Cinco lecciones de las empresas pequeñas para toda clase de negocios
En el vertiginoso mundo del emprendimiento, el éxito se presenta en todas las formas y tamaños.

Como fundador de una empresa de servicios empresariales, he pasado innumerables horas consultando con más de 1000 propietarios de pequeñas empresas para vender nuestros servicios.

Sin embargo, en mi enfoque de ventas, en lugar de centrarme estrictamente en cómo se relaciona su negocio con mis ofertas de servicios, me sumerjo profundamente en sus operaciones.

Los altibajos, los problemas de personal, las opciones de software, los sistemas, las lecturas recomendadas: lo descubrimos todo. Este proceso es como buscar debajo de la alfombra cada negocio con el que interactuamos.

A lo largo de los años, estas conversaciones han ampliado mi comprensión de las empresas en casi todos los sectores y modelos de ingresos. A partir de este tesoro de información, he recopilado algunas ideas fascinantes.

 

Repensar la innovación

La primera lección es bastante contradictoria: no es necesario ser innovador para tener éxito. Muchos emprendedores operan en mercados saturados y aún así encuentran el camino hacia el éxito, ya sea superando a sus competidores o por pura determinación. En algunas industrias, el mercado es lo suficientemente grande como para que, incluso con una competencia intensa, el pastel siga siendo lo suficientemente grande como para que todos tengan una porción.

El hito del millón de dólares

Aprendí que existe una diferencia operativa significativa entre las empresas que ganan menos de 500.000 dólares al año y las que superan el millón de dólares. Hasta alcanzar este último umbral, el emprendedor a menudo puede microgestionar su camino hacia la estabilidad. Sin embargo, el costo suele ser su tiempo y su cordura.

Para romper la barrera del millón de dólares, la delegación efectiva es crucial. Debe confiar en su equipo y contar con sistemas que funcionen sin su supervisión constante. Este es un obstáculo importante para muchos propietarios de empresas y explica por qué tantas se estancan en la marca del millón de dólares.

 

La verdadera definición de cultura

Descubrí que la cultura no se trata de mesas de ping-pong o barriles de cerveza en la oficina. Se trata de comportamiento de liderazgo. El enfoque, la pasión, la preparación y el respeto demostrados por el equipo de liderazgo son lo que realmente define la cultura de una empresa. No se trata de demografía. Se trata de actitud. Así que la próxima vez que pienses en la cultura de tu empresa, recordá que son sus comportamientos, no las comodidades de tu oficina, los que marcan la verdadera diferencia.

La importancia de alinear incentivos

Como director ejecutivo, alinear los incentivos es una máxima prioridad. Si los objetivos de un departamento entran en conflicto con los de otro, inevitablemente surgirán problemas. Es vital asegurarse de que todos los equipos avancen en la misma dirección. Una vez que se logre esta alineación, los empleados, los clientes, los inversores y todos podrán beneficiarse. La armonía creada cuando los incentivos de todos se alinean es mi definición de éxito.

 

Abrazar la acción imperfecta

En mi experiencia, los emprendedores que más luchan no son los que toman decisiones incorrectas sino los que quedan paralizados por la indecisión. No se trata de hacer el movimiento perfecto. Se trata de hacer un movimiento. Cualquier paso adelante, por pequeño que sea, es mejor que quedarse quieto.

En el vertiginoso mundo del emprendimiento, el éxito se presenta en todas las formas y tamaños. Las lecciones descritas anteriormente ofrecen una idea de las realidades y los desafíos que enfrentan las pequeñas empresas. Sirven como recordatorio de que no existe una fórmula única para el éxito.

Cada conversación con el propietario de una pequeña empresa añade otra capa a mi comprensión, enriquece mi perspectiva y refuerza la naturaleza diversa del espíritu empresarial. El proceso de aprendizaje nunca termina y espero que estas ideas te inspiren a aceptar el viaje y dar el siguiente paso, por imperfecto que sea.

*Con información de Forbes US