Forbes Ecuador
Felipe Bernal
Nómades
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El colombiano Felipe Bernal, Gerente General de Pronobis, llegó hace siete años al país por una oportunidad laboral y no tiene planes de irse. Buscaba una ciudad donde vivir con su familia y encontró en Guayaquil esa oportunidad. Tiene 28 años en el sector inmobiliario.

20 Septiembre de 2023 15.25

Felipe Bernal es tan optimista y está tan enamorado de Ecuador que convence a cualquier ecuatoriano incrédulo de que tenemos un país maravilloso. Nacido en el eje cafetero de Colombia, tiene un 'hablado' paisa característico que se lo saca enseguida, ya que es parecido al que tiene Sebastián Yatra, aunque él no canta. Al Gerente General de Pronobis, una de las promotoras inmobiliarias más reconocidas del país, lo que le gusta es embarcarse con su familia en el vehículo y explorar el país. 

Llegó a Guayaquil en 2016, después de un amor a primera vista. “Lo lindo de la anécdota es que la primera que se enamoró de la ciudad fue mi esposa. Cuando llegamos me dije: 'Es igual a Cartagena', de donde es ella, clima caliente, agua por todos lados, gente amable, conversadora, a mi señora no hay cómo mantenerla callada, y obviamente se identificó con los guayaquileños”. La pareja llegó a conocer el Puerto Principal como parte de una propuesta laboral para trabajar en un gigante conglomerado ecuatoriano.

Sonríe recordando la anécdota, ya que así la familia decidió que era la ciudad en la que quería vivir. El Grupo Vilaseca lo trajo para que creara Inmovila, la división inmobiliaria en la que quería incursionar. “Me gustó la ciudad, me gustó el Grupo, su seriedad, su disciplina, con mucho talento, y creamos la empresa”. 

Luego, en 2021, Nobis Holdings Inversiones lo contrató para que liderara Pronobis, que ha desarrollado los proyectos inmobiliarios más emblemáticos de los últimos años en Guayaquil. A su cargo han estado importantes lanzamientos de la compañía que representan inversiones millonarias para el desarrollo del país, como lo fue Midtown Samborondón y Acqua Gardens, en Guayaquil.

Bernal tiene 54 años. Estudió Ingeniería Civil en la Universidad de Los Andes, en Bogotá, es Maestro en Estructuras y especialista en Finanzas, con un diplomado en Gerencia Estratégica. Tiene más de 28 años de experiencia en el sector inmobiliario, una actividad que le había apasionado desde joven y comenzó a hacer carrera desde coordinador de proyectos en una importante compañía en su país, y que se convirtió en su escuela. Posteriormente estuvo en otras empresas, en la última aprendió del segmento alto del negocio inmobiliario y de la hotelería. 

“Mi último tramo en Colombia, de seis años, fue una etapa linda de mi vida, fue cuando nacieron mis dos hijas, porque estuve casado varios años, pero no habían llegado ellas. Sin embargo, con el estrés de la ciudad, el smog de Bogotá, empecé a sentir que la compañía me estaba quitando tiempo para mi familia. Soy una persona de familia y para mí es lo más importante, y llegó el momento en que dijimos 'no más', no queremos este trajín, queremos una vida diferente”

Entonces, llamó a un amigo head hunter para que le propusieran un proyecto de vida diferente. Una de las condiciones fue que la ciudad no tuviera más de 3 millones de habitantes y que fuera agradable para estar en familia. “Y al corto tiempo me llamó y me dijo: 'Se la tengo, pero no en Colombia, sino en Ecuador, en la linda cuidad de Guayaquil, y lo quieren entrevistar'. Me fue muy bien y me invitaron a venir a conocer”.

Recogieron los tereques y se cambiaron a Ecuador. Durante algunos años mantuvieron propiedades en Colombia, pero luego decidieron radicarse en Ecuador. Ahora tienen casa propia en Guayaquil y no tienen planes de irse. Siete años después, Bernal se divierte contando que sus hijas tienen un acento indefinido y en ocasiones, sus amigas del país de origen les preguntan: ¿Daniela habla en guayaquileño o colombiano?. 

Cuando llegaron sus hijas eran unas niñas, ahora tienen 16 y 14 años. Y reconoce que en ocasiones no sabe “en qué hablan”. La conversación con Bernal se torna divertida cuando cuenta sus orígenes o su estadía en Guayaquil. “Yo vengo de una región paisa, que se llama eje cafetero, que lo integran Antioquia, Risaralda, Quindío y Caldas, y esos cuatro departamentos es donde se siembra el mejor café de Colombia, y tiene unas características en el hablado, un poco el seseo, y es lo que se ve en todas las telenovelas, un cantadito, de allá también son Maluma, Sebastián Yatra, paisas como yo”. 

Dice que no ha jurado la bandera, tiene cédula ecuatoriana, y quiere comenzar el trámite para también sufragar. “Tengo un dicho: no me gusta la gente que critica a los gobernantes y no votó. Entonces, quiero votar, tengo que haber votado para tener el derecho a decir me gusta o no el desempeño del gobernante”.

Después de tres años de haberle hecho mala cara al encebollado, porque no le gustaba “su aspecto”, lo probó y se convirtió en el plato preferido. Así como el ceviche con maní, una receta que se la ha dado a su padre en Colombia, quien ahora se jacta de preparar “el mejor ceviche del mundo”. 

En noviembre cumplirá dos años en Pronobis. La pregunta es ¿cómo Isabel Noboa lo conquistó para que liderara la división inmobiliaria de Nobis? “Fue muy fácil, creo que al tener la oportunidad de dirigir una empresa del tamaño de Pronobis, que en 26 años ha logrado posicionarse con proyectos importantes, y estar en la ciudad en la que mi familia se siente cómoda, la decisión era sencilla. Y me siento halagado, porque realmente era una posición bastante relevante en un país donde soy nómada”.

Destaca que en este tiempo ha logrado una apertura en la junta directiva y han trabajado una estrategia para diversificar el portafolio de la compañía, como incursionar en la vivienda unifamiliar. “Pronobis nunca ha estado en ese segmento Estaba muy concentrado en edificios de gran altura y de proyectos muy emblemáticos, enfocados a vivienda y oficinas. El proyecto unifamiliar será una novedad. El año entrante se realizará el lanzamiento, y tendrá casas a un costo entre US$ 120.000 y 180.000”. 

Para Bernal, Ecuador solo tiene fortalezas y oportunidades. “Las fortalezas que tenemos son indiscutibles, la ubicación, el clima, el suelo, las reservas minerales. Uno lanza una semilla, se descuida y eso germina, está junto al océano Pacífico, que atrae fauna única, tiene toda la comida del mar, muy rica. Creo que otra de las cosas lindas de Ecuador es que está todo por hacerse, tienes esta naturaleza y capacidad de producir, también falta aprovechar el turismo y la vía del spondylus. Tenemos unas playas lindas y lo único que hace falta es que el país tenga un proyecto de seguridad jurídica y económica para atraer hotelería para explorar estas playas. No creo que tenga debilidades, sino muchas fortalezas”. (I)

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