Así lo vivió el primer latinoamericano (ecuatoriano) en subirse a un podio en el Ultra-Trail de Mont-Blanc
Joaquín López culminó segundo en la carrera más importante de trail running a escala mundial, en la distancia de 145 kilómetros. En 2019 había culminado sexto en la de 170 kilómetros, algo que nunca antes, tampoco, lo había logrado un latinoamericano.

La TDS, acrónimo de "Sur les Traces des Ducs de Savoie" (Las Huellas de los Duques de Savoie), es una carrera de 145 kilómetros que recorre los alrededores del imponente Mont-Blanc, entre Francia e Italia. Es un sendero exigente, técnico, que demanda grandes destrezas de sus competidores. ¿El secreto? La preparación y Joaquín López lleva 17 años fortaleciendo su capacidad física y mental. 

Aquí, la historia con sus propias palabras:

“Comencé a correr cuando apenas era un niño por la influencia de mi hermano, Santiago. Él trajo el Huairasinchi, una competencia de aventura, al país y mi admiración por los deportes extremos fue incrementando. Recuerdo que corría en pequeños retos, en distancias cortas, de una o dos horas, como una afición o un pasatiempo; aunque nunca dejé la adrenalina y la diversión del ciclismo de montaña, el kayak, el manejo de cuerdas o el rafting. Ahora, a mis 30 años, me doy cuenta de que esos fueron mis inicios. ¡Nada fáciles, para alguien que practica un deporte no federado!

“Desde los 16 años realicé mis propias presentaciones para buscar sponsors y poder competir. Esto me ayudó mucho en el ámbito profesional, ya que aprendí 'a la brava' a buscar recursos para cumplir mis sueños. Soy un deportista semiprofesional y -debo destacar esto- porque en Ecuador es muy difícil vivir de esta profesión. Los auspicios son parte de mis ingresos mensuales y -al mismo tiempo- emprendí un negocio. Junto a otros deportistas élites, como Karl Egloff, queremos abrir este campo a las nuevas generaciones, que vean arriba y sientan que es posible vivir del deporte, no solo como futbolistas, sino también recorriendo la maravillosa geografía que tenemos.

“Cuando estuve listo y tenía el nivel para competir en un mundial de esta disciplina, no conté con el apoyo necesario. ¡Solo puertas cerradas! Recién, hace cinco años, el atletismo reconoció al trail running como un deporte, que puede llegar a ser olímpico si tiene un mayor crecimiento en estos años. Es un gran logro en todo el mundo, menos en América Latina, donde las federaciones no tienen los recursos para que sus atletas puedan vivir de esto y representar a su país. Nos ha tocado buscar el apoyo de empresas privadas y -muchas veces- rogar por un aval del Gobierno para inscribirnos en distintas competencias.

 

“Cuando salí del colegio, ingresé a la Universidad San Francisco de Quito a estudiar Marketing porque no encontré la carrera que yo quería: algo relacionado con el entrenamiento. En 2013, hice un intercambio en la Pacific University de Oregón (Estados Unidos) y todas las clases eran sobre las ciencias del deporte. Ahí descubrí lo que quería hacer en mi vida. Me gradué y conseguí trabajo en agencias de turismo. Paralelamente, daba clases de cycling y formé un grupo de entrenamiento de trail running con Proyecto Aventura (organizadores del Huairasinchi). Como tenía todas esas obligaciones, entrenaba en las madrugadas o en las noches. Hasta que, en 2019, renuncié a mi trabajo y me di una oportunidad como entrenador, formando el grupo Ecuadoruns.

“Este club de entrenamiento me permite manejar mis propios tiempos y -lo más importante- me dediqué a mejorar mi rendimiento. En el país, aún no se considera al deporte como un trabajo formal, pero yo no puedo desconectarme (como se hace en otros empleos) porque debo pensar en la recuperación, en la nutrición… siempre estoy pendiente de mí y de mi salud, es súper demandante. Esto me motivó a crear un espacio para entrenar, compartir y divertirme. Los enfoques de Ecuadoruns, por un lado, son los deportes outdoors y, por otro, la felicidad de nuestros socios. Ayudamos a que cumplan sus metas y ellos me ayudan a cumplir las mías.  

“Actualmente, estoy viviendo en Barcelona (España) porque vine a estudiar un Máster en entrenamiento deportivo y salud. No fue fácil ingresar (no tengo una formación universitaria en este campo), sin embargo, cumplí con los requisitos y ya estoy en la segunda etapa. Junto a mi esposa, nos quedaremos un año más para completar otros estudios y esperamos volver a Ecuador en 2023. Tenemos algunos planes para expandir el club en Barcelona y de eso también dependerá nuestro regreso.

“Mari (mi esposa) es imprescindible en mi vida. Trabajamos juntos y amamos estas aventuras. Por ejemplo, la competencia del Mont-Blanc la realizamos juntos, cada uno a su propio ritmo, pero siempre conectados. 

 

“Los deportistas no deben plantearse un objetivo con base en una posición, sino pensando en el tiempo. Al final, es una lucha contra ti mismo y son factores que puedes controlar. Yo, me preparé desde abril e hice un mes de entrenamiento en Quito. Esta combinación de alturas contribuyó al resultado final. Un segundo lugar que me abrió los ojos y me dio un impulso para seguir un nuevo camino. Mi meta fue terminar en menos de 20 horas, sabía que era posible y lo hice en 19 horas y 32 minutos. Entré al top cinco de esta carrera y soy el primer latino en un podio del UTMB, la Champions League de los corredores. En 2019, competí en los 170 kilómetros y terminé en sexta posición, es un logro más meritorio porque entré en el top diez y ningún latino lo había logrado antes en este grupo. No lo esperaba y pensé que me iba a tomar más tiempo conseguirlo, a pesar de que mi especialidad es la ultradistancia (más de 100 kilómetros).

“Debo confesar que siempre me he sentido como 'achicopalado' porque hacía las carreras de menos a más. En esta ocasión, quería mantenerme en el pelotón de punta y me lancé. Tenía confianza de que podía hacer una excelente carrera, con una actitud ganadora y apagando esa voz negativa que te dice 'no puedes, te duele el pie o tienes hambre'. Corrí con una frase en mi cabeza: 'sí se puede'. ¡Y sí se pudo! Valoré todo el trabajo que hice y con mucha firmeza representé a las marcas que confían en mí.

“Tengo la juventud y las ganas para completar nuevas carreras. Aunque unas puertas se cierren por la falta de apoyo, otras se abren para presentarme como un corredor élite, amante de las montañas y de la diversión. Mi objetivo es mantenerme, física y mentalmente, en forma para seguir sumando kilómetros”. (I)