"Me dijo: 'Prefiero tenerte cerca que lejos. Como banquero me complicaste, como competidor, también me fregaste, así que mejor trabaja conmigo'". Santiago Terán Dammer recuerda con una sonrisa la frase de Carlos González Artigas Díaz cuando lo contrató para que trabajara a su lado en La Fabril, la industria que fundó en 1968 en Manta, Manabí.
Era 2002, ese año la multinacional Unilever decidió salir del negocio de aceites y grasas en el mundo. La Fabril hizo una oferta por la operación en Ecuador y la ganaron. Terán laboraba en Banco Pichincha y fue contratado como director financiero y de planificación para conseguir los recursos y concretar la adquisición. Había poco tiempo para que el oferente buscara el financiamiento, y el país todavía sufría el coletazo de la crisis bancaria de finales de los noventa. "En ese entonces, era una compañía relativamente pequeña y familiar, ubicada en una provincia secundaria. Era la quinta en la actividad de aceites y grasas en el país; había cuatro compañías más grandes", dice.
Terán y 'don Carlos' ya se conocían entre los años 1990 y 2000. Antes de fundar La Fabril, Carlos González Artigas Díaz tenía una desmotadora de algodón. Terán trabajaba en La Internacional, la textilera más grande del país, donde su hermano, Diego, era gerente general. Los planes eran que la empresa entrara en el cultivo de algodón y le pidieron que viajara desde Quito a Manta para entender el negocio. "Don Carlos nos enseñó todo, pero luego nos convertimos en su competencia, lo que no le gustó". Cuenta que La Internacional instaló una desmotadora de algodón en Pedro Carbo (Guayas) y creció en el mercado porque tenía la gran ventaja de que usaba la materia prima directamente.
"De la textilera me fui al banco, era el oficial de crédito que atendía a don Carlos. Incluso financié la construcción de la Molinera Manta, hoy Moderna Alimentos, a él y a la familia Correa. Carlos era socio, con 40 % de acciones, que luego vendió para completar el capital para comprar las marcas de Unilever".
De la mano de su fundador, con su visión clara y gran espíritu emprendedor, Terán dice que, con los años, La Fabril pasó de ser "una industria de grasas y aceites a una industria de ideas". Se convirtió en un grupo empresarial con varios giros de negocio, que se fueron creando con base en la cadena de valor; pero, sobre todo, por una convicción de generar mayores y mejores oportunidades para Manabí y el país.

En ese contexto, don Carlos creó el proyecto Montecristi Golf. El objetivo era atraer extranjeros a Ecuador y ofrecer a los manabitas un entorno de vida natural y deportivo. Actualmente, tiene 1.000 hectáreas y se desarrolla como una ciudad de 15 minutos con programas inmobiliarios, naturaleza, seguridad, calidad de vida y servicios de primer nivel. En ese entorno, Santiago Terán Dammer recibió a Forbes Ecuador para contar la historia reciente de esta industria.
Desde julio de 2020 es el presidente del Holding La Fabril, a raíz del fallecimiento del fundador. El proyecto se ubica a 20 minutos del centro de Manta, donde opera el complejo industrial de la empresa, y a 15 minutos del aeropuerto internacional Eloy Alfaro. En el acceso de Montecristi Golf está una casona gigante donde todavía se cuentan las historias de don Carlos, de los fines de semana con amigos y la familia. Ahora está convertida en restaurante y, hasta hace poco, era centro de estudios de la Universidad Técnica Equinoccial (UTE), que inauguró su campus en otra zona.
Actualmente, La Fabril es un conglomerado con más de 20 marcas, con 8.000 empleos directos (7.500 en el área industrial y agrícola, y 500 en el negocio inmobiliario), genera más de 16.000 plazas de forma indirecta, y tiene presencia en el mercado internacional. En 2024, tuvo ingresos totales por US$ 619,7 millones. Es la empresa número uno en Manabí y 19 en el ranking nacional de la Superintendencia de Compañías, Seguros y Valores. Luego de la pérdida de dos generaciones de liderazgo en apenas dos años (del fundador y su hijo), la empresa consolidó un modelo de gobierno corporativo que asegura continuidad y confianza. El holding La Fabril apuesta por diversificación, exportaciones y el proyecto inmobiliario de largo plazo. La meta es alcanzar ingresos por US$ 1.000 millones en 2027.
Terán tiene 66 años. Estudió agronegocios en la Universidad de Texas A&M y una maestría en Administración y Finanzas en el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae). Trabajó 10 años en agricultura y ganadería familiar, 10 años en la banca y tiene más de 20 años en La Fabril.
Lee la nota completa en nuestra nueva edición impresa. ¡Tú también puedes ser parte del mundo Forbes!
A la venta en:
Supermaxi
Megamaxi
Mr. Books
Libri Mundi
Mi Comisariato
Travel Stores
Medicity
Tipti
o dale clic aquí (I)