Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1.100 millones de personas continuarán fumando o consumiendo productos con nicotina en 2025, independientemente de los esfuerzos desarrollados en el ámbito de la salud pública para controlar el tabaquismo. En concordancia con esta data y velando por la seguridad de sus consumidores, aparece un actor tradicional de la industria que eligió adaptarse al cambio y sumarse a la solución de construir un mundo más sano.

Silvia Barrero, vicepresidente de Asuntos Externos del Cluster Andino (Ecuador, Venezuela, Perú y Colombia) de Philip Morris Internacional, nos comparte que la firma aspira a dejar de vender cigarrillos en los próximos 10 o 15 años. “Son pocas las industrias que apuntan a modificar el core de su negocio en un proceso de transformación que, creo, es único en la historia. Vamos a dejar de vender cigarrillos. Que los cigarrillos se conviertan en una pieza de museo, que sean parte del pasado”. Es así como avanzan a paso firme en su objetivo de 'sabotear' el producto estrella del pasado para enfocarse completamente en el futuro. 

Recalca, enérgicamente, que la visión de la empresa se centra en que “la decisión correcta es nunca fumar”. Pero, para aquellos que, con base en las estadísticas no lo dejarán de hacer, traen consigo una gama de nuevos productos que no generan ceniza, mal olor ni humo. Philip Morris Internacional ha invertido, hasta el momento, US$ 10,7 billones para el desarrollo de esta nueva tecnología en todo el planeta. Al momento cuentan con 80.000 usuarios de tabaco calentado y aspiran incrementar paulatinamente este nuevo mercado para ofrecer una mejor alternativa a aquellos que continuarán consumiendo nicotina. Y, de acuerdo a su vocera oficial, su convicción no cesará en reducir drásticamente el consumo de tabaco, aunque esto afecte directamente a su modelo de negocio. (P) 

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