“Recibimos muchos no, muchísimos. Pero nunca bajamos los brazos, insistimos, y por allí recibimos un primer sí, luego un segundo y después más”. La frase se repite cada vez que uno habla con los emprendedores y ellos cuentan los retos que enfrentaron para que su idea se haga realidad.
Esa capacidad de aceptar un no, esa capacidad de resistir, persistir e insistir que tienen los emprendedores es la que los hace diferentes. La mayoría de personas que recibe un no como respuesta se frustra, se desanima y deja de insistir, abandona su idea. Pero en el caso de los entrepreneurs un no se convierte en una oportunidad. Un no es ese combustible que los impulsa y que les hace replantear su idea, su producto o servicio. Un no es un motivante del emprendimiento.
La semana pasada, un ecuatoriano que es profeta fuera de su tierra contaba que durante un año envío decenas de correos electrónicos aplicando a varios puestos en distintas empresas. Él decía que de los casi 100 mails enviados, solo recibió dos respuestas y adivinen: le dijeron que no. ¿Qué hizo? Siguió con su trabajo de crear oportunidades y un día ¡boom!. Fue contratado y ese primer sí fue el inicio de una trayectoria como profesional y emprendedor reconocido.
¿Se imaginan qué sería del mundo moderno si Nikola Tesla, Henry Ford, Coco Channel, J.K. Rowling o Steve Jobs hubiesen dejado sus ideas en un cajón o en un papel si hubieran aceptado los no que recibieron en su camino?
Los ejemplos de emprendedores y empresarios necios, tercos y obstinados abundan, dentro y fuera del país. Todos conocemos a varios y hemos sido testigos que esa persistencia les ha llevado lejos. A ellos no les frenaron las respuestas negativas, al contrario se alimentaron de eso y se hicieron más fuertes.
Una de las partes más tristes en este mundo del no es cuando muchas de esas negativas llegan de amigos o de la familia. “No hagas eso, es una locura, no te va a ir bien”. Y recibir un no de las personas que uno más quiere es doloroso y decepcionante. Pero al entrepreneur eso no le impide seguir soñando.
Algo muy parecido pasa con los vendedores, quienes tienen la habilidad de convencer a sus clientes y tampoco se quedan tranquilos con un no. Ellos también insisten y persisten. Lo mismo pueda aplicarse en el mundo académico donde muchas veces los profesores desmotivan a sus alumnos con una respuesta negativa ante una idea, ante una propuesta.
Esos no, entonces, deben ser tomados como una nueva oportunidad para crecer, para pensar fuera de la caja y aprender. Esos no hacen que las cosas pasen, que el mundo cambie y que las ideas se concreten. (O)