Forbes Ecuador
Guillermo Conesa para nómada Quito - Ecuador
Nómades
Share

El español Guillermo Conesa vive en Ecuador desde finales de 2012. Este ingeniero de sistemas con un máster en ciberseguridad se lanzó a cruzar el Atlántico para no separarse de quien pensaba que era y es el amor de su vida. CTO y CoFounder de Autority, un emprendimiento tecnológico enfocado en el sector automotor, admira la capacidad de supervivencia del ecuatoriano y como siempre pelea hasta el último. En lo negativo piensa que la inestabilidad política es el mayor problema.

20 Julio de 2023 10.25

Guillermo Conesa poco o nada sabía de Ecuador cuando aterrizó en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito a finales de 2012. Luego de pasar migración  casi le da un infarto al llegar al área donde debía retirar sus maletas. “Mis maletas estaban tiradas en el suelo, me dije ¡qué bestia, en dónde estoy! Me vine sin nada, a ciegas, sólo sabía que era un país en desarrollo”. Esta primera impresión se borró cuando cruzó la puerta de salida y vio a su ahora esposa esperándole con una sonrisa de oreja a oreja. “Todo se me olvidó y nos confundimos en un fuerte abrazo. Ese momento supe que no me había equivocado al tomar la decisión de venir para estar con ella”.

Conesa y su esposa se conocieron en 2010, en Madrid, cuando ambos formaron parte del grupo de voluntarios en las XXV Jornadas Mundiales de la Juventud, dirigida por el Papa Benedicto XVI. Una confusión y algunas anécdotas sellaron esta relación. “Ella había conocido a mi hermano gemelo, Francisco, somos igualitos. Un día nos cruzamos en el corredor, obviamente yo no le hice ni caso y seguí mi camino. Molesta, me dijo que era un mal educado. Así hubo dos o tres episodios, hasta que entendimos que pasaba y los tres soltamos una carcajada. Empezamos a salir y nos hicimos novios. En 2011 ella debía regresar a Ecuador, tiempo después yo le seguí”. 

Conesa llegó a Quito con US$ 3.000 en su bolsillo. Recuerda que al poco tiempo consiguió trabajo en Auconsis, una empresa que desarrolla software. Ganaba US$ 1.000, de los cuales US$ 500 se le iban en arriendo. Ahí permaneció cuatro años. Luego con un amigo fundó Encuentrahoy, un portal de servicios de digitalización. Juntos lograron levantar US$ 1,5 millones, dos años después fracasaron y perdieron todo. 

En ese periodo, se casó civilmente en Quito y el eclesiástico en Madrid, ya que el sueño de estos jóvenes era hacerlo en la iglesia de la Sagrada Familia de la capital española donde se conocieron.

Pese al tropiezo, este emprendedor de 36 años no desmayó. En 2017 migró a otra startup: Aló Maestro, una plataforma para contratar servicios de construcción. En 2019 la facturación alcanzó  US$ 1 millón, pero llegó la pandemia y se fueron a 'cuidados intensivos' hasta que Uribe Schwarzkopf adquirió la empresa (el valor de la transacción es confidencial). Conesa se quedó un poco más de un año trabajando con ellos en el área de innovación tecnológica. 

Pero como él mismo dice la cabra siempre vuelve al monte y el emprendimiento volvió a tocar su puerta. En abril de 2021 recibió la propuesta de Juan Bernardo Proaño para ser socio cofundador de Autority, un startup enfocada en el sector automotor. En 2022 facturaron US$ 1 millón y hasta la fecha han registrado más de 75.000 descargas de la app. Este 2023 planean llegar a México y en 2024 los ojos están puestos en Colombia y Perú.

Conesa, padre de dos hijos, asegura sentirse a gusto en este país. Cree que el ecuatoriano es una persona de empuje, dispuesta a correr riesgos, que pelea hasta el último. Sin embargo, piensa que nos falta querernos a nosotros mismos, valorar de lo que somos capaces de lograr. “Por estas razones en este país se valora más al extranjero, algo que para mi es muy injusto. Por ejemplo, he visto que, si un ecuatoriano tiene éxito y surge, enseguida aparecen envidias e incluso casos de bloqueo profesional”.

Para Conesa, la inseguridad es un problema, pero más preocupante es la inestabilidad política que se vive, ya porque repercute en la economía y el desarrollo. “En Ecuador es necesario un acuerdo nacional, para no terminar como otros países latinoamericanos. Por suerte tenemos al dólar como moneda, porque transmite seguridad y tranquilidad”.

Lo negativo, dice, es que las empresas grandes no arriesgan, se pueden dar el lujo de no innovar, porque al final tienen el capital para comprar (un producto) el momento que quieran, en lugar de desarrollarlo.

Aficionado al ceviche de camarón, al hornado y a la fritada, por lo menos una vez al año viaja a Madrid a visitar a su familia. Por el momento cree que envejecerá en Ecuador, algo que no le disgusta porque dice sentirse en casa desde el primer día. (I)

loading next article
10