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Pfizer invierte US$ 4.900 millones para entrar al mercado farmacéutico más caliente

Renae Gregoire

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La farmacéutica estadounidense adquirió Metsera, una startup con terapias experimentales contra la obesidad, y apuesta a un nuevo tratamiento mensual que podría competir con los líderes actuales. El acuerdo incluye pagos adicionales sujetos a resultados clínicos.

3 Octubre de 2025 15.45

La compra de Metsera por parte de Pfizer, una firma biotecnológica en etapa clínica enfocada en desarrollar fármacos de nueva generación contra la obesidad, por US$ 4.900 millones en cash (es decir, con dinero disponible de forma directa, no mediante acciones ni otros activos), representa mucho más que un acuerdo de alto perfil dentro del movimiento constante de la industria farmacéutica. Esto marca un cambio estratégico: Pfizer busca afianzarse en el mercado de la obesidad, uno de los sectores con mayor potencial de crecimiento en la historia de la biofarmacéutica.

En qué consiste el acuerdo

Según los términos, Pfizer comprará Metsera por US$ 47,50 por acción en cash, lo que equivale a un valor empresarial de US$ 4.900 millones. Además, los accionistas podrían recibir US$ 22,50 adicionales por acción a través de un derecho de valor contingente (CVR), atado al cumplimiento de ciertos hitos clínicos y regulatorios.

El acuerdo le aporta a Pfizer cuatro programas clínicos diferenciados y una cartera de candidatos en etapa preclínica. El más avanzado es MET-097i, un agonista del receptor de GLP-1 de acción ultralarga, pionero en su clase, pensado para una aplicación mensual. También incluye MET-233i, un análogo de amilina inyectable de administración mensual; dos agonistas orales del receptor de GLP-1 que utilizan la plataforma de administración de péptidos de Metsera; y otros análogos de hormonas activadas por nutrientes.

Pfizer necesita un avance concreto en el desarrollo de medicamentos contra la obesidad. Sus intentos anteriores no prosperaron y dejaron a la compañía por detrás de Novo Nordisk y Eli Lilly, cuyas drogas exitosas, Wegovy y Zepbound, hoy lideran el mercado. La compra de Metsera aparece como una oportunidad para volver a competir en ese terreno.

Andrew Baum, director de estrategia e innovación de Pfizer, definió la decisión como algo más que una recuperación: "Creemos que la cartera [de Metsera] ofrece el potencial de remodelar el panorama del tratamiento, brindar productos innovadores a los pacientes y brindar retornos atractivos a nuestros accionistas".

La división de medicina interna de Pfizer perdió empuje en los últimos años, pero sus directivos ven en la obesidad una oportunidad para recuperar terreno. Analistas del sector estiman que el mercado global en este rubro podría superar los US$ 170.000 millones anuales en la próxima década. Si la compañía logra posicionarse con tratamientos de aplicación mensual, mejor tolerabilidad y producción a gran escala, podría capturar una porción importante de ese negocio.

Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer
Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer

El avance de Metsera: datos del MET-097i

Los últimos resultados de la fase 2b de Metsera podrían explicar la rapidez con la que se movió Pfizer. En su ensayo VESPER-1, MET-097i logró una pérdida de peso media —descontando el efecto placebo— de hasta 14,1 % tras 28 semanas con una dosis de 1,2 mg, con respuestas individuales que llegaron al 26,5 %. Además, no se observó una meseta en la pérdida de peso en la semana 36, lo que indica una posible continuidad del efecto.

La tolerabilidad también se destacó. Los datos provisionales del estudio VESPER-3, que evalúa la administración mensual, mostraron una tasa de diarrea similar a la del placebo y diferencias de riesgo relativamente bajas para náuseas (13 %) y vómitos (11 %). Solo 2,9 % de los pacientes del estudio VESPER-1 suspendieron el tratamiento por eventos adversos, una cifra mejor que la observada con semaglutida, donde las interrupciones llegaron al 4-5 % en los ensayos.

"Estos excelentes resultados confirman el potencial de MET-097i como el primer análogo de hormona estimulada por nutrientes de acción ultra prolongada y el mejor de su clase", dijo el Dr. Steve Marso, director de marketing de Metsera, al destacar "una eficacia competitiva con una escalabilidad, tolerabilidad y conveniencia líderes en su categoría".

El Dr. John Buse, Ph.D. y director del Centro de Atención de la Diabetes de la Universidad de Carolina del Norte, calificó el rendimiento del fármaco como "extraordinario" y agregó: "Para marcar la diferencia en el futuro tratamiento de la obesidad, un candidato debe cumplir o superar los ya altos estándares de eficacia y tolerabilidad establecidos por la tirzepatida. MET-097i es el primer análogo de NuSH en fase avanzada de desarrollo clínico que cumple con estos criterios".

