Gustavo Gutiérrez puede ser, sin exagerar, el protagonista de una serie de acción. Se salvó de un accidente de avioneta en el Puyo; tuvo que nadar en un río de la Amazonía cuando una lancha en la que visitaba a sus clientes se dañó; sabe cómo utilizar al revés y al derecho una motosierra; y corrió y ganó la carrera atlética Quito Últimas Noticias.

Además es el fundador y gerente General de Inmuebles, Motores y Equipos (Inmeq), una empresa familiar enfocada en el mundo de la ferretería, que importa y distribuye productos de marcas como Stihl, Coleman, Monroe, entre otras. Este empresario también fundó, hace 57 años, la ferretería Gutiérrez Navas.

Desde los primeros días de su negocio, Gutiérrez tuvo clara la misión de su empresa: “Servir a la comunidad y apoyar a otros empresarios para que se beneficien con nuestros productos”. También recuerda que tuvo la oportunidad de obtener la representación de Stihl y la aprovechó. “Los contactamos, les contamos nuestra experiencia en el negocio ferretero y nos dieron la distribución hace 40 años. Es una labor cumplida. En la familia hemos asimilado muy bien la cultura alemana en los negocios y por eso mi hija y mi nieto han seguido el camino”. 

¿Cuáles fueron los desafíos más importantes en estos años? Gutiérrez no duda en responder que los retos son diarios, pero se toma un momento para hacer memoria y recordar las dificultades para abrirse mercado. Y lo dice de manera literal: “Hubo momentos de más empeño, como, por ejemplo, cuando tenía que tomar un helicóptero o una canoa para llegar a ciertos puntos del país. Los viajes nocturnos, con derrumbes que los superábamos para llegar hasta donde los clientes. Fueron dificultades, pero también satisfacciones”.

Al ver la trayectoria recorrida y al reunirse con su hija y su nieto en las oficinas de Inmeq, Gutiérrez sabe que la nueva generación mantiene el rumbo “Sé que defenderán lo logrado y seguirán por 40 años más. El legado es la disciplina”, dice Gutiérrez quien asiste a la oficina a diario.

Patricia también destaca las enseñanzas de la familia aplicadas en la empresa. “Todos los días aprendemos y a mi hijo Iver lo formamos pensando en que sea quien guíe la empresa y ya lo está cumpliendo. Ha sido un proceso que nos llena de orgullo”.

Hoy en día Inmeq ofrece al mercado cerca de 120 productos de la marca Stihl para segmentos como el agrícola, el forestal, los servicios y el trabajo doméstico. “Tenemos desde motoguadañas y fumigadoras hasta cortadoras de palma,  aspiradoras, un robot que corta el jardín. El producto más demandado es la motosierra”, indica Paredes ante la atenta mirada de su abuelo. “Mi tarea es hacer crecer la empresa con los valores que hemos aprendido, hemos podido trabajar tres generaciones en conjunto”. 

Paredes añade que su hija, quien está en la primaria, será la heredera del trabajo iniciado hace casi seis décadas “Mi pequeña ya está aprendiendo alemán y sabe lo que hacemos en la familia”, dice con orgullo el gerente de Marketing de Inmeq.

Hoy la empresa tiene 90 distribuidores y 150 puntos de venta; las ventas de este año estarán cerca de los US$ 20 millones. “Estamos en todas las provincias del país y contamos con un equipo de 85 empleados. Seguiremos trayendo nuevos productos pensados en distintos públicos”. (I)