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Columnistas
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Como ciudad creo que tenemos articulada una admirable red de apoyo. Las fundaciones y demás organizaciones de la sociedad civil pudieron receptar, organizar y canalizar esta ayuda de la mejor manera. Inclusive pudieron ser equitativos y apoyar a la gente de la Maná que también fue afectada recientemente.

11 Febrero de 2022 16.11

Si tuviera que escoger un adjetivo para describir a nuestra bella ciudad capital sería el de solidaria. Quito ha sido siempre ejemplo y pionera en muchas iniciativas. En especial en su capacidad de reaccionar frente a las adversidades.

Recuerdo, que al día siguiente del terremoto de abril del 2016, estuvimos muchos voluntarios en el parque La Carolina clasificando donaciones. La solidaridad de la gente no se hizo esperar y aunque llovía seguían llegando donaciones y los voluntarios se mantenían. Ahora con el aluvión de la Gasca lo vemos nuevamente. Considero que en estos momentos es aún más valiosa la ayuda de la ciudadanía ya que la crisis actual es más fuerte que en el 2016 y pese a eso no han parado de llegar contribuciones. 

Esto quiere decir que los quiteños tenemos un gran espíritu solidario, pero sobre todo que somos capaces de organizarnos mucho antes que las mismas autoridades.  De hecho, la ayuda de la sociedad civil llegó primero que la del Municipio. 

Como ciudad creo que tenemos articulada una admirable red de apoyo. Las fundaciones y demás organizaciones de la sociedad civil pudieron receptar, organizar y canalizar esta ayuda de la mejor manera. Inclusive pudieron ser equitativos y apoyar a la gente de la Maná que también fue afectada recientemente. 

Por mencionar algunos ejemplos, tenemos a la Fundación Cecilia Rivadeneira que se activó a horas de lo ocurrido y está distribuyendo donaciones pero también está brindado apoyo psicológico a las familias afectadas. A la Cámara de Comercio de Quito que se convirtió en centro de acopio y a la empresa privada como Jabonerias Wilson o productos Del Chef que se hicieron presentes con sus productos. Estas empresas buscaron el mejor canal de distribución para brindar apoyo y los ciudadanos en general se concentraron a pocas cuadras para recibir y distribuir los donativos. 

Lo más admirable de todo esto es que tanto como empresas y como individuos hemos madurado en nuestra forma de ayudar. Buscamos ahora instituciones para hacerlo y esto con el fin de que la ayuda sea más organizada y efectiva. Ya no salimos alocados a dar a los primeros que encontramos. Considero que esta madurez social es muy importante porque permite que se pueda canalizar la ayuda y no crear caos dentro del caos. 

Esta sabiduría que hemos adquirido como ciudadanos es la misma que deberían tener nuestras autoridades ya que tardaron mucho tiempo en tener una postura frente a la catástrofe y esto ha pasado no solo en Quito sino en cada desastre natural que hemos vivido como país. Sin embargo, es gratificante que como quiteños seamos proactivos y desde nuestro lugar contribuyamos con la ciudad. 

Esta es la mejor forma de hacer política. Para ser un buen político es necesario ser buena persona. Necesitamos ser líderes de nosotros mismos y  ser solidarios por convicción y no por ego. Quito tiene un gran potencial por la calidez, la sencillez y la hospitalidad de su gente. Uno de los valores más importantes es la solidaridad y eso nunca nos ha faltado. Posiblemente nos falte en situaciones empatía pero vamos por buen camino. 

El esfuerzo diario de todas las fundaciones para estar activas se ve reflejado en estos momentos en los que gracias a ellas ha podido llegar la ayuda a los afectados de la Gasca y la Comuna. Sin embargo, es importante que no dejemos de apoyar ya que las necesidades y el tiempo de reconstrucción de la zona serán extensos y seguirán necesitando el apoyo de la ciudad. Debemos estar ahí cuando la tragedia deje de ser noticia. Esta frase la usó la Fundación Cecilia Rivadeneira en la colecta del 2016 para contribuir con los damnificados del terremoto y es lo que debemos recordar ya que debemos estar pendientes hasta que el problema se haya resuelto y no solo mientras esté en las noticias. 

Que orgullo ser de una ciudad en donde la solidaridad nunca falta. (O)

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