Este histórico hotel es una de las estancias de lujo más encantadoras de la Toscana
Entre callejones adoquinados, viñedos centenarios y desayunos al sol con aroma a rosas, el Borgo San Felice encarna esa hospitalidad serena que muchos prometen pero pocos consiguen. El pasado rural late en cada rincón, sin perder el ritmo del lujo bien entendido.