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Por qué 300 empresas utilizan la IA de esta startup para reducir costos

Rashi Shrivastava

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Las organizaciones invierten millones en inteligencia artificial esperando grandes retornos. Esta startup ya les está ahorrando millones en costos laborales.

28 Mayo de 2025 15.46

Corría el año 2016 y May Habib estaba en la reunión más importante de su vida. La emprendedora libanesa-canadiense acababa de mudarse de Dubái a San Francisco y presentaba a Visa el software de traducción de su startup. Para tener alguna posibilidad de cerrar una ronda Serie A, necesitaba concretar ese acuerdo—y rápido.

Pero los ejecutivos de Visa, que querían lanzar un producto de pagos digitales en más de 40 idiomas, sólo habían trabajado con traductores humanos y no entendían cómo se integraría su software con los sistemas existentes. Así que Habib, hoy con 40 años, se levantó, fue hasta un pizarrón y lo explicó todo paso a paso. Y cuando los ejecutivos detectaron una carencia, ella y su cofundador, Waseem Alshikh, volvieron a su casa-oficina en el barrio Mission District y desarrollaron una integración con GitHub para resolverlo.

Poco después, Visa se convirtió en el primer gran cliente corporativo de Habib, con un contrato de US$ 126.000, y unos meses más tarde ella recaudó US$ 5 millones. "No estás vendiendo tu software, estás vendiendo una forma diferente de hacer las cosas", explica.

Esa es la premisa detrás de Writer, la empresa de inteligencia artificial de Habib, que evolucionó drásticamente desde aquellos primeros días. Actualmente comercializa AI Studio, un conjunto de herramientas de IA estilo "navaja suiza", diseñado para agilizar las muchas tareas simples pero tediosas y costosas del mundo corporativo. Para la gigante de cosméticos L'Oréal, Writer redactó miles de descripciones de productos; para Uber, cientos de respuestas a preguntas frecuentes.

Salesforce lo usa para generar rápidamente campañas de marketing por correo electrónico y redes sociales. Y estos son apenas tres de las 300 empresas que pagan—en algunos casos, millones—para utilizar las aplicaciones personalizables de Writer y automatizar tareas diarias que consumen mucho tiempo. Esta rápida adopción por parte del sector empresarial ayudó a Writer, una de las startups destacadas en la lista AI 50 anual de Forbes, a recaudar unos US$ 320 millones de los principales fondos de capital de riesgo. En su ronda de financiamiento de noviembre, por US$ 200 millones, la empresa fue valuada en US$ 1.900 millones; Habib conserva una participación estimada del 15 %, valorada en unos US$ 285 millones.

En un momento en el que muchas empresas todavía intentan entender cómo puede la inteligencia artificial hacer crecer sus negocios—y si realmente vale la inversión—, los clientes de Writer están usando sus herramientas para reducir costos de manera tangible. Un ejecutivo de IA de una importante cadena de productos de salud cuenta que su equipo utiliza la IA de Writer para publicitar en TikTokAmazon Walmart, lo que generó un valor de US$ 5 millones anuales entre ahorro de costos y nuevas oportunidades de venta—una cifra que esperan que crezca hasta US$ 25 millones en los próximos dos años.

La marca de lencería AdoreMe, propiedad de Victoria's Secret, usó la IA de Writer para traducir 2.900 descripciones de productos al español como parte de su expansión a México, reduciendo un proceso que tomaría meses a solo 10 días. "El retorno de inversión te grita en la cara", dice Sandesh Patnam, socio gerente de la firma de capital privado Premji Invest, que co-lideró la ronda de financiación de Writer el año pasado.

Este tipo de ahorros impulsó la tasa de retención neta de Writer a un sorprendente 160 %, lo que indica que, en promedio, los clientes amplían sus contratos en un 60 %. Habib afirma que 20 clientes comenzaron con contratos de entre US$ 200.000 y US$ 300.000, rápidamente encontraron nuevas formas de utilizar las herramientas de Writer y ahora gastan cerca de US$ 1 millón cada uno. Una presentación interna del otoño pasado mostraba que la empresa generó US$ 9,3 millones en ingresos en 2023 y preveía ingresos por US$ 28 millones para 2024. Writer sostuvo que esas cifras eran inexactas y rechazó hacer más comentarios, aunque compartió que actualmente tiene más de US$ 50 millones en contratos firmados, y proyecta duplicarlos hasta alcanzar los US$ 100 millones este año.

