Dar iluminación en un poblado que carece de energía eléctrica parece un sueño difícil, hacerlo sin costo para los beneficiarios parece imposible. Sin embargo, dos jóvenes emprendedores descubrieron la fórmula y lo consiguieron.
Francisco Ribadeneira y Juan Esteban Roca se empeñaron en llevar electricidad a comunidades y barrios del Ecuador. Así nació Ánku light, un emprendimiento cuyos recursos se obtienen de la venta de cordones para gafas, pulseras, camisetas y chompas en una plataforma digital. Ahora, nos cuentan que han logrado ahorrar US$ 30.000 para abrir próximamente una tienda física.
Con una inversión inicial de US$1.000, colocaron los primeros cuatro postes en Punta Galera, provincia de Esmeraldas. El sistema utilizado lo adaptaron de una fundación en Filipinas. El costo total de cada poste asciende a US$ 150 y está compuesto por un tubo de PVC de tres metros de largo por donde ingresan los cables, una batería, un foco, una botella reciclada que funge de lámpara, un panel de energía solar y un regulador de funcionamiento.
“El poste trabaja con 10 horas de autonomía. Tiene un sensor que permite que se encienda automáticamente cuando ya no detecta luz, cuando llega la luz del día se apaga y comienza a cargarse", explica Ribadeneira.
A Punta Galera se suman otras siete localidades a lo largo del país, para lo cual han llegado a conseguir US$ 15.000. Según sus cálculos, unas 900 personas se han beneficiado hasta el momento, fijándose como meta ampliar su cobertura a 450.000. El trabajo lo realizan con los habitantes de cada uno de los sectores que apoyan, consiguiendo así su involucramiento y cuidado.
“Nosotros corremos también con los gastos de levantamiento de información y mediciones, lo hacemos con un dron y fotos para determinar la distancia de cada poste y a qué altura. El programa funciona como una iniciativa propia de los barrios y no influye con las normas municipales”, indica Roca, quien añade que ahora trabajan con el apoyo de empresas privadas para expandirse en el mercado.
Su próximo proyecto en el sector de Carcelén, en el norte de Quito, será el más grande. Aspiran colocar unos 70 postes, para lo cual necesitan US$ 10.500, hasta el momento han logrado reunir la mitad, si levantan más fondos iluminarían una cancha y el parque.
Anku light, impulsa el uso de tecnología verde, porque el objetivo a futuro es generar una cadena sostenible y replicable, como anhelo de estos jóvenes. (I)