Economía: sabor agridulce
Las reformas económicas que tiendan a dimensionar el tamaño del estado en magnitudes sostenibles en el tiempo, con algunos sacrificios que serán compensados en pocos años, podrán permitir un mejor futuro para todos. La reforma pensional y de salud a la seguridad social no puede esperar como tampoco seguir sin precios reales en derivados del petróleo como el diésel y el gas.