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Metrofraternidad Quito - Ecuador
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La organización efectuará 2.200 consultas médicas de especialidad y más de 460 horas de quirófano en 2022. También retomará las brigadas médicas - clínicas quirúrgicas, que se suspendieron durante la pandemia. Este año aspira llegar a Galápagos.

23 Marzo de 2022 16.25

Uno de los miembros del Directorio del Grupo Conclina fue el mentalizador de la Fundación Metrofraternidad, cuando, un día, mientras se encontraba en la sala de emergencias del Hospital Metropolitano de Quito con su nieta, llegó, con el mismo mal, una pequeña con su familia, pero que no podía cancelar el valor de la consulta. Un año después, Metrofraternidad abrió sus puertas con el objetivo de atender a niños y adolescentes menores de 18 años de escasos recursos. Humana y Metro Red son parte de sus aliados estratégicos.

Los primeros años se enfocó en consulta externa y cirugías de baja y mediana complejidad. En 1999 se creó el primer centro médico de especialidades con diez consultorios. Ese año se atendieron 2.000 personas en consulta externa, en 2012 sumó 8.000. Un centenar de especialistas apoyan esta iniciativa, que en estos 36 años ha atendido a más de 170.000 pacientes y ha superado las 9.000 cirugías de alta y mediana complejidad, Aproximadamente 2.500 niños con trastornos oculares han recuperado la vista en su clínica de prevención de ceguera infantil y con su programa de brigadas médicas lleva servicios de salud a las zonas más vulnerables.

En 2020, la Fundación decidió focalizar sus servicios solo en cirugías de alta complejidad en menores de edad, tras visualizar que esa era la principal falencia en Ecuador. “La salud de especialidad pediátrica es muy baja en el sector público, por eso nos enfocamos en esa población desprotegida, que tiene muchos problemas a nivel de corazón, tumores cerebrales, huesos, órganos. Son cirugías que no la pueden hacer en el sector público porque se requiere médicos e infraestructura especializada y son muy costosas”, dice Juan Martín Muller, gerente de la Fundación.

En 2021, los 142 pacientes que se atendieron para cirugías de ese nivel obtuvieron un descuento inmediato de alrededor del 33 % en todo lo que el hospital Metropolitano les facturó en uso de quirófanos, UCI, habitaciones jeringuillas, gasas, guantes entre otros insumos, en comparación a lo que paga un paciente privado. El médico especialista y doctores como anestesiólogos, instrumentistas y otros asistentes no cobran, eso les representa aproximadamente otro 33 %. El 33 % restante lo cubre la fundación con sus aliados estratégicos. El enfermo o sus familiares pagan un 1 % o 2 %, aunque no es un condicionante. “La razón por la que les cobramos es por un tema de corresponsabilidad, para que se comprometan, porque sino no llegan a las citas o no cumplen los tratamientos. Hay veces que nos pagan US$40, nunca le llevamos al paciente a un extremo de tener que vender su vaca o acudir al chulco”.

Metrofraternidad trabaja en cinco especialidades médicas: cardiología, neurocirugía, traumatología, cirugía pediátrica y oftalmología. Se enfoca en casos de pacientes que presentan patologías complejas y que no han podido ser tratadas en otros centros de salud. Un comité médico es el encargado de valorar si una persona puede aplicar a estos servicios. El 98 % de los pacientes que se trata no cuenta con un ingreso superior al salario básico unificado o se encuentra en el sector informal. “No tratamos pacientes con enfermedades crónicas, es decir, vienen, se operan y se van sanos. Son cirugías resolutivas o definitivas. En caso de tumores malignos tenemos un convenio con Solca para las quimioterapias”.

La meta este 2022 es efectuar 208 cirugías de alta complejidad, de las cuales 100 serán para prevenir la ceguera infantil. El valor invertido alcanzará alrededor de US$1,4 millones, los descuentos del cuerpo médico y del hospital cubrirá US$1 millón y lo restante lo asumirá la fundación, con el apoyo de unas diez empresas. Para este objetivo se efectuarán 2.200 consultas médicas de especialidad y más de 460 horas de quirófano. También se retomarán las brigadas médicas - clínicas quirúrgicas que se suspendieron en la pandemia. Este año aspira llegar a Galápagos.

Muller ve con preocupación la situación de la salud pública infantil debido a la falta de médicos de especialidad pediátrica para problemas a nivel de corazón, órganos, tumores cerebrales y huesos. Comenta que de los 300.000 niños que nacen al año en Ecuador, 2.000 padecen cardiopatías congénitas, el 75 % de ellos va a requerir una cirugía de corazón antes de cumplir los cinco años y el 25 % no va a llegar ni al mes de vida si no son intervenidos de inmediato. “Nosotros hacemos 30 intervenciones al año. Cada cirugía vale entre US$10.000 y 15.000, de aquí a cinco años esperamos hacer por lo menos unas diez mensuales.”

Según la ONG “Save the Children”, 200 millones de niños menores de cinco años no reciben atención médica básica y casi diez millones mueren por enfermedades fácilmente tratables, es decir 26.000 cada día. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) Ecuador se ha convertido en el segundo país de Latinoamérica y el Caribe con mayor porcentaje de desnutrición crónica. Alrededor de 3,1 millones de niños en el país cayeron en pobreza multidimensional, es decir que enfrentan mayores privaciones en educación, salud, alimentación, vivienda, trabajo y protección social. De ellos, seis de cada diez viven en situación de pobreza multidimensional extrema. (I)

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