La innovación es una prioridad para Roche. La farmacéutica suiza trabaja con ese enfoque en los distintos mercados que cubre, incluido Ecuador, y sabe que la inversión en salud siempre tiene un impacto positivo.
Según el Banco Mundial y McKinsey & Company, por cada dólar invertido en salud, se puede generar un retorno económico de entre dos y cuatro dólares. A su vez, el Banco Interamericano de Desarrollo estima que un incremento del 10 % en el gasto en este sector puede elevar el PIB per cápita en un 1 %.
Rolf Hoenger, Director Regional de Roche Pharma para América Latina, estuvo en Quito. Este economista graduado de la Universidad de St. Gallen (Suiza) con una maestría en Salud Pública Global, lidera las operaciones farmacéuticas en la región y es un convencido de que la innovación es fundamental en el desarrollo del sector.
El vocero de Roche explica que las innovaciones surgen en los laboratorios que la farmacéutica tiene en Japón, Suiza y Estados Unidos. "Son prácticamente nuestros centros de innovación. Una vez que una molécula está desarrollada se hacen los estudios clínicos alrededor del mundo y también en América Latina".
Según Hoenger, Roche invierte en innovación cerca del 20 % de los ingresos. "Es uno de los números más altos de la industria y eso demuestra el compromiso que tenemos".
Al hablar de Ecuador, señala que el país vive un cambio epidemiológico. "Hablamos de diabetes, de cáncer, de enfermedades neurológicas y las demandas cambiaron". Ante esto, añade, surge la discusión de tener una sociedad más sana para que pueda producir de la mejor manera.
Hoenger hace una pausa y comenta que según la Organización Mundial de la Salud, todo país debe invertir al menos el 6 % del PIB en salud pública. También se refirió a la ceguera y sus costos para el Estado. Menciona que un tratamiento anual para tratar este mal puede costar US$ 2.000. "¿Qué significa esto? Que la sociedad podría ahorrar US$ 150 millones anuales simplemente previniendo y tratando esos pacientes".
Para el Director Regional de Roche Pharma para América Latina, es necesario buscar una solución entre la industria, la sociedad civil y la academia. (I)