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A veces lo sensato es lo más alejado de los seres humanos y las sociedades democráticamente se equivocan y repiten errores del pasado. Si no logramos acordar principios básicos en temas fundamentales, será muy difícil mejorar el país.

03 Mayo de 2023 12.54

Los distintos escenarios sobre el futuro político del país una vez anunciado el juicio político al presidente de la República por parte de la Asamblea Nacional abre un clima de incertidumbre y desconfianza, parte de lo cual se expresa en un riesgo país cercano a los 2000 puntos básicos. Dentro de las posibilidades que se avizoran se tiene la permanencia del actual régimen, eventualidad que algo le puede brindar al gobierno en lo político, pues sería una muestra más que a pesar de varios intentos para la salida de Guillermo Lasso éstos han resultado inútiles. En esa óptica, podría avanzar un cierto espacio político y, con mayor oxigenación de su gabinete, conseguir terminar su gestión al frente del gobierno. Sin embargo y muy probablemente los grandes problemas del país como la inseguridad y el empleo, por ser asuntos estructurales, no podrían ser resueltos en los siguientes 2 años.

La otra probabilidad es que salga G. Lasso y lo reemplace Alfredo Borrero, escenario de total incertidumbre sobre cuánto dure y cómo termine, pues la falta de experiencia política de Borrero y su dudosa capacidad en dirigir un gabinete de gobierno y de entender los asuntos macroeconómicos, abre muchas interrogantes. En este caso, muy probablemente la estabilidad económica se debilite y sobre el manejo político no se sabrá quién lo dirima.

Una tercera posibilidad es que salga el binomio presidencial y asuma otro binomio, situación que podría empatar con la aplicación de la muerte cruzada. En ambos casos no sabremos quienes serán los nuevos funcionarios del gobierno y qué puedan hacer. Si el caso fuere un representante de Correa, no cabe duda que el hecatombe estaría frente a nosotros, lo que significará un serio retroceso en lo democrático, económico, en materia de respeto ciudadano y de libertades públicas. Si por otra parte, fuere electo alguna persona alejada del correísmo, habrá que ver si se pueden aglutinar posiciones y hay posibilidad de encontrar consensos, pues si esto no fuera posible no habrá ganancia alguna para el país y solo habremos cambiado de personaje pero los problemas nacionales persistirán.

Por lo anotado, lo que se viene para el país es difícil, pase lo que pase, pero sin duda el mal menor es que el presidente Lasso termine su mandato a pesar de que su debilidad política se mantenga. Hay un alto riesgo que la situación empeore si el actual presidente sale del gobierno, pues los apetitos por el poder político y las ansias de “opciones” económicas preocupan sobre manera, pues sobran los interesados en llegar a Carondelet para todo tipo de objetivos, no todos sanos.

El 2023 el país crecerá máximo al 2.5% y más probablemente estemos cerca del 2%, lo que hará casi imposible recuperar el empleo y reducir la pobreza. La inseguridad, la delincuencia organizada y el narcotráfico atraviesan transversalmente a toda la sociedad, la economía y a las instituciones, problemas que demandarán años y probablemente varios gobiernos en doblegar este mal o estabilizarlo a que no aumente su poderío en la sociedad.

Lo anotado quiere decir que si los nuevos gobernantes, sean quienes sean, ofrecen arreglar el problema de la inseguridad, la pobreza o el desempleo, porque saben cómo hacerlo, están vendiendo solo ilusiones. A veces lo sensato es lo más alejado de los seres humanos y las sociedades democráticamente se equivocan y repiten errores del pasado. Si no logramos acordar principios básicos en temas fundamentales, será muy difícil mejorar el país.

Que Dios ilumine a los ecuatorianos y decidamos lo mejor o lo menos malo, pues si seguimos defendiendo cada uno su metro cuadrado y solo viendo a nuestro alrededor sin analizar todo el bosque, seguiremos siendo pequeños y además divididos entre nosotros mismos. (O)

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