¿La campaña electoral está aburrida o picante? ¿Le metemos ají o limón para pasar el mal sabor? ¿Hay segunda vuelta en octubre? ¿Cómo ganan los indecisos? Carlos Rabascall, socio fundador de Consulting Estratego y excandidato a la vicepresidencia de la República, pasó por Forbes Ecuador para conversar de este proceso 'exprés'. 

Las elecciones anticipadas 2023 en el país tienen más preguntas que respuestas, a menos de un mes para ir a las urnas, el domingo 20 de agosto. Y Rabascall es lapidario: “La campaña está súper aburrida”. Aunque le eche chimichurri, dice, muchas propuestas electorales no pasan, algunos candidatos se quedan en la superficialidad, y otros están jugando “la pretemporada para 2025”. 

“El problema es que en el Ecuador ni los ciudadanos, ni los actores políticos, ni los medios de comunicación están entendiendo a la política en términos de un proyecto de país (...), es verdad que hay que atender lo urgente y emergente, la crisis, pero es el momento y la oportunidad para enfocarnos en los ejes estructurales sobre los cuáles trabajar para hacer del Ecuador más sostenible”.

¿Qué pasa con una campaña tan corta? “Si no tienes estructura difícilmente vas a hacer campaña en territorio. El único que está haciendo territorio es la Revolución Ciudadana porque tiene estructura, y eso lo reconoce todo el mundo, y tiene una base de voto duro, los otros no tienen estructura y tienen bajo nivel de conocimiento, la mayoría es nuevo, otros están repitiendo y creen que las redes sociales, por el corto tiempo, los va a potencializar para que el electorado los conozca”.

Si bien la Revolución Ciudadana (RC) tiene un voto duro importante, cree que “no les alcanza” para ganar en una sola vuelta. Rabascall recuerda que en las dos elecciones anteriores, 2017 y 2021, también se dijo que iban a ganar en una sola vuelta, pero no lo lograron. En la campaña anterior él integró el binomio presidencial junto con Andrés Arauz, y ganaron la primera vuelta, pero se quedaron en el balotaje. 

“La historia que acabo de citar, más lo que estoy observando, me daría a pensar que sí pudiese existir un alto grado de probabilidad de una segunda vuelta. Lo que es irresponsable, hoy en día, es que las encuestas, ya no son de investigación, son parte de la estrategia del marketing político de construir percepción para tratar de crear un volumen en términos de intención de voto”.

“Luisa González debe sumar más votos, los votos duros pueden fluctuar entre 30 y 35 %, la fase final es llegar a los votos fuera del correísmo, pero la pregunta es ¿qué tienen que hacer? El tema no es la ropa, sino el mensaje. Otto (Sonnenholzner) y Yaku (Pérez) deben tener un discurso que aglutine, no que expulse, que no asuste, porque la gente hoy tiene temor”, señala. (I)