La mejora se debe a tres motivos: recuperación del financiamiento del exterior recibido por el Gobierno; flujo neto positivo de capitales del sector privado; y un saldo neto positivo en las bóvedas del Banco Central.
El 13,8% del total de las reservas internacionales rusas, constituidas en oro y divisas, se encuentra en China, casi la misma proporción de activos que este banco posee en yuanes.