El artista puertorriqueño conquista al mundo con un estilo que no negocia su esencia. Su estrategia deja enseñanzas valiosas para quienes buscan conectar con comunidades diversas desde lo verdadero.
Bad Bunny, el rapero y cantante puertorriqueño que encabezará el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl del próximo año, avivó la ira de los comentaristas de derecha después de que la NFL anunció que subiría al gran escenario en febrero, señalando sus frecuentes críticas al presidente Donald Trump y las redadas de inmigración de su administración.
Su reciente disputa con Drake catapultó a Lamar a lo más alto de su popularidad, llevándolo al escenario más grande de la música pop global -el SuperBowl- en el estadio "Caesars Superdome" de Nueva Orleans. ¿La curiosidad? No cobró ni un dólar.
Conciertos con estrellas como Post Malone y Trombone Shorty, fiestas exclusivas organizadas por Snoop Dogg y Shaquille O'Neal, y una oferta gastronómica que abarca hasta experiencias culinarias de lujo convierten a la ciudad en el destino ideal para vivir una semana inolvidable.
La artista, quien está en pareja con el jugador de los Kansas City Chiefs, Travis Kelce, estará presente en el partido de hoy. Según las encuestas, más personas están dispuestas a ver al partido gracias a su presencia y esto podría llevar los índices de audiencia a cifras jamás vistas.
El gran partido significa enormes cantidades de dólares, desde el incentivo millonario de Patrick Mahomes hasta el patrimonio neto combinado de 30.000 millones de dólares de los propietarios de los equipos.
Un anuncio de 30 segundos en el evento de este domingo cuesta alrededor de US$ 7 millones. Las empresas que participan hacen todo lo posible por llamar la atención de los espectadores y para esta edición contrataron desde actores hasta deportistas y músicos.
La transmisión del Super Bowl se unirá al programa "Nickmas" de la NFL y Nickelodeon y a "NFL Slimetime" en un intento de la liga por aumentar la audiencia entre los más jóvenes.
Se sabe que la talentosa artista no cobró ni un dólar por su show de medio tiempo. Sin embargo, ya está notando los frutos de su presencia con cifras exorbitantes.
Google, Rakuten, M&M's, Heineken y Doritos son algunas de las marcas reconocidas que desembolsaron millones de dólares para formar parte del gran evento que se emitirá el próximo 12 de febrero por la cadena Fox.
Firmas de renombre como FTX, Crypto.com, eToro y hasta Coinbase no quisieron perderse la verdadera fiesta de ayer. Más de treinta nuevas marcas compraron anuncios para emitir durante el Super Bowl LVI, siendo la mayoría de los recién llegados marcas de tecnología, viajes y autos.