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Guardiola controla más sus emociones, Mourinho las expresa a veces de forma inmediata. El primero intenta ser democrático, el segundo guía de forma autocrática a un objetivo común haciendo que todos estén con él, vivan por él y mueran por él.

24 Mayo de 2023 11.46

Así como en el deporte, en las empresas se producen rivalidades que usualmente son fomentadas por los estilos gerenciales de los CEOs o gerentes que guían a sus subalternos. En este escenario, Mourinho y Guardiola representan la némesis de una era que puede ser comparada a otras épocas y deportes como la de Messi y Ronaldo, Ali con Frazier o Prost con Senna y en cada una de ellas se puede ver en la historia, la rivalidad, diferencias de juego a partir de sus personalidades y estilos. 

Independientemente del gusto que, por uno u otro se tenga, Mourinho y Guardiola encarnan la gerencia deportiva desde el estilo gerencial, que ha sido traducido a su juego y también los millones que cada uno ha gastado en conformar plantillas ganadoras.

Mourinho siempre fue un técnico más desenfadado y con un estilo gerencial enfocado al objetivo -sin que el 1-0 importe-, porque importan los 3 puntos. Desde su época en el Porto de Portugal, formó un equipo que increíblemente ganó la Champions League con un jugador estrella que apenas costaba 3 millones de dólares. Gerencialmente, lo que hizo fue empoderar a sus jugadores con una mentalidad de alta competición y enfoque al objetivo, pero diciéndoles que podían ganarlo todo y no tenían nada que perder.  Posteriormente vino el Chelsea, con el que también ganó la Champions, etapa en la que se definiría para siempre su personal branding “The Special One”.

Con el Inter de Milán ganó el triplete con Champions League incluida, pero esa etapa fue especial, porque definió su estilo defensivo de “parquear el bus” y contratacar en transición ofensiva.  Haber ganado la serie contra el mejor Barcelona de todos los tiempos, el del sextete, el de Messi y Guardiola, fue lo que prácticamente creo la rivalidad. Ese día, conocido como `el día del aspersor´ porque cuando festejaba ni Valdés (arquero del Barcelona), ni el agua de los aspersores encendidos, pudo parar su algarabía y carrera en la cancha del Camp Nou.

Fue el día del mito y el día que el Madrid decidió que debía contratarlo.

La etapa de Madrid fue marcada por altibajos, con tres semifinales de Champions, la Liga del los 100 puntos, la Copa del Rey (que le ganó a Guardiola) pero también con un 5-0 que usualmente suelen recordarle los guardiolistas.

Recordando a su ex, luego vino su segunda etapa en Chelsea del 2013 al 2015, Manchester United post Ferguson, con el que ganó la UEFA Europa League y un vintage Antonio Valencia. Sin trascendencia estuvo en Tottenham Hotspur donde lo remarcable fue ver como el CEO del equipo (Daniel Levy) no tenía idea de gerenciamiento deportivo, pero también porque Amazon PRIME hizo una serie de toda una temporada y los mourinhistas pudieron ver en primer plano su estilo. Aquí sale parte de su famoso discurso a Delle Ali `yo tengo 56 y ayer, ayer tenía 20 y si no das tu máximo potencial un día lo lamentarás´. Profético finalmente.

Despedido del Tottenham Hotspur, días antes de una final al que Mourinho con el 30% de una plantilla lesionada los encaminó, parecía estar en su ocaso y la AS Roma decide contratarlo.

Primer año, gana la primera edición de la UEFA Conference League y en su segundo año, está en una nueva final de Europa League contra el Sevilla. Pero lo remarcable es que en apenas poco tiempo, se ganó increíblemente el corazón de fans de Roma y recordó a todo el mundo que es un viejo león.

Guardiola es la antítesis de Mourinho. Desde jugador su estilo fue poseer, le gusta acarrear, tener y mantener el balón consigo y para siempre. Prefiere tocar 200 veces para que su equipo luzca fenomenal antes de un gol. No le agradan demasiado las transiciones a lo Ancelotti, a lo Zidane y mucho menos a lo Mourinho.

Respecto a su palmarés de equipos dirigidos, no hay mucho que decir (sin embargo muchos títulos por contar). Empezó en el Barcelona B y debutó con el equipo A en 2008 quedándose apenas 4 años que le sivieron para ganarlo todo y ser considerado el `creador del fútbol moderno´, ganándolo prácticamente todo lo que compitió con el Barcelona del joven Messi, ese Messi del prime inolvidable.

Luego, detenido por un Madrid que buscaba sangre cada vez se enfrentaban con Mourinho y Cristiano Ronaldo a la cabeza, se le hizo complejo repetir la hazaña de 2009 y se marchó al Bayern Munich donde lo ganó todo -en Alemania- o casi todo, porque saboreó la desazón de quedarse 3 veces en semifinales de Champions.

Luego el poderoso -y multimillonario- Manchester City, con el que con cientos, sino miles de millones de dólares en fichajes, ganó 5 Premier League, quedando hasta ahora en deuda con la Champions a la que recién volverá a jugar luego de muchos años contra el Inter de Milán.

Guardiola encarna el estilo de liderazgo de equipo, el enfoque al objetivo, la visión de la flexibilidad que conduce a mantener un estilo que sea ganador bajo presión y poniendo presión al rival, asfixiarlo y dejarlo sin aire -o sin el balón-.  Guardiola es democrático con sus jugadores y su equipo técnico, les comparte, les enseña e instruye para crear normas y no dejar nada al azar, nada que comprometa la meta de ganar, pero sin manchar el estilo creado. Guardiola da mucho valor al proceso y a la eficiencia de recursos dentro del proceso.

Mourinho es un líder definitivo, su estilo gerencial autocrático en ocasiones, es un pragmático clásico que tiene como único objetivo ganar, sin importar que sea por 1-0, sin importar la posesión. Mourinho es el que observa y lee un partido para mantener los rasgos positivos y tapar los negativos del momento, es el tipo de gerente que te despide si no lo haces bien, sin antes hacértelo saber dejándote en la banca para que puedas autocomprometerte. Es el líder que premia a quien se esfuerza más, aunque juegue feo. Es el que se autodefinió como `Special One´, sabiendo que cada ser humano quiere sentirse siempre especial.

Guardiola controla más sus emociones, Mourinho las expresa a veces de forma inmediata. El primero intenta ser democrático, el segundo guía de forma autocrática a un objetivo común haciendo que todos estén con él, vivan por él y mueran por él.

Se han gastado millones, cientos de millones de dólares en fichajes para construir equipos ganadores, y con ello rompen el mito de la eficiencia de la gestión deportiva. Han creado estilos y sucesores que aún no dan la talla para igualarlos, pero también han desarrollado equipos y defensores de sus estilos, tanto a nivel deportivo como empresarial, y así como en la vida se debate entre blanco o negro, Cristiano o Messi, Federer o Nadal, probablemente en el fútbol ahora y en los próximos años, se debatirá entre Mourinho o Guardiola. (O)

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