Pedro Maldonado Ordóñez Editor
En plena Mariscal, zona emblemática de Quito, surge un nuevo espacio para fomentar la innovación. Se trata del Hub de BioAgro Tech, una iniciativa que articula el ecosistema emprendedor para conectar empresas, startups y academia en el desarrollo de soluciones tecnológicas enfocadas en biotech y agrotech.
La Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI) está al frente de este proyecto que ya levantó US$ 2 millones y que proyecta un impacto de US$ 40 millones en valoraciones de investigación aplicada, empleo y ventas de aquí al 2030, según detalla Natalia Almeida, subdirectora de la AEI y directora del hub.
Este nuevo centro de investigación tiene tres objetivos. El primero es convertirse en un articulador y potenciador de la agrotecnología y biotecnología para desarrollar soluciones sostenibles para conectar empresas, estudiantes e investigadores. También busca posicionar al país como un referente en exportaciones con alto valor agregado, mediante el aprovechamiento de las ventajas comparativas del Ecuador, el acceso a tecnología y el fomento a prácticas sostenibles. Una tercera meta es pasar de la exportación de productos primarios a ofrecer una oferta innovadora de productos y soluciones de alto valor agregado.
Roque Sevilla, miembro del directorio de la AEI, considera que el hub de innovación BioAgro tech tendrá un doble efecto. Primero, dice, permitirá aprovechar las ventajas comparativas de la ubicación geográfica del Ecuador y contar una ventaja competitiva creada por los investigadores en el mundo agro. El segundo efecto tiene que ver con el lado económico. "Servirá para atraer inversiones nacionales e internacionales. Y para tener nuevos productos exportables excepcionales".
Al respecto, Almeida comenta que con esta propuesta se espera la llegada de unos US$ 10 millones de inversión extranjera en los siguientes cinco años.
¿Por qué un Hub de BioAgro Tech? Según la AEI, Ecuador cuenta con una combinación única de factores que lo convierten en el lugar ideal para desarrollar un centro especializado en agrotecnología y biotecnología. Estos factores son la luminosidad, los suelos fértiles, la biodiversidad única, la ubicación estratégica en la costa del Pacífico y la capacidad de producir todo el año.
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"Tenemos la ventaja competitiva para transformar la economía del país desde la agricultura. Históricamente el agro es nuestra base productiva, pero no podemos seguir vendiendo al mundo lo mismo que hace 100 años atrás y desperdiciando la capacidad de producir con tecnología más y mejores productos que son demandados en el mercado global. Por eso le apostamos", sostiene Almeida.
La ubicación también juega un rol. La Mariscal, aseguran los responsables del proyecto, ya tiene lo que otros lugares tendrían que construir: más de 100.000 estudiantes; universidades con investigadores y laboratorios equipados. También están los accesos a servicios, la conectividad y un entorno urbano vibrante.
Tras el lanzamiento del Hub Bio Agrotech este miércoles 30 de julio, se realizará la primera convocatoria a universidades, estudiantes y startups para el desarrollo de soluciones de desafíos para el agro.
La AEI arrancó sus operaciones en 2013 y desde entonces apoyó a más de 17.000 emprendedores, generando más de 5.000 empleos y US$ 115 millones en ventas. (I)