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Inteligencia artificial
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Los beneficios y riesgos de inteligencia artificial están causando un intenso debate y eso es bueno. Plataformas con Chat GPT, You.com, Chatsonic y más son herramientas o recursos que abren infinitas posibilidades. Hablar del asunto con datos y fundamentos será clave para entender hacia donde nos estamos dirigiendo.

27 Enero de 2023 15.57

Ante la cantidad de artículos, reportajes y posteos sobre Chat GPT, You.com, Chatsonic y otras plataformas de inteligencia artificial,  solo queda claro que hay que seguir hablando, discutiendo y debatiendo sobre este tema. Y mientras más se lo analice, con datos y fundamentos, más cerca estaremos de entender los alcances de esta y otras plataformas de inteligencia artificial que conviven con los humanos.

Es verdad que el tema ha tomado mucha fuerza tras la aparición y uso de las ya mencionadas plataformas. En pocos meses el asunto ha causado un revuelo pocas veces visto sobre las posibilidades y los riesgos que tiene esta 'herramienta', que están aún en etapa beta, lo que significa que están en pleno desarrollo y que sus reales alcances aún no están claros.

Estos días se supo, por ejemplo, que en países como Australia las autoridades del sector educativo decidieron que los estudiantes vuelvan a rendir exámenes con papel y lápiz, para tratar de evitar que los estudiantes caigan en la tentación de usar las herramientas de inteligencia artificial en sus pruebas.

Para algunos esta medida no es la correcta: un experto en las nuevas TIC asegura que prohibir Chat GPT, por ejemplo, es un error y que lo inteligente sería enseñar a los estudiantes a hacer las preguntas correctas a la máquina de inteligencia artificial. Este experto añade que la ventaja que aún tenemos los humanos ante las máquinas es que las personas podemos dar las indicaciones correctas.

Otro punto de vista que recibí luego de un primer artículo sobre este mismo tema es que la inteligencia artificial sí tiene límites. Estos estarían por el lado de la creatividad pura y la intuición, actividades del pensamiento humano que superan a la razón y que la inteligencia artificial no podría resolver, al menos por ahora.

También me encontré con emprendedores atemorizados y amigos inquietos. Uno comentó que le asusta que los límites de la inteligencia artificial sean los mismos que tiene la tecnología actual, por lo que mientras más evolucione la inteligencia artificial las fronteras serán menores. Otro amigo incluso, algo más dramático, se aventuró a pedir que espera que en el futuro los robots sean piadosos con los humanos.

En la academia también hay reacciones y he visto que existe interés genuino en abordar el tema en simposios y conferencias en diferentes facultades. Eso es una buena señal y deja ver que tenemos catedráticos sintonizados con los cambios que vivimos, que quieren aprender y experimentar la inteligencia artificial y otras nuevas materias. La reflexión sobre este tema es una obligación conjunta de profesores y estudiantes.

Y claro, las preguntas se multiplican: ¿seremos menos inteligentes  o más ociosos?. Un colega respondió que el ocioso con o sin inteligencia artificial siempre será ocioso. Y me parece que tiene razón. ¿Seremos esclavos de las máquinas? Para esta pregunta no hay respuesta.

Hay otros que piden que el tema se regule, porque de lo contrario la gente hará lo que le dé la gana. Personalmente no soy tan partidario de regular todo, prefiero creer que la gente tendrá el criterio suficiente para aprovechar estas y otras tecnologías para bien y no para mal. Así suene ingenuo.

Lo cierto es que esta conversación recién empieza y que los debates serán intensos. Habrá posiciones encontradas, muchos críticos y muchos que estén a favor. Estamos ante las puertas de algo grande, muy grande. (O)

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