Cuando aún no acabamos de entender como integrar la Inteligencia artificial en nuestros modelos de negocio, como comprender su impacto, cambiando estrategias, estructuras y culturas en las organizaciones, estamos en ciernes de una nueva revolución que es silenciosa pero inevitable: la computación cuántica.
Lo cuántico no es solo una idea de ciencia ficción ni un simple progreso técnico. Es una nueva forma de manejar la información, que podría tener efectos más sorprendentes que la IA misma. Aunque su uso generalizado aún parece lejano, ya se pueden observar sus efectos estratégicos en juntas directivas, departamentos de tecnología y grupos reguladores.
¿Qué es la computación cuántica?
A diferencia de la computación tradicional, que usa bits que solo pueden ser 0 o 1, los sistemas cuánticos utilizan qubits. Estos pueden estar en varios estados al mismo tiempo debido a fenómenos como la superposición y el entrelazamiento cuántico. Esto permite aumentar la capacidad de procesamiento paralela exponencial, abriendo la puerta a resolver problemas que hoy se consideran intratables con los sistemas clásicos.
En pocas palabras: lo que una supercomputadora moderna tardaría años en procesar, un equipo cuántico podría hacerlo en minutos.
Esto presenta diferentes desafíos según los sectores, como por ejemplo en áreas donde la predicción, el riesgo y la optimización son clave, como la banca y los seguros, la computación cuántica puede ser una herramienta estratégica muy importante.
Lo que hoy necesita simplificaciones y suposiciones para ser modelado, en el futuro podrá hacerse con una precisión que cambiará los sistemas de decisión financiera como por ejemplo
- Simulación de situaciones económicas muy complejas para analizar decisiones de inversión.
- Mejora de portafolios y productos financieros derivados con gran precisión.
- Modelos de riesgo sistémico más fuertes, que pueden predecir eventos de alta volatilidad.
- Prevención de fraudes, encontrando patrones que no son detectados por los algoritmos comunes.
Pero también representa un peligro, la computación cuántica ofrece nuevas oportunidades, pero también presenta grandes retos en ciberseguridad. Muchos sistemas de criptografía que protegen nuestras operaciones, como RSA o ECC, podría ser fácilmente atacables por una computadora cuántica que funcione.
Esto no es una posibilidad imaginaria. Agencias de seguridad y empresas de tecnología están creando algoritmos de criptografía post-cuántica para estar preparadas ante esta vulnerabilidad. El tiempo para reaccionar es corto: cuando la tecnología esté lista, los ataques no van a esperar a que estemos listos.
Lo que falta (y lo que viene)
Pese a su promesa, la computación cuántica aún enfrenta grandes retos:
- Hardware inmaduro
Los sistemas actuales son experimentales, frágiles y requieren condiciones extremas para funcionar.
- Falta de estándares
Cada proveedor trabaja bajo su propia arquitectura. La interoperabilidad aún es un desafío.
- Riesgos para la seguridad digital
La transición a nuevas formas de cifrado es urgente, pero todavía no hay soluciones ampliamente adoptadas.
- Talento escaso
Formar profesionales con conocimientos avanzados en física cuántica, algoritmos y aplicaciones prácticas será una carrera crítica en los próximos años.
Conclusión: ser un líder es prever lo que va a pasar.
No es necesario usar computación cuántica hoy, pero sí es importante entender su potencial y empezar a prepararse. La IA nos hizo repensar procesos, habilidades y la forma en que nos organizamos. De igual manera, la tecnología cuántica requerirá que revisemos los fundamentos de la infraestructura digital que consideramos como algo normal.
Las empresas y países que comiencen a incluir esta dimensión en su visión tecnológica estarán en mejor posición para competir en el futuro. Porque sí, éramos pocos... y llegó la computación cuántica. Y con ella, comienza una nueva época de retos, pero también de oportunidades para quienes puedan anticipar el futuro antes de que se convierta en presente. (O)