Por qué MET-097i podría marcar una diferencia

El desarrollo de medicamentos contra la obesidad atraviesa un momento de fuerte crecimiento. Sin embargo, MET-097i presenta algunas características que podrían distinguirlo del resto:

  • Dosis mensual: A diferencia de la mayoría de los fármacos GLP-1 aprobados, que requieren aplicaciones semanales, MET-097i tiene una vida media ultralarga —de aproximadamente 18 días— que permite una dosificación mensual. Esta mayor comodidad podría mejorar la adherencia al tratamiento.
  • Diseño con sesgo total del receptor: A diferencia de los agonistas del receptor GLP-1 tradicionales, MET-097i fue diseñado con un "sesgo total del receptor", lo que le permite imitar efectos de pérdida de peso similares a los de los agonistas duales, sin necesidad de combinar múltiples péptidos.
  • Perfil de tolerabilidad: Los primeros datos muestran que provocaría menos efectos secundarios gastrointestinales en comparación con la semaglutida, uno de los principales desafíos de las terapias con GLP-1.
  • Escalabilidad: El fármaco fue diseñado con criterios de eficiencia en la fabricación, algo clave ante la alta demanda global de terapias GLP-1. Pfizer confía en que su capacidad industrial ayudará a resolver los actuales cuellos de botella en la producción.

La plataforma detrás de Metsera

La potencia de Metsera no está solo en MET-097i, sino también en las plataformas tecnológicas que lo hacen posible. Son tres las herramientas propias que respaldan su desarrollo:

  • MINT™: Una biblioteca de ingeniería de péptidos con unas 20.000 versiones de hormonas estimuladas por nutrientes. Esta variedad permite generar moléculas diferenciadas de forma ágil.
  • HALO™: Una tecnología que extiende la vida media de los péptidos, lo que permite que sigan activos durante más de dos semanas. Ese avance es clave para habilitar esquemas de dosificación mensual.
  • MOMENTUM™: Un sistema de administración oral que alcanza una biodisponibilidad cinco veces mayor que la de la semaglutida oral. Esto abre la puerta al desarrollo de tratamientos orales escalables con GLP-1.

Estas plataformas le dan a Pfizer margen de acción más allá de MET-097i: un análogo mensual de amilina (MET-233i), candidatos GLP-1 orales (MET-097o y MET-224o) y una versión profármaco de MET-097i pensada para dosificación trimestral (MET-815).

Whit Bernard, cofundador y director ejecutivo de Metsera, afirmó: "Nuestro equipo ha inventado y desarrollado múltiples medicamentos candidatos inyectables y orales y una plataforma de ingeniería de péptidos líder en su categoría, que juntos prometen un rendimiento líder en su clase en un sector importante de la salud de la población".

Pfizer
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Competencia y riesgos en juego

Pfizer entra en un mercado que no para de crecer. La semaglutida (Wegovy), de Novo Nordisk, y la tirzepatida (Zepbound), de Eli Lilly, ya se convirtieron en éxitos de ventas. Las proyecciones indican que, hacia fines de la década, las ventas combinadas de medicamentos contra la obesidad superarán los US$ 100.000 millones anuales. Lilly, además, trabaja en un triple agonista —la retatrutida— que en ensayos clínicos mostró una pérdida de peso aún mayor.

Para competir con éxito, Pfizer tendrá que demostrar que MET-097i no solo funciona, sino que también resulta más fácil de administrar, más seguro y más accesible. Analistas advierten que uno de los principales desafíos sigue siendo ampliar la oferta. La escasez de terapias GLP-1 ya generó frustración entre pacientes y aseguradoras.

Aunque los primeros datos de Metsera son prometedores, la prueba definitiva llegará con los resultados de la Fase 3. Pfizer planea iniciar los ensayos globales hacia fines de 2025.

Una apuesta más amplia

La adquisición no es solo una inversión en un producto en desarrollo, sino una señal clara de que Pfizer busca liderar el terreno de la medicina cardiometabólica. Así lo resumió Chris Boshoff, director científico de la compañía: "La adquisición propuesta de Metsera podría impulsarnos hacia una nueva era en Medicina Interna en Pfizer, integrándose a la perfección con nuestra estrategia, nuestra trayectoria y nuestras capacidades de primer nivel".

Con más de mil millones de personas con obesidad en todo el mundo, el potencial comercial es enorme, pero también lo es la urgencia sanitaria. Los tratamientos basados en GLP-1 ya están cambiando la manera en que se aborda esta condición, dejando atrás la idea de que alcanza con modificar hábitos y abriendo paso a un enfoque médico para tratar una enfermedad crónica.

Para Pfizer, el desafío será ejecutar bien su plan: avanzar con rapidez hacia la Fase 3 de MET-097i, escalar la producción y probar que los resultados se sostienen en la práctica clínica. Para los pacientes, la expectativa es aún mayor: acceder a un medicamento más seguro, de mayor duración y mejor tolerado, que pueda modificar el estándar actual de atención.

 

Con información de Forbes US.

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