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Cristina Borja y sus mascotas Quito - Ecuador
Lifestyle
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La energía de los dos Golden Retriever hacen que la casa de la ejecutiva sea, casi, casi, un manicomio. Pero en el buen sentido de la palabra. Estas dos mascotas equilibran los días de trabajo de quien ahora tiene por meta expandir la marca TRÜ fuera de las fronteras ecuatorianas.

10 Diciembre de 2022 13.00

María Cristina Borja asumió hace tres años un nuevo reto profesional, que incluyó la creación de la marca de alimentos TRÜ, para El Ordeño. La facturación anual de la empresa llega a los US$ 100 millones. La Gerente de Marketing, Innovación y Desarrollo no concibe su vida sin sus mascotas, por eso dos Golden Retriever (uno puro, el otro no tanto) son parte de su familia, con igualdad de derechos. 

La ejecutiva quiteña divide su tiempo entre el trabajo y su familia. Este 2023 se ha impuesto como reto abrir camino en mercados internacionales, la primera opción es hacia Estados Unidos, para lo cual ya cuentan con la certificación FDA. También, en el cronograma, está la participación en ferias y crecer a doble dígito. La meta es ser una planta carbono neutro, sostenible. 

Entre esta vida de negocios y obligaciones, estar pendiente de Abi y Simba es una prioridad. “Son mis primeros hijos, una parte esencial de la familia, ellos son compañía, alegría, lealtad e interacción. Te quieren más que a ellos mismo, siempre te reciben felices y te transmiten una energía que contagia”. 

Borja cuenta que en su casa siempre hubo un perro, que había épocas en que tenían hasta cinco, de diferentes razas, colores y tamaños, pero desde que le regalaron una Golden Retriever se volvió su raza preferida. Suca, la primera Golden que tuvo, murió a los ocho años de un tumor canceroso, desde entonces se ha empeñado en tener solo mascotas de esa raza porque, según relata, son falderos. Pese a su tamaño, le dan cariño incondicional y nunca intentan hacerle daño.

Cristina Borja y sus mascotas Quito - Ecuador
Cristina Borja y sus mascotas. Fotos: Pavel Calahorrano

“Simba, así le pusimos por la película de 'El rey león', es un pequeño monstruito, llegó en plena pandemia, le compramos a una señora en Conocoto, pero nos engañó porque, cuando empezó a crecer, nos dimos cuenta que de Golden tenía solo el color, su cola es churuda y tiene orejas de Chow Chow, pero es divino, muy cariñoso. Le encanta llamar la atención y estar encima de uno todo el tiempo.

“En cambio, Abi, ella sí es Golden pura. Nos regalaron cuando tenía año y medio. El nombre le pusimos de una lista que hicimos con mi esposo, queríamos que sea corto y que encerrara la dulzura que ella representa.

“Los dos juntos son un pequeño terremoto, en el buen sentido de la palabra, nos han dañado los muebles de la sala exterior, se han comido alfombras, botan las macetas y hasta me han roto la ropa por jugar. Ellos salen todos los días a caminar para quemar la energía y dos veces a la semana viene a la casa un entrenador para su educación, aunque confieso que yo les mimo demasiado y de eso se aprovechan”.

Borja tiene un hijo de un año, llamado Nicolás. Sueña verles acostados en la cama viendo una película y a Nicolás sobre ellos. “Ellos siempre nos quieren agradar, son apacibles, juguetones y muy dóciles, especialmente con el bebe de la familia. El año que viene seremos abuelos, vamos a casarle a Abi, nos quedaremos con uno de sus hijos para Nicolás y los otros los vamos a regalar a amigos o conocidos que de verdad los quieran y traten con cariño, que estén dispuestos a construir con ellos una relación bidireccional y hacerlos parte de su núcleo familiar”. (I)

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