Forbes Ecuador
Mateo Alvarez
Negocios
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Mateo Álvarez Uribe es un nómada digital ecuatoriano que en medio del confinamiento cofundó Vimofy, una startup que potencia la difusión de campañas premium de video en medios digitales. Este año espera cerrar con una facturación de US$ 3 millones.

04 Marzo de 2024 09.49

Mateo Álvarez Uribe es un emprendedor lleno de ímpetu que creó una plataforma tecnológica que se mueve en el mercado de la publicidad en América Latina. Su historia comienza cuando dejó Ecuador para estudiar la universidad en Boston (Estados Unidos). Cursó dos carreras, Informática y Marketing, esta última le llamó la atención por su potencial de crecimiento y por el auge del mundo digital.

Apenas terminó, este amante del campo y el aire libre armó sus maletas para su siguiente aventura en Madrid (España). Allá estudió una maestría en Investigación de mercados y Comportamiento del consumidor, indispensable para tener una buena perspectiva sobre lo que funciona en la industria.

Álvarez comenzó a trabajar en programática, una vertical de la publicidad digital, "distinto, pero apasionante". Sin embargo, la pandemia de Covid-19 arruinó sus planes de crecimiento, perdió su trabajo y era muy poco probable que alguien lo contratara en medio del confinamiento. ¡En ese momento existió un quiebre! 

Regresó con fuerza la idea de emprender y la necesidad lo obligó a pasar muchas horas buscando la manera de hacer realidad los planes en su cabeza. "Tenía que aprovechar el tiempo, conseguí un socio israelí (por casualidad), quien estaba en esta industria y contaba con una plataforma programática de video".

Los dos tuvieron varias conversaciones y decidieron lanzar una empresa que estuviera enfocada en América Latina, un mercado descuidado y con mucho potencial. Es así que nació Vimofy, una startup que potencia la difusión de campañas premium de video en medios digitales. "(Entre risas) Mi familia todavía no entiende lo que hago. En pocas palabras la compañía es un publisher network, donde ofrecemos a nuestros anunciantes la posibilidad de lanzar sus campañas de video, a través de nuestros socios, medios importantes de Latinoamérica".

Su isotipo es un búmeran, donde Vimofy está en la mitad, los anunciantes en la parte de arriba y los publishers están abajo. Para entender mejor, los medios de comunicación tienen en sus páginas web espacios publicitarios. Vimofy utiliza estos lugares (llamados inread o entre el texto) para colocar campañas de video de sus anunciantes. "Competimos con YouTube en el área de video, nosotros pagamos al sitio por el tráfico que genera y el resto es para nosotros. Es un mundo muy curioso porque ahora los medios deben monetizar a sus audiencias y abrir estos espacios".

Los socios fundaron oficialmente el negocio en 2020, apenas pudieron salir del confinamiento. Les tomó algún tiempo comenzar con las operaciones. Primero, se contactaron con los medios más influyentes de cada país en América Latina, llegando a más de 2.000 alianzas. Segundo, se asociaron con las agencias de medios más destacadas, generando mucha tracción e interés en la plataforma. Con sus dos grupos de aliados, Vimofy comenzó a crecer y centrarse en ofrecer mejor cobertura, innovación y costos más asequibles.

Actualmente, cuentan con 400 campañas al mes, lo que en un año significa cerca de 5.000 campañas. Vimofy tiene operaciones en México, Colombia, Ecuador, Perú y Chile; además se están expandiendo a Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Venezuela y Argentina. Entre las marcas que usan sus servicios están: KFC, Banco Santander, Latam Airlines, Sephora, Dove, Ford, Farmacias Medicity, entre otros.

Su equipo está conformado por ocho ejecutivos comerciales distribuidos en Latinoamérica  y un equipo de 15 personas en Israel, encargadas de la parte tecnológica. En su primer año de facturación la startup llegó a US$ 100.000; en el segundo año triplicó la cifra a US$ 300.000 y este 2024 esperan cerrar su facturación en US$ 3 millones. De acuerdo con Álvarez, de 30 años, su objetivo es ofrecer a las marcas alta visibilidad y prioridad en sus campañas sin descuidar la experiencia de los usuarios.

Para terminar la entrevista, este quiteño, amante de los caballos y el polo, nos cuenta que no tiene fecha de retorno. Madrid es su centro de operaciones y como todo nómada digital, el mundo es su oficina. 

Se considera como un perseverante incansable, su cabeza va a otra velocidad y no se detendrá hasta obtener un pedazo de la torta, no importa si es el 0,01 %. "Estoy abierto al mundo, soy proactivo, me anticipo y siempre tengo hambre de más. Yo les invito a que no tengan miedo a equivocarse, ese es el camino. Más personas deberían emprender por necesidad y tener urgencia en hacer las cosas, todo es para ayer". (I)

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