Forbes Ecuador
Pink Teddy
Movimiento Inspirador
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José Maldonado Del Corral dejó un gran trabajo en la gigante Google para lanzarse en su propia aventura. Creó su agencia de marketing digital y ahora es una de las más cotizadas de Michigan. Y su creatividad le ha abierto puertas en Nueva York, Miami, Colorado y, por supuesto, Ecuador. A sus 28 años, este amante del tecno, de ciclear en nieve y de sumergirse en aguas heladas, quiere ser inspiración para los jóvenes ecuatorianos y para las personas queer. Está seguro que el disconfort impulsa las buenas ideas.

05 Junio de 2023 20.54

No podía estar más orgulloso y feliz, cuando finalmente tuvo entre sus manos esa especie de peluche rosado (para mí, es fucsia, pero no sé, quizás peco de ignorante). Me llamó y me dijo “Ya tengo las fotos, quedaron espectaculares, ahora sí, contemos mi historia”. Semanas atrás, cuando me encontraba en Toronto, Canadá, finalmente, después de varios intentos y agendas cruzadas, pudimos hablar vía telefónica. Él, desde la helada Detroit, Michigan, me decía que los cero grados por los que estaba tiritando no eran nada. Y me invitaba a un buen rave. No pudo ser, por esta vez…

José Maldonado Del Corral, quiteño, de 28 años, con un double major en Marketing, tras vivir varios años, con sus padres emprendedores -tiburones de ventas, los llama él- en Bolivia y Perú, finalmente aterrizó en EE.UU. “Mis padres, Leonardo Maldonado y Sandra del Corral, llevan más de 32 años en un negocio de educación del español con diferentes organizaciones mundiales, como la Cruz Internacional, el Banco Mundial o la escuela diplomatica de Estados Unidos. Cuando tienen que enviar diplomáticos hacia Latinoamérica, se acreditan en español en nuestras escuelas. También trabajamos con universidades de todo el mundo y la primera con la que hicimos relaciones hace tres décadas era Alma College, universidad privada a la que vine a estudiar”. 

Gracias a estas experiencias tempranas de vivir por varios países, no tuvo miedo a desenvolverse y adaptarse a un nuevo ambiente y cultura. Tras cuatro años, se graduó e hizo una práctica en el Chicago Institute. También aprovechó para tener su primera pasantía en una agencia de marketing cross cultural de minorías que se llama “Comadres Inc”. Allí, la ecuatoriana Enna Calderón fue su mentora y amiga. “A través de ella tuve la oportunidad de sentarme en las reuniones con la gente de alto mando de grandes empresas como Macy's, Pepsico, McDonald's, entre otras. Empecé a tomar interés y me di cuenta que una talla de zapatos no le entra a todos, como se dice. Hacíamos estudios culturales de minorías, para proveer mejores estrategias para estas cuentas. Por ejemplo, Macy's nos decía que no les funcionaba su anterior campaña de Navidad para los latinos. ¡Obviamente! Mostraban los productos, pero a los latinos hay que hablarles de la familia, de la cena, de sentarse en la mesa. Así me di cuenta que el marketing funciona mejor para comunidades nicho”. 

Después de su experiencia en Chicago, se marchó a Detroit, para trabajar en Google. Mientras empezaba, se dio tiempo para obtener una certificación de Harvard, en Negotiation Mastery. La gente de Google, a través de una cazadora de talentos, lo había localizado. Permaneció en esa compañía entre 2017 y 2019, desarrollando la forma de introducir Google News para España, Estados Unidos hispano y México. “Introdujimos con éxito Google News a estos mercados de lengua hispana. Sin embargo, a pesar de que estuve en la compañía soñada, realmente no me sentía que tenía un propósito, no disponía de la libertad para proveer oportunidades para otra gente, ni para ver a mi familia. Lo interesante es que con esta experiencia de dos años, más mis estudios, más mi paso por el marketing cross cultural, más mi certificación en Harvard, tenía toda la fórmula para empezar con mi emprendimiento”. 

