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¿Un chatbot puede enseñarte a enamorar? Los coaches de citas con IA ya conquistan el mercado en Tinder y otras plataformas

Anisha Sircar

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Las aplicaciones que usan algoritmos conversacionales prometen asistencia instantánea para seducir, redactar perfiles y sortear silencios incómodos. Mientras su popularidad crece, persisten dudas sobre la autenticidad de los vínculos y el riesgo de reemplazar el contacto humano con respuestas programadas.

16 Julio de 2025 15.11

En una época de citas con las pantallas de los celulares como protagonistas, la inteligencia artificial se vuelve una opción preferida por millones de personas. Les da consejos en tiempo real sobre qué decir, cómo decirlo y cuándo retirarse. Apps como Rizz y Keepler dominan el mercado. Se promocionan como herramientas accesibles para usuarios que ven las citas modernas como algo agotador u opaco. Rizz usa inteligencia artificial generativa. Ayuda a los usuarios a responder mensajes de las apps de citas con base en capturas de pantalla. Según su fundador, Roman Khaves, la app sumó más de 10 millones de usuarios. El 65% son hombres, en su mayoría de entre 18 y 25 años.

Keepler, que Rachel Abramowitz cofundó, se orienta a dar orientación y apoyo en la comunicación. Su asistente de inteligencia artificial, Keri, ayuda a sortear momentos difíciles. Por ejemplo, salir de una conversación sin ghostear o pedirle a alguien que dé su opinión luego de haberla dado antes. En una entrevista, Abramowitz afirmó: "La aplicación no busca brindar terapia, sino más bien apoyo". "Realmente sentís que tenés a alguien objetivo, que está de tu lado, que no tiene motivos ocultos y que realmente quiere ayudarte a alcanzar tus metas", dijo a CBS News.

Estos servicios forman parte de una tendencia más amplia: cada vez más personas, sobre todo las más jóvenes, recurren a la inteligencia artificial para recibir ayuda con la redacción de perfiles, el envío de mensajes, la verificación del tono y otras interacciones dentro de la app.

Según un estudio de junio de 2025 que Match.com y el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana realizaron, uno de cada cuatro solteros —y casi la mitad de los encuestados de la generación Z— afirmó que usa inteligencia artificial para mejorar sus perfiles o conversaciones de citas. Esta cifra creció más de cuatro veces en comparación con el año anterior.

Sin embargo, aunque su uso está ganando terreno, muchos todavía se sienten incómodos. Una encuesta de Bloomberg Intelligence realizada en mayo de 2025 reveló que muchos usuarios de la Generación Z (nacidos aproximadamente entre 1997 y 2012) se sentían incómodos con el contenido de citas generado por IA. Alrededor del 60 % de los encuestados de la Generación Z expresó inquietud ante el uso de la IA para escribir mensajes, sugerir coincidencias o retocar imágenes de perfil. En cambio, los millennials, el grupo más activo en las apps de citas, se mostraron más receptivos a las funciones de la IA y más propensos a utilizar diversas estrategias de citas, desde apps hasta eventos en persona.

Esa disonancia llevó a los desarrolladores de apps a elegir un camino específico: crear herramientas que ayuden a los usuarios a destacarse sin que pierdan su sensación de autenticidad. Al mismo tiempo, incluso las herramientas de inteligencia artificial que las plataformas de citas incorporaron de forma directa no siempre dieron resultados.

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Por ahora, mientras las plataformas de citas ajustan sus algoritmos, los usuarios pueden hacer lo mismo con un poco de ayuda.

 

En enero, Hinge presentó "Comentarios rápidos", una función de inteligencia artificial que revisa las entradas del perfil del usuario y da sugerencias en tiempo real. Tinder y Bumble también utilizan inteligencia artificial para clasificar las fotos de perfil y optimizar las biografías. Sin embargo, los datos sobre la recepción fría de la generación Z muestran que estas funciones pueden resultar más intrusivas que útiles.

Parte de la vacilación también puede surgir de la forma en que la generación Z se relaciona con la tecnología. Las generaciones más nativas de Internet están más atentas a las desventajas de la vida digital: personajes armados a medida, cansancio por los algoritmos y la sensación de que la autenticidad y la conexión real pueden perderse en la traducción.

Según el informe 2025 Singles in America de Match.com, el 30 % de los encuestados de la generación Z dijo que era "intencionadamente célibe", un cambio respecto de épocas anteriores de citas con apps. Aun así, como las herramientas de inteligencia artificial forman parte de casi todos los aspectos de la vida digital, tal vez solo era cuestión de tiempo antes de que las citas se sumaran a la lista.

Kasley Killam, investigadora de salud social especializada en conexión y bienestar, afirmó que las personas recurrieron a la inteligencia artificial para prácticamente cualquier uso imaginable. "El riesgo radica en usar la IA como sustituto de la conexión humana, en lugar de como complemento", sostuvo.

También existen riesgos más insidiosos. El FBI estima que los estadounidenses perdieron más de US$ 652 millones en estafas románticas en 2023. Muchas de ellas involucraron identidades sintéticas y personajes generados por inteligencia artificial. A medida que la brecha entre la vida real y la digital se acorta, los usuarios de apps pueden tener dificultades para saber con quién o qué hablan.

Sin embargo, esto no impidió que algunos usuarios apostaran por la inteligencia artificial. Alrededor del 20 % de los participantes de la generación Z en la encuesta de Match y el Instituto Kinsey afirmaron que probaron las parejas románticas con inteligencia artificial, ya sea mediante chatbots o herramientas más inmersivas, como una forma de experimentación.

Esa cifra puede crecer si las herramientas se vuelven más personalizadas y sensibles en lo emocional, sobre todo si aparecen mayores protecciones de la privacidad y más transparencia como norma. Por ahora, mientras las plataformas de citas ajustan sus algoritmos, los usuarios pueden hacer lo mismo con un poco de ayuda. Escribimos un mensaje en ChatGPT: "Imaginate que soy una mujer de 27 años cansada de lo casual y quiero encontrar algo serio. ¿Podrías escribirme un perfil?" En menos de tres segundos, ofreció: "Me gustan más las librerías de segunda mano que las segundas citas. Si podés igualar mi sarcasmo y mis listas de reproducción de Spotify, nos llevaremos bien. Desliza a la derecha si estás emocionalmente disponible y entiendes lo que eso significa".

Que esto resulte ingenioso o vergonzoso depende de quién lo lea, pero para millones de personas puede ser suficiente para iniciar la conversación.

 

*Con información de Forbes US.

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