Este último año, se ha escuchado hablar acerca del “Hustle Culture”, el cual es un estado de trabajar en exceso hasta el punto en el que se convierte un estilo de vida. Desde pequeños nos han enseñado que, mientras más trabajas más exitoso serás, la sociedad te admirará y te respetará más, pero ¿realmente esto es verdad? ¿Qué sucede con las amas de casa? caso en el cual la sociedad no reconoce la ardua labor que hacen las mismas y mas bien las condenan.
Hombres y mujeres somos diferentes, aunque la sociedad actual quiera obligarnos a pensar lo contrario. Somos diferentes: física, hormonal y mentalmente; eso no quiere decir que uno sea mejor que el otro, pero si hay ciertas cosas en las que los hombres son mejores por naturaleza, al igual que las mujeres son mejores para otras. Los hombres tienen ciclos hormonales de 24 horas, lo cual les permite desarrollar su trabajo con normalidad; pero ¿qué sucede con las mujeres que tenemos un ciclo de 30 días y nos piden que hagamos el mismo trabajo los 5 días de la semana por 4 semanas al mes? Va en contra de nuestra genética, ya que nuestros cuerpos y maravillosa naturaleza nos demandaría otro ritmo.
Durante años, las mujeres sintieron que sus derechos estaban siendo vulnerados, y esto contribuyó a que una parte de ellas tomen la bandera del feminismo extremo. Lo que no se han dado cuenta, es que hombres y mujeres, en buena hora, nunca vamos a ser iguales.
Después de haberse sentido sin voz durante varios años, algunas mujeres habrían adoptado un rol “masculino”, pensando que eso les ayudaría a tener un papel más importante dentro de la sociedad, sin caer en cuenta que esta desnaturalización propia no es necesariamente lo mejor para ellas. Antes de que las mujeres adquirieran el derecho a votar, la mayoría estaban dedicadas a las importantes labores de la casa y la familia, lo que significaba que no tenían trabajos y tampoco pagaban impuestos; ante dichas circunstancias, se tomaron iniciativas de apoyo al feminismo y como consecuencia de esos movimientos las mujeres entraron a la fuerza laboral, dejando el hogar y los niños; finalmente interrumpiendo la unidad familiar. Hoy en día, en nuestra sociedad ¿qué derechos tienen los hombres que las mujeres no tengamos?
El feminismo del siglo XXl es una guerra a la masculinidad. ¿No es caso, una gran equivocación, la evidente inconsistencia, cuando aquellas mujeres que quieren desmantelar el patriarcado, se disfrazan con la masculinidad para atacar aquello que buscan rechazar?
Las feministas modernas, están convenciendo al resto de mujeres que el “hookup culture”, usar anticonceptivos y no depilarse es liberación. A través de los medios de comunicación y las películas, nos han enseñado que trabajar para los hombres, subir la escalera corporativa y pagar impuestos es más empoderador y valioso que criar a la siguiente generación. Hoy en día, las mujeres estamos perdiendo nuestro instinto amoroso natural y las tasas de natalidad se están desplomando. ¿No será acaso, que se está emasculando a los hombres y masculinizando a las mujeres? (O)
