Cristina Amoroso vive desde hace cinco años en Madrid, España. Esta cuencana llegó a la capital española para estudiar una maestría y su plan inicial era regresar al Ecuador para continuar con su carrera profesional. Pero los avatares del destino y su talento para el diseño de interiores y los negocios hicieron que los planes de Amoroso cambiaran.

En una entrevista por Zoom esta ecuatoriana de 36 años cuenta que sus inicios profesionales estuvieron en su ciudad natal, donde se hizo conocer como diseñadora independiente. Le iba bien, pero quería seguir aprendiendo y en 2018, junto a su esposo, saltó el charco y empezó un máster en la Universidad Carlos III de Madrid en Administración y Creación de Empresas e Iniciativas Emprendedoras. Esa experiencia académica fue determinante en el futuro de Amoroso.

“El proyecto con el que me gradué del máster se trataba de un servicio de interiorismo en línea. Pasaron muchas cosas que me hicieron ver que estaba en el mercado adecuado para explotar ese proyecto y decidimos quedarnos. Además mi esposo también encontró buenos trabajos en su especialidad, la seguridad de la información. Se abrieron las puertas y eso nos llevó a quedarnos por acá aprovechando las oportunidades”, cuenta con un leve acento español, aunque ella dice en broma que aún le falta hablar con la zeta.

Amoroso explica por qué apostó por un servicio en línea. “Por lo general, al interiorismo siempre se lo ve muy aspiracional, muy de alto rango y costoso. Por eso la propuesta de valor que planteé para graduarme fue democratizar el diseño de interiores, una tarea que mejora el bienestar de las personas”. Amoroso desarrolló el modelo de negocio invitando a Andrea Gámez, una mexicana con quien compartió aulas de la maestría. “Entre las dos unimos fuerzas y fundamos Annanké Interiorismo. Fue algo muy novedoso que se validó con la llegada de la pandemia y la obligatoriedad de quedarse en casa”.

Amoroso disfruta su trabajo y eso se nota cuando explica lo que hace Annanké. Ella detalla que el interiorismo online automatiza procesos y permite que los clientes se sientan igual de cómodos que con el trabajo presencial. Para empezar, Amoroso solicita fotos, videos o planos básicos para empezar a trabajar; además pide llenar un formulario inicial de gustos, funcionalidades y luego se desarrolla el proyecto.

Con el concepto definido el trabajo empezó por la promoción del estudio de diseño. Las redes sociales fueron los canales naturales que Amoroso y su socia utilizaron; y por ese medio llegó el primer cliente: una pareja de ecuatorianos que viven en Nueva York. “Pensábamos que los primeros clientes serían españoles, pero no fue así. Lo bueno fue que teniendo a España como base hemos logrado un alcance interesante por Europa. Por eso ahora tenemos clientes en Suiza, Francia, Suecia, España. Vemos que la idea suma acogida y que esos y otros mercados no son inalcanzables”, señala con emoción.

Hoy en día Annanké Interiorismo está evolucionando. Mantiene el servicio on line, pero también desarrolla trabajos presenciales. La primera reforma en el mundo off line fue en 2020, con una pareja mexicana que reside en Madrid. “Esa experiencia nos hizo ver que debíamos pensar en los servicios luego de la pandemia. Por eso nos hemos diversificado y hoy atendemos a clientes particulares, pero también trabajamos con empresas promotoras, inmobiliarias y gestores de departamentos de alquiler”. Con este modelo Annanké Interiorismo tuvo ventas por cerca de US$ 500.000 el año pasado y para el futuro cercano planea desarrollar procesos usando inteligencia artificial y machine learning.

Amoroso detalla que ella y su socia están al frente y que para los trabajos cuentan con partners contratistas. “Hacemos subcontrataciones de toda la cadena de servicios que necesitamos y así minimizamos gastos y costos. Por ejemplo, trabajamos con un diseñador web en la India y renderistas en México, Venezuela o España. En cada proyecto presencial tenemos cerca de 20 personas trabajando. Además Annanké Interiorismo tiene dos socios españoles relacionados con el sector promotor de viviendas en Málaga”.

¿Con todo lo logrado te sientes ya española? Amoroso responde con franqueza: “Me falta la zeta, pero ya le tengo mucho cariño a este país que nos ha acogido. Hemos hecho grandes amigos y me ha dado una empresa”. (I)