La pandemia fue un golpe durísimo para la ecuatoriana Hunter, especializada en el rastreo y recuperación de vehículos robados. No solo que el volumen de negocio se redujo, sino que la empresa perdió a quien fuera su principal piloto durante sus 28 años de existencia, Alex Ripalda Burgos, quien falleció, aunque no a causa del Covid-19. Lejos de perder la brújula, los ejecutivos que lo acompañaron vieron que era la hora de reinventarse. El guayaquileño Guido Jalil asumió las riendas dejadas por su suegro. Su plan: convertir a la empresa, hoy binacional por su operación también en Perú, en una multilatina en el 2022.
Si se va, vuelve. Si se va, vuelve. El popular comercial de antaño parece aplicarse a la medida en Hunter tras la pandemia.
En efecto. La pandemia hizo que nos reinventemos, nos repensemos. Salimos al mercado nuevamente, pese al duro golpe, también, de mi suegro, quien fuera el pionero en el país en traer el sistema de rastreo y recuperación de vehículos robados denominado Hunter, bajo licencia internacional de LoJack. Él abrió las operaciones el 3 de abril de 1994 en Guayaquil bajo el nombre de Carro Seguro (Carseg). Han pasado 28 años. Pero el mundo cambió, ya no somos una compañía volcada a vehículos, sino que son las personas y los activos en general nuestra nueva visión. El tiempo de estar guardados nos sirvió para entender que nuestro negocio ya no es solo custodiar y monitorear vehículos, nos estamos abriendo hacia lo que es el internet de las cosas, lo que tiene que ver con el control monitoreo y cuidado de personas y de activos, entre ellos los autos como uno más.
¿A qué se refiere específicamente?
Con la nueva plataforma podemos desarrollar muchas facilidades como el reconocimiento facial; seguimiento en el despacho de mercadería; controles de acceso y de aforo a los establecimientos u oficinas, es decir, podemos saber cuántas personas están en un local, si está suficientemente sanitizado el ambiente, etc.; entrada, salida y recorrido de la fuerza de ventas, si están visitando a los clientes que te convienen; monitoreo de los guardianes, las rondas; seguimiento en el encendido y apagado del bombeo en las camaroneras. En definitiva, otro modelo de negocio.
¿Desde cuándo reformularon su línea de negocio?
Desde que empezó la pandemia. Hemos venido aprendiendo y ya estamos saliendo al mercado. De hecho, acabamos de cerrar en Piura, Perú, nuestro primer negocio avícola. Nada que ver con lo que hacíamos antes. Y hacia allá vamos, a proveerle de tranquilidad a los clientes con un control de su personal y de sus activos.
¿Qué porcentaje es aún autos dentro de este cambio?
Todavía es un 90% autos y un 10% personas y otros activos. Sin embargo, como sucedió cuando pasamos de recuperación de vehículos con LoJack a GPS, que en tres años le dimos la vuelta, creemos que en ese tiempo invertiremos esa relación de porcentaje. ¿Por qué? Porque cerrar un negocio para monitorear 200 autos es mucho más difícil que uno de grupos de personas de 600 o 1.000.
¿Cómo está estructurada Hunter ahora?
Tenemos operaciones en Ecuador y Perú, con 650 colaboradores. Tenemos 80.000 clientes en Ecuador y la misma cantidad en Perú. Soy el Director Ejecutivo. Nuestra meta es pasar de ser una compañía binacional a una multilatina en el 2022. Analizamos oportunidades en Colombia, México y Panamá. El compromiso con el Directorio de la compañía es que al menos uno de estos países se concrete el próximo año y, en el mediano plazo, tengamos presencia en cinco países en total.
¿Y en inversiones previstas?
Nuestro objetivo es comprar pequeñas compañías para agrandarnos en el mercado. Tenemos en carpeta la adquisición de dos, en Panamá y Colombia, empresas de tecnología, internet de las cosas y monitoreo. Queremos que la empresa perdure en el tiempo, que trascienda. Que de aquí a 25 años sigamos siendo un árbol que dé cobijo a muchas familias y que aporte seguridad y tranquilidad a la sociedad. Tenemos metas próximas ambiciosas: un crecimiento de nuestro personal, certificarnos como un Best Place to Work, en los próximos 15 meses y lograr las certificaciones ISO y de huella de carbono. Con la ayuda de Dios estamos recuperando y hasta superando los niveles de negocio de antes de la pandemia, por lo que vemos con mucho optimismo el futuro.
Evidentemente, el mayor nivel de inseguridad ciudadana es una oportunidad para Hunter, por los robos.
Soy abuelo, tengo una nieta y me preocupa sobremanera lo que ocurre. Pero es necesario señalar que la pandemia pauperizó varios estratos de la sociedad y que esta inseguridad no solo se siente en el Ecuador sino desde EE.UU. hasta Chile. La pobreza desata la desesperación de la gente y aumentan los delitos. (I)