Forbes Ecuador
Mayra Khan
Liderazgo
Share

Mayra Khan es una ecuatoriana con un espíritu emprendedor inquebrantable forjado desde la niñez y adolescencia. Hoy se destaca en el competitivo mundo de las startup en EE.UU. Durante una conversación con Forbes Ecuador descubrimos como ha superado desafíos, ha construído cuatro empresas y sigue inspirando a cientos de jóvenes que buscan el sueño americano.

19 Febrero de 2024 17.11

La quiteña Mayra Khan es la protagonista de una historia llena de esfuerzo, riesgo y confianza. Emigró a Estados Unidos luego de graduarse en Administración de Empresas y Marketing en la Pontificia Universidad Católica de Quito. Desde niña aprendió el valor del trabajo duro y la perseverancia al ayudar a sus padres en los negocios familiares. “Teníamos una cadena de almacenes en el centro histórico llamada Nenelandia, a veces tenía que correr de un almacén a otro en busca de algún producto e incluso me responsabilizaba de ir a depositar la ganancia del día en el banco. Recuerdo que en esa época ya teníamos que pagar lo que hoy se conoce como vacuna, para poder trabajar tranquilos”. 

A los 18 años, su madre le dio una nueva responsabilidad: manejar un restaurante que la familia tenía en el norte de la ciudad y con las ganancias pagar sus estudios. “Me frustré muchos, mientras mis amigos se divertían yo tenía que trabajar, sentía que era injusto, pero no tenía opción de revelarme. Me levantaba a las cuatro de la mañana para ir al mercado San Roque a comprar los productos, tenía que estar pendiente de que no me roben las cosas de la camioneta. De siete a nueve de la mañana tenía clases, volvía al restaurante hasta las cinco de la tarde y corría nuevamente a la universidad a hasta las nueve de la noche. Viendo hacia atrás fue mi mejor escuela para ser la persona que hoy soy”.

En 2002 Khan decidió buscar mejores oportunidades profesionales en San Francisco, California. Durante siete años trabajó en bienes raíces, telemarketing, préstamos comerciales, administración de propiedades y banca hipotecaria. "Para redondearme el sueldo, porque San Francisco es una ciudad muy cara, en las noches era mesera en un restaurante”.  Como ella mismo dice, trabajaba en lo que se le ponía al frente.

Años después (2008) se mudó a Chicago, para reunirse con sus padres que habían migrado años antes. “Ellos fundaron Nova Driving School, una escuela de conducción pequeña, eran los únicos empleados y tenían solo un vehículo para las clases y una facturación de US$ 50.000. Cuando llegué tenía un solo objetivo, convertir a la empresa en una gigante del mundo del volante. Trabajaba de sol a sol, no había fines de semana, ni diversiones. Entonces me dije, es momento de dar un paso al costado. Vendí mi parte y a seguir un nuevo rumbo”.

Asegura ser una trabajadora incansable que, pese a no lograr todavía el equilibrio, nunca deja de contarles un cuento a sus dos hijos pequeños antes de dormir.  Esta quiteña está dispuesta a mantenerse en la cima del mundo empresarial. Exigente y determinante consigo misma, en su radar no existe la palabra ´no puedo´.

En 2014 fue parte de la iniciativa 10.000 pequeñas empresas patrocinado por Goldman Sachs y City Colleges of Chicago y en 2019 del programa de escalabilidad de Stanford University. Además, entre otros premios fue nombrada emprendedora del año por el centro de desarrollo empresarial de mujeres en la ciudad estadounidense.

El mayor desafío al que se ha enfrentado es encontrar las vías para un crecimiento continuo, ya que el éxito de un emprendedor nunca está garantizado. Casada, cuenta que cuando la pandemia nos encerró a todos de manera insólita, no se desesperó; todo lo contario, su mente empezó a trabajar a mil por hora. Entonces se le ocurrió abrir una escuela de conducción en línea. También ofrece una plataforma para reservas, programación, pagos, revisiones, comentarios y aprendizaje continuo.  “Con ¡Drivio voy a sacudir el mercado en poco tiempo”.

Resiliente y visionaria entendió que contaba con un talento especial para descubrir oportunidades. Creó Teamficient, una empresa con la que ofrece empleados remotos para que cumplan tareas a distancia, abaratando costos para empresas. “Proveo de profesionales de todas partes del mundo desde Ecuador, Filipinas, Colombia y México, para que trabajen en compañías de EE.UU.  en áreas como soporte administrativo, servicio al cliente, contabilidad, logística, asistencia médica hasta ventas y más. Cuento con 100 colaboradores y 40 clientes. En 2023 las ventas superaron el millón de dólares”. Su objetivo a corto plazo es crear más oficinas de call center en otros países para ampliar su gama de clientes. En 2024 calcula tener más de cien y alcanzar una facturación superior a los US$ 3 millones.

Se considera una mujer multifacética, dispuesta a renacer y volver a empezar cuantas veces sea necesario, porque sabe que lo puede hacer. “Soy una persona que rompe las barreras con eficiencia y dedicación”.

A sus 46 años asegura contar con las energías para impulsar y hacer realidad lo que se le viene a la mente. Con una inversión de US$ 260.000 acaba de abrir My Drive Academy, un nuevo concepto de escuela de manejo en la que los instructores se convertirán paulatinamente en socios.

Se autocalifica como una emprendedora empedernida que difícilmente se da por vencida. A finales de año nacerá su cuarta compañía. “Será una empresa sin fines de lucro para poder levantar fondos y ofrecer cursos de educación vial a personas que no cuentan con recursos económicos para hacerlo. Es una forma de retribuir lo que he conseguido”.

Ella no olvida sus raíces y quiere que sus hijos se sientan orgullosos de llevar sangre ecuatoriana en sus venas. Constantemente viene al país pese a no tener casi familia. Estuvieron en diciembre y asegura que les faltó tiempo porque gozaron. Un propósito pendiente es lograr que sus hijos hablen bien español. Seguro lo conseguirá, por que para ella los límites los sueños no tienen límites. (I)

loading next article
10