En marcado contraste con la tendencia creciente de muchas empresas que adoptan un enfoque de trabajo híbrido flexible, Credit Suisse adoptó uno más tradicional, obligando al personal a volver a la oficina tres días a la semana, siendo este un factor decisivo para explicar su caída.
El Gobierno invocó la necesidad de estabilidad y legislación de emergencia para anular dos aspectos clave de los mercados abiertos. Luego, los tenedores de bonos descubrieron que la llamada deuda adicional de nivel 1 por valor de $ 17 mil millones no tenía valor.
La velocidad con la que colapsaron cuatro bancos y uno continúa luchando, ha dejado a los inversionistas tambaleándose. Si bien las fallas se produjeron en el lapso de solo 11 días, los escenarios que las derribaron fueron únicos.
Los precios del petróleo y las acciones mundiales cayeron después de que UBS revelara planes para comprar su rival suizo Credit Suisse por 3.200 millones de dólares durante el fin de semana.
La caída se produce un día después de que Credit Suisse reconociera "debilidades materiales" en sus procesos de elaboración de informes financieros.
La desaparición del negociador es el último de una serie de casos de ejecutivos chinos de alto perfil que desaparecen con pocas explicaciones durante una amplia campaña anticorrupción encabezada por el presidente Xi Jinping, aunque las razones de la desaparición de Bao no están claras.
Los inversionistas exhalaban preocupaciones sobre la salud financiera del gigante bancario suizo y la capacidad de la gerencia para reestructurar la institución de una manera que satisfaga a los escépticos.
Se espera que el número de millonarios chinos se duplique de aquí a 2026, según un informe de Credit Suisse publicado el martes, a pesar de la campaña nacional de Pekín para reducir la desigualdad de la riqueza y la fuerte desaceleración de la economía.
Para el ejecutivo Michael Stobaek, lo ideal es diversificar la cartera de inversión "lo más ampliamente posible", incluyendo inversiones alternativas y mercados privados.