La confianza de Writer proviene de su producto más reciente, "AI HQ", que incluye herramientas para construir agentes de inteligencia artificial capaces de realizar una serie de tareas que normalmente forman parte del flujo de trabajo de un empleo real. Por ejemplo, un analista financiero podría crear un agente que extraiga datos de transcripciones de conferencias de resultados, los analice y envíe una versión personalizada a toda su lista de clientes. No se requiere codificación: basta con explicar en inglés común la secuencia de pasos que se desea que el agente realice, y hacer clic en un botón. Por un costo anual que puede alcanzar los millones, Writer también ofrece más de 70 aplicaciones y agentes preconfigurados que los clientes pueden usar de inmediato. "La gente ya no tiene que hacer el trabajo", afirma Habib. "Sólo tienen que construir una IA que lo haga por ellos", continúa.

AI HQ de Writer incluye herramientas para construir agentes de IA capaces de realizar tareas que forman parte del flujo de trabajo de un empleo real.
AI HQ de Writer incluye herramientas para construir agentes de IA capaces de realizar tareas que forman parte del flujo de trabajo de un empleo real.

 

Ya hay grandes clientes como la fintech Intuit (ingresos en 2024: US$ 16.300 millones) y la constructora Lennar (ventas: US$ 35.400 millones) que están probando las herramientas de agentes de Writer. Scott Spradley, CTO de Lennar, cuenta que su equipo utilizó los agentes de Writer para redactar miles de respuestas por correo electrónico a consultas de compradores potenciales, coordinar citas para visitar las miles de propiedades de la empresa y brindar información como el precio o la ubicación de las viviendas. "Está generando volumen, está generando actividad, está generando mejores prospectos", asegura.

También marca el inicio de un cambio de paradigma para las empresas que buscan recortar costos laborales. ¿Para qué pagarle a alguien para hacer lo que un agente de IA puede hacer igual de bien y más rápido? Esa es la verdadera oportunidad para Writer y el resto del mercado de IA empresarial, valuado en US$ 58.000 millones. Habib es directa al hablar de lo que esto significa para los empleados administrativos: "Con el 10 % del personal va a alcanzar".

Con el mercado del software de IA empresarial rumbo a duplicarse y alcanzar los US$ 114.000 millones para 2027, la competencia se vuelve feroz. Pero esta startup tiene un enfoque distinto.

El mercado del software de inteligencia artificial empresarial está en pleno auge y se espera que casi se duplique hasta alcanzar los US$ 114.000 millones en 2027. En ese contexto, la competencia es intensa. OpenAI Anthropic, dos gigantes bien financiados que recaurdaron en conjunto US$ 42.000 millones, ofrecen modelos básicos que las empresas pueden usar como base para construir sus propias herramientas. Sin embargo, estos modelos suelen requerir un equipo de desarrolladores para calibrarlos, implementarlos y actualizarlos.

En cambio, la tecnología de Writer es en gran parte plug-and-play, con interfaces amigables de tipo arrastrar y soltar. No hace falta manipular modelos de IA ni diseñar el prompt perfecto cada vez. "Hacemos que gran parte de la magia sea invisible para la gente", afirma May Habib.

La empresa logró esto desarrollando internamente los modelos que alimentan tanto AI Studio como AI HQ. Esta decisión es clave en términos de seguridad: los datos de los clientes se almacenan en servidores dedicados y no se utilizan para entrenar los modelos, lo que reduce las preocupaciones sobre la posible filtración de información sensible. Además, los modelos de Writer abordan otro problema fundamental de la IA: su tendencia ocasional a "alucinar" o inventar información. La IA de Writer extrae datos directamente de los documentos de los clientes, lo que garantiza menos errores, aunque también menos creatividad. Pero, ¿quién necesita poesía cuando la IA está generando análisis de mercado?

Mientras OpenAI gastó US$ 100 millones para entrenar a GPT-4, Writer logró resultados similares de forma mucho más económica: su modelo rival costó apenas US$ 700.000. Esa cifra es incluso menor que la de DeepSeek, una empresa china que sacudió el mundo de la IA al desarrollar un modelo competitivo a una fracción del costo. "DeepSeek hizo que la eficiencia se volviera atractiva, pero Writer lleva años haciendo eso", señala Rob Toews, miembro del directorio de Writer y socio del fondo Radical Ventures, con sede en Toronto, que invierte en la empresa.

