Hace poco me preguntaron qué busco en los fundadores a los que apoyo. Una heurística que encuentro especialmente valiosa es preguntarme: en otro mundo, ¿trabajaría para este fundador?

En este post, espero ayudarte no sólo a tomar mejores decisiones de inversión, sino también a tomar mejores decisiones de empleo en startups. Analicemos tres preguntas concretas que me parecen valiosas.

1. El impacto visionario: ¿Qué tan inspirado estoy por la visión del fundador?

La visión de un fundador es la estrella polar de una startup y obliga a inversores, empleados y clientes a creer en lo imposible y a esforzarse por hacerlo realidad.

Cuando evalúo a un fundador con la perspectiva de querer trabajar para él, busco esa chispa de inspiración: la audacia de sus ideas, la claridad de su previsión y la pasión de su discurso. Una visión convincente no se refiere únicamente al objetivo final, sino a la narrativa que tejen, a cómo ven que está cambiando el mundo y al papel de su startup en esa transformación. La visión debe ser lo suficientemente potente como para resonar a nivel personal, despertando en mí el deseo de formar parte de ese cambio.

Para las inversiones que hago, busco una profunda inspiración en esa visión. Esto también es un indicador de que el fundador será capaz de contratar a los mejores talentos para llevar esta visión a la realidad, reunir capital y, en última instancia, tener éxito.

2. El arte de la ejecución: ¿Creo en el estilo de gestión y la capacidad de ejecución del fundador?

Mi segunda pregunta se centra en el estilo de gestión y la capacidad de ejecución de los fundadores. Una cosa es soñar a lo grande y otra es hacerlo realidad.

Responder a esta pregunta requiere una reflexión multidimensional: ¿Querría yo trabajar para este equipo? ¿Será capaz el fundador de gestionar la adversidad y ayudar a su equipo a superarla? ¿Cuál es su proceso de toma de decisiones? ¿Se escuchará la voz de todos? ¿Está dispuesto a aceptar comentarios (y a recibir asesoramiento)? ¿Se comunican eficazmente tanto hacia arriba como hacia abajo? ¿Con qué rapidez toman decisiones? ¿Con qué rapidez cambian de opinión y qué firmeza tienen sus convicciones? (esto es válido en ambos sentidos)

En última instancia, la capacidad de la nueva empresa para lanzar un producto y ampliar sus operaciones dependerá de esta dinámica. Si mi respuesta a esta pregunta es afirmativa, me ayudará a predecir la capacidad del fundador para ejecutar el plan de negocio y, sobre todo, para mantener al equipo contento y satisfecho mientras lo hace.

3. La inversión de tiempo: ¿Invertiría mi recurso más preciado?

Los inversores de capital riesgo tienen una cartera de startups. Los empleados sólo tienen una apuesta (a la vez). La pregunta final y, para mí, el listón más alto es si invertiría mi recurso más preciado: el tiempo, en ayudar a este fundador a hacer realidad su visión.

Un empleado que se une a una startup está haciendo una gran apuesta: un periodo de tiempo en su carrera. Significa creer en su visión y su misión como si fueran las mías propias.

Esta pregunta me obliga a preguntarme: ¿me sentiría orgulloso de haber participado en lo que están construyendo? ¿Creo en el problema que están resolviendo lo suficiente como para dedicarle años de mi vida?

Esta introspección va más allá de la diligencia debida profesional; refleja valores y propósitos compartidos. Por supuesto, esta lente también combina muchas cuestiones importantes a la vez: el potencial de crecimiento de la empresa, la importancia del problema que resuelve, la dinámica del equipo. Como los empleados tienen una cartera de uno, la vara está especialmente alta acá.

Como inversor, estas no son, por supuesto, las únicas preguntas que me hago. En Fluent Ventures, la empresa en la que trabajo, nuestra estrategia es el arbitraje geográfico, donde invertimos en modelos de negocio globales probados en todo el mundo. Pero, si reflexiono sobre estas preguntas, muchos de los grandes fundadores con los que tuve el privilegio de trabajar en la última década puntuaron muy alto en estas dimensiones.

¿Qué otras preguntas harías?

*Con información de Forbes US