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¿Waffles en forma de qué? La exótica tendencia también crece en Ecuador

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Tal como ha sucedido en España, México, Puerto Rico, Perú, etc., un negocio que roza los límites de la polémica se ha instalado en la capital ecuatoriana. La propuesta de vender waffles en forma de órgano sexual masculino parece calar en el mercado. Ahora, va camino de abrir su tercera tienda en menos de un año.

04 Septiembre de 2021 23.07

La comida entra por los ojos es la frase cliché en el mundo de la gastronomía. Pero ¿y si tiene la forma de un pipí?

Bueno, ese el  'formato' o 'emplatado' que utiliza una idea de negocio que surgió en España y que se replica en México, Puerto Rico, Perú y, claro está, Ecuador. Si hasta este momento de la lectura cree que este artículo es una inocentada o una broma estrafalaria, lea lo siguiente.

Corría el 2019 cuando Pedro Bauerbaum, nacido en Tenerife y radicado en Madrid, España, abrió un negocio de comida en el que la oferta eran unos waffles en forma de pene y de tamaño extragrande. Tal como lo lee.

El negocio se llama La Pollería y allí lo común resultó escuchar pedidos como “Hola, vengo a por una polla”. La idea fue calificada como la última provocación culinaria. El emprendimiento se hizo conocido y los usuarios de las redes sociales se encargaron de las relaciones públicas.

También aparecieron los opositores que intentaron boicotear la idea “por sexualizar al hombre”, con campañas y hashtags en medios digitales, tal como sucedió en San  Juan, la capital puertorriqueña.

Los pipí waffles siguieron cruzando fronteras y desde noviembre del 2020 Quito se sumó a la lista de ciudades en donde se los oferta a todos los que se animen a probarlos. Esto ocurrió gracias a una emprendedora, Yolanda Rosero, quien junto con su esposo Diego Terán, se enteraron de los waffles en forma de pene y decidieron abrir una isla en un centro comercial del sur de Quito.

Lo primero fue importar los moldes para los waffles, aprender a hacerlos y contratar una persona para atender el local. La inversión en las dos waffleras fue de USD 1.300 y permite elaborar cuatro 'pipís' a la vez, en cada una. “Al principio hubo cierta resistencia, en especial entre las personas de más edad. A los jóvenes, en cambio, les llamó la atención y se convirtieron en "clientes fijos”.

Con el impulso del primer local, Rosero y Terán abrieron un segundo, en el sector de La Vicentina, en mayo de este año. “Acá la mayoría es chicas que vienen a pasar un rato entre amigas. Se ríen, se hacen selfies y publican sus historias en las redes sociales”. Pero también llegan familias, añade Rosero.

En el menú se encuentran sabores de nutella, frutilla, chocolate y banano. También hay los triples y los felices.  Y para 'equilibrar' la oferta, desde hace un mes y medio también se cocinan las 'pussy waffles'. Con esta idea Rosero genera dos empleos, vende hasta 80 waffles los fines de semana y unos 50 de lunes a jueves; los precios, entre US$ y 4, según las características del postre que se desea degustar. 

Con el eslogan 'Aquí el tamaño sí importa', este negocio se expande y ya alista la apertura de un nuevo local en el Valle de Los Chillos. Todo, gracias a una exótica idea culinaria. 

Ahora vaya y pida su pipí en forma de waffle ¿o era al revés? (I)

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