No todos están convencidos. Algunos expertos del sector dudan de que los modelos de Writer puedan mantenerse a la par de los gigantes. En rankings populares que clasifican los modelos según su desempeño en una amplia variedad de preguntas, Writer queda por detrás de pesos pesados como OpenAI y Anthropic, cuyos ingresos se cuentan en miles de millones. OpenAI tiene 2 millones de usuarios pagos para su versión empresarial de ChatGPT, y se estima que Anthropic alcanzará los US$ 34.500 millones en ingresos para 2027, de los cuales dos tercios provendrán del segmento empresarial. "El gran fuerte de Writer es evangelizar lo que están haciendo. Creo que el desafío es que la tecnología esté a la altura de esa narrativa", señala un capitalista de riesgo que invirtió en otras compañías de IA corporativa.

Habib está convencida de que puede lograrlo. A las empresas les importa más el rendimiento en el mundo real que los resultados de una competencia de benchmarks. Con clientes de primer nivel como AccentureHiltonSpotify Qualcomm, los inversores de Writer están felices de seguir apostando por ella. "Es capaz de atravesar muros y hacer posible lo imposible", dice Toews. Incluso los fondos de inversión que no participaron en la última ronda de financiación hablan de ella con admiración. "Es, simplemente, una fuerza de la naturaleza", comenta uno de ellos.

Habib asegura que el espíritu emprendedor viene de familia. Creció en un pequeño pueblo en la zona fronteriza entre Líbano y Siria, azotada por la guerra. Su padre tenía un taller mecánico propio, y su madre trabajaba en una panadería de pan pita. La mayor de ocho hermanos, Habib ya manejaba las finanzas del hogar a los 9 años. Su familia huyó de la guerra civil hacia Canadá en 1990, y Habib—la única que hablaba inglés—se graduó en Harvard en 2007 con un título en economía y una especialización en lenguas orientales.

Mientras trabajaba como banquera de inversión en Dubái, conoció a Waseem Alshikh, hoy también con 40 años, un ejecutivo tecnológico sirio que había aprendido inglés de forma autodidacta para poder aprender a programar. Su primera empresa, que convertía fotos satelitales en mapas digitales para autos, fue expropiada por el gobierno sirio, que lo consideraba "poco patriótico", cuenta. En represalia, asegura haber hackeado los servidores del gobierno para desconectar el acceso a internet en todo el país.

Mientras trabajaba como banquera de inversión en Dubái, Habib conoció a Waseem Alshikh, y juntos lanzaron la primera versión de Writer en 2015.

 

Juntos lanzaron la primera versión de Writer en 2015 bajo el nombre Qordoba, como una empresa de traducción automática. Luego pivotearon hacia la generación de contenido personalizado según el estilo y tono de cada compañía, relanzando la marca como Writer en 2020. Twitter fue uno de sus primeros clientes, utilizando su sistema para producir publicaciones en su blog. (Después de que Elon Musk comprara Twitter en 2022, dejó de pagar; Writer inició una demanda y finalmente recuperó el 95 % de lo que se le debía. X, como ahora se llama la empresa, no respondió a la solicitud de comentarios).

Habib bromea diciendo que Writer se convirtió en una empresa distinta cada cuatro o seis meses para mantenerse vigente. "Somos la Eras Tour de la IA generativa", dice, haciendo referencia a los conciertos que recorren la carrera de Taylor Swift. "Extraemos la velocidad del cambio para las empresas que no logran entenderlo por sí solas", explica.

Y es apropiado entonces que la próxima etapa del negocio de Writer implique un enfoque totalmente nuevo hacia la inteligencia artificial. Alshikh lo llama "auto-evolutiva". Su equipo está desarrollando modelos que aprenden automáticamente de sus errores, sin necesidad de intervención humana. "Es como contratar gente inteligente en tu empresa", dice. "Esperás que con el tiempo sepan más y aprendan más", añade.

Para Habib, eso significa nuevas posibilidades, y no ve la hora de sentarse con sus clientes para explorarlas. "Incluso hoy, el equipo ya sabe que tiene que haber un pizarrón en la sala", afirma. "No puedo co-pensar ni co-crear con un cliente sin intentar imaginar algo que todavía no existe", concluye.

Con información de Forbes US.

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