Así, durante la pandemia, nació Pink Teddy, una agencia de marketing que parecía, para el momento que vivía el planeta, una idea descabellada. Empezó solo e inspirado en Seth Godin, uno de los padres del marketing moderno y cuyo “Purple Cow” se transformó en su biblia. “Mi agencia es un tributo a Godin y su libro, que se basa en pensamiento inteligente más un toque de rareza. A lo largo de mi vida he aprendido a encontrar placer en los momentos de disconfort. Por eso me lancé a fundar la agencia, no tuve miedo y el soporte de mi familia fue fundamental. A la vez, sabía que la vida del emprendedor no es rosa. Fue algo loco y me alegro de haber tomado esa decisión”. 

En un momento en que la conexión a las pantallas creció exponencialmente, Pink Teddy se abrió espacio a una gran velocidad, después de obtener su primer cliente, una cadena de cafeterías en Michigan. Actualmente, la firma tiene siete colaboradores y clientes regados a los largo de Detroit y Michigan, en Nueva York, Miami, Colorado y Ecuador. En términos financieros, el primer año de operaciones generaron US$ 300.000 y el siguiente crecieron 67 %. “Solamente un 3 % de las agencias en EE.UU. sobrevive hasta el segundo año. Nosotros, no solo sobrevivimos, sino que tuvimos un crecimiento. Nunca tuvimos que sentarnos a convencer a los clientes para que trabajaran con nosotros, han llegado por referencias. Este año estamos implementando Inteligencia artificial en el 100 % de los procesos. Nuestra industria avanza tan rápido, que si no nos adaptamos rápidamente, pues se nos va el tren. Tenemos la habilidad de adaptarnos, una ventaja competitiva respecto a las grandes. Y claro, agencias de marketing se encuentran por trillones, pero nuestra fortaleza es este pensamiento latinoamericano, de hacer cosas con un poquito más de de atención a la persona, no solamente pensar en el crecimiento financiero, sino en cómo podemos formar parte de una comunidad y cuáles son los beneficios para nuestros empleados”. 

SU OTRA PASIÓN

Se ve viviendo en Detroit por mucho tiempo. Ha visto cómo ha ido renaciendo después de la crisis de 2019, lo que ha creado un sinnúmero de oportunidades. “Además, es la capital del tecno, aquí nació el tecno, en las culturas afroamericanas y queer. Todavía existe ese ambiente underground, bohemio, es una fuente de gran inspiración. Me fascina ser parte de la comunidad tecno. Es mi terapia. Salir y absorber esa vibra que tiene Detroit. También me encanta hacer bicicleta en la nieve y, gracias a la inmensa cantidad de bosques y de Lagos, últimamente he empezado a sumergirme en agua que está casi a punto de congelación. Lo hago por lo menos una vez a la semana por diez minutos, que es mi máximo que he logrado”. 

Es gay. En Chicago tuvo la oportunidad de tener por primera vez conocimiento sobre qué es la vida queer. Y eso se ve reflejado también en Pink Teddy, para adaptarse, de absorber diferentes ambientes y proveer alternativas pensadas fuera de la caja. “La maravilla de este país es que puedes ser tú mismo. Una personalidad singular no significa una limitación, sino una oportunidad para crecer, contigo mismo o tu negocio. Desde hace cinco años, mantengo un grupo en Facebook, Queer Latinx, donde hacemos actividades de networking, activismo o para tener un after de fiesta”. 

¿Cómo se ve hacia el futuro y qué mensaje dejaría a los jóvenes ecuatorianos? Seguir creciendo con la agencia y encontrar un híbrido entre las industrias, del tecno, del house y la industria automovilística. “Detroit también se está convirtiendo en la meca de la energía alternativa. Entonces hay un montón de necesidades por las agencias. A los jóvenes, mi mayor consejo es que aprendan a abrazar el disconfort, a aceptarlo, a darle la bienvenida, porque solamente cuando uno está en disconfort, es cuando se empieza a crear, a innovar, a preguntarse a sí mismo si lo que se tiene le hace feliz y, si no, cómo puede encontrar diferentes alternativas para llegar a sus metas. Y, a los jóvenes queer, acepten su sexualidad, dejen de negarse a sí mismos. Cuando yo lo hice, solo en ese momento la gente pudo conocer el José genuino que soy ahora. Espero ser inspiración para jóvenes o personas mayores que todavía no encuentran el momento de aceptarse a sí mismas. Ser genuino con uno mismo va a traerles crecimiento personal”.  

Terminamos una extensa conversación con la reiterada promesa de ir a una fiesta house. Hasta que suceda, le dije, me gustaría que todos te conozcan. Y así se armó esta nota. (I) 

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