Exportaciones de plátano procesado crecen 22,2%; el segmento fresco cae
El sector platanero tiene dos caras. El plátano fresco decreció 2,64 % en exportaciones, entre enero y mayo de 2025, y el plátano procesado creció 22,21 %, con diversificación de mercados y variedad. El descenso de la producción impacta en la oferta exportable en calidad y precios. La oferta actual no cubre más del 30 % de la demanda, según Asoexpla.

Entre enero y mayo de 2025, las exportaciones ecuatorianas de plátano fresco registraron una caída del 2,64 % en comparación con el mismo período de 2024. La cifra pasó de 5,28 millones de cajas a 5,14 millones, según datos de la Asociación de Exportadores de Plátano (Asoexpla). 

Mientras el plátano fresco enfrenta una reducción en su volumen exportado, el segmento procesado muestra un repunte significativo. Según cifras de Asoexpla, las ventas acumuladas de productos derivados alcanzaron las 21.460 toneladas, un aumento de 22,21% frente al mismo periodo de 2024.

Este crecimiento se apalanca en la diversificación de destinos y tipos de productos. Estados Unidos se consolidó como el principal mercado con 66,08% de participación, seguido por América Latina y la Unión Europea. Los mayores crecimientos se registraron en países como Bahamas (+349,80%), España (+103,05%) y Países Bajos (+96,71%).

En tanto, el principal comprador de plátano fresco también es Estados Unidos (82,40 % de participación), seguido de la Unión Europea (14,78 %), América Latina (1,5 %) y Reino Unido (1,26 %). 

El director ejecutivo de la Asoexpla, Eduardo Manrique, atribuye el descenso a una combinación de factores que afectan la productividad del plátano verde y que impacta en las exportaciones. "No es algo reciente, pero sí viene empeorando", señaló. 

Entre las causas mencionadas figuran enfermedades como la plaga del moko, problemas fitosanitarios, eventos climáticos extremos (vientos, inundaciones, frío) y la falta de tecnificación, especialmente entre pequeños productores de Manabí, la provincia más productiva del país.

En años anteriores, el primer cuatrimestre tiene registros históricos de sobreproducción y baja de precios. Sin embargo, en 2025 la producción comenzó en niveles bajos y junio mostró el típico descenso estacional. Manrique indicó que la oferta actual no cubre más del 30 % de la demanda, y estimó que la producción nacional podría haber caído entre 30 % y 40 %.

A este panorama se suma una mayor demanda local y agroindustrial, como para procesamiento, lo que complica aún más la disponibilidad de fruta de calidad para la exportación.

Producción de plátano. Foto cortesía

En Ecuador, el plátano verde es un producto estrella en la canasta básica, sobre todo en la Costa, en la oferta de platos preparados y en el menú de restaurantes y cafeterías. Según el Instituto de Estadísticas y Censo (INEC), en mayo de 2025 fue el alimento con la inflación mensual más alta, con 24 %. 

Según un estudio de Asoexpla, el consumo per cápita anual del ecuatoriano era de 40 kilos hasta 2024, pero se calcula que este año crecerá a 42 kilos. El 70 % de la producción se queda en el país para el autoconsumo. 

Competitividad en riesgo

Los altos costos de producción y la baja calidad del producto generan dificultades en los mercados internacionales. Según Manrique, entre el 20 % y 30 % de la fruta enviada llega en mal estado, provocando multas, cancelaciones de pedidos y pérdida de clientes. "Nuestros competidores como Colombia, Perú y Costa Rica tienen mayor tecnificación y mejores rendimientos", advirtió.

El costo de la caja de plátano fresco estaba entre US$ 15 y US$ 16 en el mercado spot, pero en julio se comercializa hasta en US$ 18,50. En tanto, el precio de sustentación fijado por el Ministerio de Agricultura es US$ 7,50. 

Aunque el plátano ecuatoriano tipo barraganete es altamente cotizado por su textura y variedad, la falta de tecnificación, entre el 70 % y 80 % de los productores nacionales, impide mantener estándares de calidad exigidos en el mercado externo.

"Los compradores nos dicen, bueno, sabes que si me va a seguir llegando la fruta así, no la pido, no la quiero. Hasta que mejore un poco la calidad, hasta que pase el problema este fitosanitario, productivo, lo que sea que estén pasando", señala Manrique.

El plátano de exportación y el plátano para consumo interno tienen dos requerimientos totalmente diferentes. Para exportación fresco se exige mayor tamaño, mayor grosor, que sea limpio, sin manchas, y que no esté estropeado, mientras tanto, para autoconsumo "el tema estético no es importante".

El panorama actual del sector platanero es muy distinto al año pasado. Entre enero y septiembre de 2024, Ecuador se ubicó en el 'top' 1 del ranking de proveedores de plátano fresco a escala global. Manejó el 31 % de la participación del mercado de toda la oferta exportable, superando a Guatemala, que este año recuperó el primer lugar en las ventas mundiales. 

Medidas y llamados urgentes

El sector platanero ha solicitado al Ministerio de Agricultura un plan de recuperación que incluye: levantamiento técnico de información, incentivos para revitalizar áreas productivas, líneas de crédito diferenciadas y autorizaciones para nuevas siembras bajo criterios sostenibles.

"Si no se modifican las condiciones actuales, podemos sufrir afectaciones directas en el sector exportador fresco y eventualmente en el procesado", alertó Manrique.

El directivo destacó el potencial del plátano como producto de economía circular, cuyo aprovechamiento incluye consumo interno, agroindustria, ganadería y exportación. Pero insistió en que, sin medidas concretas, el país corre el riesgo de perder mercados estratégicos.

La venta de procesados

Mientras el sector de plátano fresco enfrenta dificultades, el segmento de procesados gana terreno en nuevos mercados y diversifica sabores y presentaciones.

Entre enero y mayo de 2025, el tipo de producto más exportado en productos procesados fue la rebanada (7.840 toneladas), seguido por el chifle (5.030 toneladas) y el patacón, este último con un crecimiento del 72,19%. Los productos congelados lideran en estado de conservación (49,89%), y los sabores salado, natural y dulce concentran el 98% del total. (I)