¿Te acordás de hace unos meses, cuando la movida de "comprar Europa" venía con todo? Bueno, si sos como yo, seguro te estás preguntando qué pasó con todo ese ruido. Ahora que la idea de "comprar productos estadounidenses" volvió a tomar impulso, los mercados europeos siguen allá arriba, bastante por encima de sus pares en Estados Unidos. Y eso representa un problema para cualquiera que todavía tenga una cartera demasiado cargada de activos europeos.
Por eso hoy vamos a repasar hacia dónde apunta el mercado (spoiler: Estados Unidos pisa fuerte otra vez). Además, vamos a meternos de lleno en tres fondos con exposición europea —dos de ellos son fondos cerrados que reparten dividendos de más del 10%—, aunque por ahora, te recomiendo dejarlos en pausa. Los titulares empujaron con fuerza la movida de "comprar Europa", pero las ganancias de las empresas no acompañaron.
El Financial Times fue uno de los tantos medios que celebraron el giro desde Estados Unidos hacia Europa durante la primavera. En ese momento, el entusiasmo se alimentó por los aranceles, la supuesta sobreexplotación de las acciones tecnológicas estadounidenses y el buen momento que atravesaban los mercados de EE.UU..
"Hay todo tipo de razones para querer a Europa, todo tipo de razones para odiar a Estados Unidos", dijo la colaboradora Katie Martin en un podcast del Financial Times del 25 de abril.
La estrategia de comprar acciones europeas venía funcionando en junio, cuando el FT volvió a destacar que "las empresas europeas de pequeña capitalización superan a sus rivales estadounidenses, ya que los inversores apuestan por una recuperación del crecimiento". Ojo con esa frase: "recuperación del crecimiento". La idea era que las acciones europeas pasaran medio desapercibidas, hasta que empezaran a levantar vuelo gracias a un repunte en sus beneficios. Pero eso no pasó. Las empresas europeas mostraron resultados flojos, y eso se ve claro en la tabla de más abajo (en un rato te doy más detalles).
Mientras tanto, en Estados Unidos, las empresas anotaron un aumento interanual del 9% en sus ganancias durante el segundo trimestre. Eso las dejó muy por encima del mejor sector europeo, que fue el financiero.
Y si comparamos al sector más fuerte de EE.UU. —servicios de comunicación, donde están gigantes como Alphabet (GOOGL), Meta Platforms (META) y Netflix (NFLX)— con sus pares en Europa, la diferencia salta a la vista. El gráfico de más abajo lo deja claro.
Como se ve arriba a la izquierda, el crecimiento del 40,7% en las ganancias del sector estadounidense deja muy atrás a lo que pueden mostrar incluso las mejores empresas europeas. Al mismo tiempo, las firmas europeas de tecnología y telecomunicaciones, si se las suma, ni siquiera logran superar un crecimiento promedio del 1%.
¿Dónde deja esto a los mercados europeos? Bueno, simplemente no reflejan esta realidad.
Con el índice de referencia S&P 500, representado por el SPDR S&P 500 ETF Trust (SPY) —en violeta, arriba— bastante por debajo del Vanguard European Stock Index Fund (VGK) —en naranja— al momento de escribir esta nota, nuestro análisis de las ganancias muestra algo claro: las acciones europeas están sobrecompradas.
Eso convierte al VGK en un fondo que conviene evitar por ahora. De todos modos, en CEF Insider no apuntamos tanto a los ETF. Así que vamos a mirar dos fondos cerrados (CEF) que podrían enfrentar una presión parecida.
Esto no quiere decir que sean malos fondos, para nada. Pero hoy no es el mejor momento para entrar, ya que tienen una presencia fuerte en activos europeos, y eso probablemente les juegue en contra en los próximos meses.
El primero es un buen ejemplo de un fondo que me gustó en el pasado y que seguramente vuelva a considerar más adelante: el abrdn Global Infrastructure Income Fund (ASGI). Este fondo reparte un dividendo alto, del 11,8%, y lo mantuvo estable. Incluso lo aumentó recientemente (aunque eso depende de cómo el equipo de gestión evalúe el mercado y de otros factores).
Además, el fondo no tiene un perfil netamente europeo; de hecho, el 55% de su cartera está en acciones estadounidenses, con participaciones clave en empresas del sector infraestructura, como Norfolk Southern Corp. (NSC) y NextEra Energy (NEE). Aun así, mantiene un 22% de exposición a acciones de Europa continental, más otro 2,6% en el Reino Unido. Ese porcentaje ya alcanza para tirar abajo el rendimiento del fondo en cuanto las acciones europeas vuelvan a niveles más razonables. A eso se suma la valuación elevada del ASGI.
El fondo aprovechó el entusiasmo por los activos del exterior, lo que provocó que su descuento sobre el valor liquidativo (NAV) —que en 2025 promediaba el 12%— se esfumara. Si se da una corrección en el mercado europeo, lo más probable es que ASGI vuelva a operar con descuento, y eso implique una baja en el precio de sus acciones.
El segundo y último fondo cerrado (CEF) que hay que tener en el radar por estos días es el PIMCO Income Strategy II Fund (PFN). Este fondo de bonos corporativos entrega una rentabilidad del 11,5% y viene manteniendo su dividendo estable desde la pandemia de 2021.
Ahora bien, al momento de escribir esto, PFN cotiza con una prima del 5,6% sobre su valor liquidativo (NAV). Si bien tiene cerca del 77% de su cartera en activos de Estados Unidos, las asignaciones por país muestran una presencia europea: Francia (3,2%), España (3%) y Alemania (2,4%), además de Brasil (2,5%), que hoy enfrenta aranceles altos por parte del gobierno de EE.UU.
Son participaciones relativamente chicas, pero si le sumamos la prima actual de PFN, aparece un riesgo claro de caída. Tanto el valor liquidativo del fondo como su precio de mercado podrían sufrir si se produce una corrección fuerte en Europa. Y si baja el NAV, también podría verse comprometido el dividendo que reparte PFN.
Entonces, ¿qué nos dejan estos tres fondos? La diversificación geográfica sigue siendo importante para cualquier cartera, pero la realidad es que las acciones europeas están en niveles que no reflejan su bajo crecimiento de ganancias. Es solo cuestión de tiempo hasta que eso se ajuste. Mientras tanto, conviene mirar hacia otros sectores o regiones que sí estén mostrando crecimiento real.
*Con información de Forbes US.