pasantía en Raytheon y trabajó en el mismo centro. "Me ayudó a apreciar tempranamente la ciencia y lo que la ciencia puede lograr, tanto lo positivo como lo potencialmente negativo", dijo Patel.
La carrera de Patel en el mundo emprendedor empezó poco después de que internet se volviera masiva. En 1997 aceptó un puesto en GeoCapital Partners, una firma fundada en 1984 con sede en Nueva York. Su tarea era llamar todo el día a fundadores, con la esperanza de encontrar al próximo Amazon o Netscape. Ese trabajo le enseñó el valor de salir a buscar talento, más allá de las pantallas.
"La mayoría de las empresas no tenía sitio web", recordó. "Creo que me suscribí a 200 empresas para poder encontrarlas. Recorrí salas de conferencias enteras", señaló.
Después de unos años en el mundo del capital de riesgo, en 2003 Patel se sumó a Google. Trabajó en el equipo de AdSense, una pieza central dentro del negocio publicitario de la compañía. Ocho años más tarde, pasó a Twitter como vicepresidente de producto. Sin embargo, se aburrió rápido. La empresa había frenado el desarrollo de productos mientras se preparaba para salir a la bolsa en 2012. Entonces, Patel decidió volver al capital de riesgo, su terreno original.
Mientras trabajaba en Google, Patel conoció a Hunter Walk, gerente de producto y parte del equipo fundador de Linden Lab, la empresa detrás de Second Life. Los dos entraron al gigante tecnológico el mismo año y, según Walk, vivían a apenas un metro o un metro y medio de distancia. Se hicieron amigos enseguida y, en 2013, fundaron Homebrew, luego de dejar atrás las grandes tecnológicas.
Llamaron así a la firma en homenaje al Homebrew Computer Club, un grupo de fanáticos de la computación de los años '60 y '70 que se reunía en Menlo Park, California. De ese club salieron figuras como Steve Jobs y Steve Wozniak, de Apple. Homebrew entrega cheques iniciales que van de US$ 1 millón a US$ 3 millones. Los dos siguen tan unidos que, cuando viajan, suelen compartir habitación. "Ahora son nuestras camas las que están a una distancia de entre un metro y un metro y medio", afirmó Walk.
Mientras Walk se hizo conocido como líder de producto e inversor gracias a su actividad en Twitter (antes de que pasara a llamarse X), la presencia de Patel en redes sociales es casi nula. Esa diferencia también se refleja en su manera de invertir.
Patel suele ser el socio más callado, el que lanza verdades filosas sin adornos ni vueltas. Walk, en cambio, se define como un narrador. "En las reuniones, le digo: 'Satya, voy a tomarme cinco minutos que no tenemos para dar esta respuesta. ¿Podés darme la mejor respuesta en 30 segundos?'".
Además de Homebrew, Patel cofundó Screendoor, un fondo que apoya a gestores de capital de riesgo primerizos. Lo hizo junto a Walk y otros inversores, como Aileen Lee de Cowboy Ventures y Rob Hayes de First Round Capital.
La meta es acompañar a quienes, según Screendoor, pueden sumar ideas y miradas nuevas al mundo del capital de riesgo. El compromiso del fondo es poner al menos el 10 % del capital cuando esos gestores salgan a levantar su primer fondo.
Para Britt, que lo definió como uno de los mejores —si no el mejor— inversores semilla del mundo, la mayor fortaleza de Patel está en su experiencia combinada como inversor y como ejecutivo de producto. Sabe equilibrar los detalles con la visión general.
"Entiende el rol de un inversor en etapa temprana", dijo. "A veces es más arte que ciencia", concluyó.
*Con información de Forbes US.