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La máscara al final del día haría más cara la vida del pobre ser... Siendo así, con respeto pudiera ser prudente reflexionar, ¿cuál es nuestra máscara...?

15 Marzo de 2024 16.09

I.- La definición de máscara, está asociada a lo físico, es decir, a un elemento material que coadyuva a cubrir, tapar, disimular un rostro, es decir, su usuario pretende ocultar su cara real a través de un antifaz, careta, maquillaje, etc. Esta columna, se orienta mas bien en profundizar, dejando de lado lo físico, a fin de adentrarnos en la persona… Para este efecto y poderlo entender mejor, debemos entrar con la imaginación  a una  “fiesta de disfraces” permanente, en  la  que las “apariencias” serían las determinantes, dentro de la cual, cada persona asiste puesta una careta pero en su personalidad y no en su rostro, pero que sin embargo lo desfigura despertando  desconfianza, buscando  danzar y festejar  - de dientes para afuera - a fin de cumplir con distintos objetivos y/o requisitos sociales según cada cual, que pueden ir desde el deseo de aceptación hasta tapar aquellas características propias que la persona rechaza, que  no las acepta, o quizás aceptándolas  se avergüenza;  y, en tales circunstancias, renunciando  a sí misma, utiliza  una fachada en su  personalidad, personificando a alguien que no es, ni que es  consecuente ni consistente entre lo que siente y  piensa vs lo que  hace y se presenta; y que  solo cuando se encuentra consigo mismo, en el profundo silencio de la  soledad, es en aquel momento que el verdadero ser reaparece tal cual y se  encuentra y mira de  frente a frente, cara a cara…

II.- Las manifestaciones de estas máscaras, pudieran ser varias, que van desde las temporales, permanentes, circunstanciales, ocasionales, o una mezcla de éstas, en fin... Lo cierto es que, en el fondo, se oculta sino desprecia al propio yo, a aquella luz encendida que representa la esencia de la persona, aquella flama que puede ser el faro que alumbra su sentido de vida, y que sin embargo es rechazada quizás por inseguridad por el propio individuo, ojalá no con soberbia, quizás con rabia, quizás con dolor, tal vez con pena, pero nunca con amor ni con aceptación propia ...

III.- Así, por ejemplo y entre otras, una máscara, pudiera ser la hipocresía adornada de la sonrisa y del abrazo falso, acompañada de las palabras poco sinceras, que busca quedar “bien” ...  Otro ejemplo, pudiera ser, la máscara del “mata siete”, digamos del valentón del grupo, que mediante esta estrategia busca doblegar a sus amigos y ahuyentar a sus enemigos, utilizando para el efecto el miedo, pero en el fondo lo que trata realmente es tapar su propio miedo, su debilidad, su cobardía; por esto cuando uno de los flacuchentos se le enfrenta y lo vence, se derrumba como castillo de cartas. Otro tipo de máscara sería el que aparenta tener lo que no tiene, así, vive endeudado, pero se lo ve haciéndose notar gastando en restaurantes caros, vistiendo ropa cuya marca (original o pirata) se presenta notoria, restándole discreción y elegancia. Otros enmascarados, son los santurrones, que van a misa de domingo en cuerpo (pero no en mente y peor en conciencia), se los ve generalmente en las primeras filas con traje sobrio,   e incluso algunos se atreven a comulgar;  pero en su día a día les invade su verdadera personalidad, siendo personas cargadas de malos sentimientos y prácticas; otro ejemplo, infortunadamente común, son los matrimonios de mentira, en el que el amor partió ya hace mucho tiempo, en el que cada uno vive su vida - en reserva por supuesto - durmiendo en habitaciones separadas pero frente a la sociedad son la pareja ejemplo, sin embargo  en la realidad e intimidad de su sentir lo que buscan es no perder los privilegios, estatus o sentido de confort social y/o económico que la relación les genera, así viven en un constante engaño, quizás en un infiernillo, pero prefieren eso, vivir esclavizados a la apariencia antes que perder sus privilegios. 

Conclusiones: a.- Ejemplos puede haber muchos, pero quizás el común denominador en esencia, pudiera ser la cobardía de no enfrentar la realidad, el miedo, el afán de esconderse en la apariencia, de sentarse cómodamente en la irrealidad de un supuesto confort externo, cuando en realidad, en su yo profundo, esto es, cuando se miran a escondidas al espejo de los ojos de sus almas, saben bien que sus vidas son tristes y realmente una gran mentira…  b.- La máscara es el desprecio al yo, usada por el que no tiene personalidad, del poco valiente; del que, si no tuviera temor a la crítica o si la sociedad no tuviera ojos, se animaría a presentarse tal cual. c.- En buena hora también, algo que no se puede maquillar, no son los colores de los ojos, pero si la luz y la mirada que emanan de éstos, y es justamente ahí, donde aparece el engaño o brilla la belleza, el amor, la autenticidad, aquel elemento único que hace aún más valiosa sino bella a la persona. 

La máscara al final del día haría más cara la vida del pobre ser… Siendo así, con respeto pudiera ser prudente reflexionar, ¿cuál es nuestra máscara…? (O)

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