Tras los ataques de Musk, Donald Trump se convierte en la nueva pesadilla de Tesla y amenaza con hundir sus planes en EE.UU.
El conflicto entre el CEO de la compañía y el presidente estadounidense abre un frente político y judicial que podría frenar subsidios, acelerar investigaciones y obstaculizar el debut del robotaxi. Las acciones se desplomaron y crecen las dudas entre los inversores.