Lavomat, la empresa uruguaya fundada por el emprendedor Pablo Rouco y especializada en lavaderos autoservicio, tiene un plan para duplicar su operación en todo el país. Tras un crecimiento sostenido en su red de locales, la compañía proyecta abrir 14 nuevos lavaderos automáticos entre 2026 y mediados de 2027, un plan de expansión que implicará más de medio millón de dólares de inversión, entre maquinaria, obra civil y equipamiento.
La estrategia se ejecuta en un momento clave para la empresa, que hoy opera nueve locales y que recientemente obtuvo la certificación ISO 9001 y la incorporación de una segunda marca internacional de maquinaria industrial a su portafolio, lo que le permitirá diversificar riesgos y atender nuevos segmentos de mayor escala.
Plan de vuelo
El crecimiento de la demanda y los cambios en los hábitos de consumo posicionan al autoservicio como una solución práctica y llevaron a que Rouco pudiera diseñar un plan de expansión agresivo con la suma de 14 nuevos lavaderos en los próximos dos años, lo que totalizaría en 23 locales propios en operación.
Según explicó el emprendedor a Forbes Uruguay, cada local requiere una inversión que varía según su complejidad. Los más simples exigen de US$ 15.000 a US$ 20.000 en acondicionamiento, mientras que en shoppings o espacios con obras especiales la cifra puede escalar a US$ 60.000 US$ 70.000. El promedio ronda los US$ 40.000, a lo que se suma la maquinaria. Una torre de lavado y secado LG cuesta alrededor de US$ 4.500, mientras que los nuevos equipos industriales de la marca española (que la empresa representa de forma exclusiva) superan los US$ 10.000 por unidad.
Con estas cifras, la expansión de 14 locales implica un desembolso superior al medio millón de dólares, sin contar refuerzos de stock e importaciones adicionales.
La nueva marca catalana, cuya fábrica está en Barcelona, es líder global en maquinaria industrial para hoteles, hospitales y lavanderías de alto volumen. Lavomat recibirá el primer contenedor a fines de diciembre y abrirá sus primeros locales con esa tecnología en 2026. La apuesta es combinar ambas marcas en algunos puntos y ofrecer una experiencia de secado y lavado ultrarrápida: 18 minutos de lavado y 15 -18 minutos de secado.
De un contenedor a una red nacional
La historia de Lavomat comenzó en 2013, cuando Rouco importó su primer contenedor de 90 máquinas LG Commercial Laundry para instalar sistemas autoservicio en edificios. Durante varios años, el foco estuvo puesto en ese segmento, con venta, alquiler e instalación de equipos en complejos de vivienda, hoteles, restaurantes y centros de salud.
La empresa creció sobre los pilares de operación integral del servicio y desarrollo de tecnología propia. En 2016 comenzaron a diseñar su propio sistema de activación de máquinas, con hardware, software, lectores de tarjetas y pagos digitales. Para 2019 ya contaban con una plataforma en la nube, capaz de conectar y monitorear máquinas en tiempo real.
Con la infraestructura lista, Rouco avanzó hacia un segundo negocio, el de los lavaderos autoservicio abiertos al público. El primer local se inauguró en 2020 en Micenas Mall, tres meses más tarde llegó el de Plaza Italia y luego comenzaron a expandirse por shoppings y puntos estratégicos como Nuevocentro, Atlántico Shopping, Punta Shopping, tres locales en Punta del Este, uno en Minas y el más reciente en Tres Cruces. Hoy Lavomat gestiona cerca de 2.000 máquinas instaladas en todo el país.
Tecnología propia y un modelo de operación sin franquicias
A diferencia de lo que ocurre en otros mercados, Lavomat no franquicia sus locales. La empresa opera directamente cada punto de venta, con personal rotativo durante los primeros meses y un sistema técnico disponible 24 horas.
La clave de la operación es su plataforma tecnológica que incluye medios de pago integrados (QR de MercadoPago, recargas en web, tarjetas NFC, kioscos con efectivo y tarjetas), monitoreo de máquinas, facturación electrónica y administración centralizada. En edificios, el servicio se integra a los gastos comunes.
Todos los locales utilizan dosificadores automáticos de detergente y suavizante (Skip y Comfort), y las máquinas comerciales ofrecen ciclos de 45 minutos de lavado y 45 de secado, cada ciclo de lavado cuesta $ 210 y lo mismo cada ciclo de secado.
Rouco asegura que la facturación de la empresa crece entre 10% y 20% anual, empujada tanto por la venta de equipos como por el ecosistema de lavaderos autoservicio. El 80% de los ingresos proviene todavía del segmento de edificios y clientes comerciales, pero la red de locales propios es la línea con mayor potencial de escala.
El mercado uruguayo, asegura, tiene "mucho espacio para crecer" en los próximos cinco años. La combinación de edificios con espacios reducidos, turismo interno, teletrabajo y hábitos de consumo más flexibles abre oportunidades para el autoservicio, un modelo firme en otros países pero todavía en expansión en Uruguay.