José Ignacio Holguín, gerente de marca Volkswagen (VW) del corporativo Automotores de la Sierra (ASSA), que cuenta con una red de 27 concesionarios a nivel nacional, de los cuales siete son VW, no puede estar más orgulloso de su equipo en el concesionario de San Rafael, Quito. Hace una semana, Tamia Espinosa de los Monteros, jefa de la agencia tomó la decisión de adoptar una perrita mestiza que había llegado al lugar en una situación muy delicada. La bautizaron Pola, en honor a uno de los modelos de autos. "Cayó en buenas manos. Tenemos el espacio y las ganas de darle los cuidados respectivos, pero sobre todo el cariño. Asumimos todos sus gastos. Queremos pronto replicar esta experiencia en otros concesionarios y contar con muchas Polas”, dice Holguín.
Mientras Espinosa de los Monteros relata los hechos desde esa dramática noche de viernes:
“La perrita simplemente llegó, estaba súper flaca, arruinada, se podría decir, tenía leche en sus tetitas y pensamos que se le habían perdido sus cachorritos. El sábado, cuando llegué, el guardia me informó y ese rato todos nos movilizamos alrededor de ella. Lloraba del dolor, por suerte todavía no ingresaban clientes.
"Ese rato llamamos a un cliente que es veterinario, gracias a Dios por el tema ventas te conoces con todo el mundo. Fuimos a la veterinaria, ahí descubrimos que estaba preñada de siete perritos. Casi fui abuela (risas) -me dijo el veterinario-. Casi, porque no hubo cómo salvarlos ya que estaba muy desnutrida. Se le hizo una cesárea, luego se la esterilizó. Pasó el fin de semana en la veterinaria y el lunes nos la entregaron hasta bañada, su piel estaba llena de ácaros. El primer gasto lo costeamos nosotros, el veterinario no nos cobró, solo tuvimos que pagar las medicinas. Pensamos que tiene dos años, que era una perrita de casa que fue abandonada.
"Ahora Pola es parte de la nómina y todos los gastos son asumidos por la corporación. Le compramos una cama, tiene hasta su propio cuarto, aunque le gusta dormir por todo lado. Su nombre viene de nuestro modelo de auto, Volkswagen Polo. Ella se porta súper bien, no es invasiva con los clientes. Todo lo que ha pasado le ha vuelto muy especial, dulce, colaboradora, pasó a ser una jefa en la agencia. Pasa el día con nosotros, somos 15 personas que en algún momento jugamos con ella o le acariciamos y mimamos. En la mañana siempre le gusta que le tomemos en cuenta, nos pasa la pelota, incluso nos rasca con su patita para que le hagamos caso. Hoy el ambiente laboral es maravilloso, porque ha logrado que bajemos nuestro estrés con sus caricias, nos pasa energía positiva.
"Con los clientes es muy respetuosa, se acerca muy despacio, algunos se ponen a jugar, toman los juguetes y le lanzan. Una cliente llegó y se puso a jugar con la Pola, comentó que también tiene una perrita y nos preguntó si Pola podía subirse al carro que quería comprar para ver si entraba cómodamente. Otra cliente le llamó y se acostó en sus piernas, hasta se quedó dormida, yo me acerque a preguntarle si le molestaba y su respuesta fue que ella necesitaba un abrazo de la Pola. Todo funciona de manera natural.
"En la noche le dejamos con comida antes de irnos y en la mañana le da el guardia o el primero de nosotros que llega, trabajamos hasta el sábado. El domingo pasa con los guardias. Pola no sale del perímetro del concesionario, es muy inteligente, no se aleja, usa un buf de Volkswagen como su identificación”. (I)
