El ecosistema emprendedor de Uruguay tiene un nuevo actor. Podría decirse que fue todo gracias a un partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Boston River. Curiosamente, el encuentro futbolístico fue la puerta de entrada al país para Picante, un fondo de inversión que desde Buenos Aires combina aceleración, inversión semilla y comunidad para jóvenes fundadores que se proponen construir desde Latinoamérica hacia el mundo.
"Renuncié a mi trabajo como abogado penalista después de 11 años. No tenía nada del otro lado, solo la convicción de que quería dedicarme a esto", dijo a Forbes Uruguay, Federico Ades, quien junto al equipo de la fintech Takenos (Simón Bouché, Lucas Posada, Francisco Goulu y Joaquin Herrera), Lorenzo Sacerdoti (de Cresim) y Federico Gir, se animó a fundar Picante, El fondo nació hace poco más de un año y ya invirtió en ocho startups, siete en Argentina y una en Uruguay.
"Lo hicimos a pulmón, sin recursos, pero con una idea muy clara: acompañar fundadores talentosos desde las primeras etapas, aportarles capital y valor, y construir comunidad", resumió Ades.
El fondo se gestó entre el grupo de Takenos (fintech que acaba de levantar una ronda de inversión por US$ 5 millones), emprendedores argentinos apasionados por el ecosistema startup, y hoy funciona como una comunidad activa de mentores, inversores y fundadores. Su tesis es agnóstica: invierten en distintas verticales, desde movilidad hasta soluciones con inteligencia artificial aplicada, pero con un criterio común: proyectos con visión global y equipos comprometidos.

Hasta ahora, el fondo invirtió US$ 200.00 con tickets promedio de US$ 20.000 a US$ 30.000, en etapas pre-seed. "En muchos casos somos la primera inversión que reciben, casi una ronda friends & family. Nuestro rol es ayudarlos a dar esos primeros pasos: abrir la sociedad, mudarse juntos para desarrollar el producto, o simplemente poder dedicarse full time al proyecto", explicó Ades, y bromeó con que toman el rol de "hermanos mayores" de los emprendedores.
La primera apuesta en Uruguay: Viatik
El desembarco de Picante en Uruguay se concretó de forma casual: Ades y Gir viajaron a Montevideo para un partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Boston River y terminaron en un asado que los conectó con el ecosistema emprendedor local.
Tal fue el vínculo que su primera inversión se dio rápidamente a través de Viatik, una aplicación de viajes compartidos creada por jóvenes uruguayos que busca optimizar la movilidad cotidiana y los viajes interurbanos. "Nos volvimos locos con el equipo. Son una esponja: escuchan, aprenden, iteran. Lanzaron en Uruguay, aprendieron de la experiencia, y después escalaron en Argentina con la ruta Buenos Aires-Mar del Plata, que fue un éxito total", contó Ades.
Viatik, que ya firmó acuerdos con compañías de ómnibus y proyecta integrar el sistema Sistema de Transporte Metropolitano (STM) uruguayo, apunta a convertirse en una plataforma integral de movilidad. "Lo interesante no es solo la tecnología, sino la capacidad de adaptarse y pensar en grande desde el primer día", destacó.
De aquel encuentro fortuito surgió una red de contactos con fundadores, fondos e instituciones como el Centro de Innovación y Emprendimientos (CIE) de Universidad ORT Uruguay, donde forjaron una alianza clave.
"Nos sorprendió la densidad de talento en Uruguay. Hay muchos jóvenes sub-30, muy actualizados, muy ambiciosos. Lo que antes podía faltar, pensar en global, ahora sobra. Hay una generación que ya nació mirando al mundo", aseguró Ades.
La Picanthon: una hackathon binacional
Picante busca precisamente potenciar el intercambio entre ecosistemas. "Queremos conectar Argentina, Uruguay y la región. Que un emprendedor uruguayo pueda ir a Buenos Aires a acelerar su negocio y viceversa. Que se creen sinergias reales", subrayó.
Ades destacó que la estabilidad macroeconómica y la fuerza de los inversores ángeles de Uruguay "lo convierten en un terreno fértil para etapas tempranas". A diferencia de Argentina, donde los fondos privados suelen concentrarse en compañías más grandes, Uruguay ofrece un espacio ideal para el capital semilla. "Hay un ecosistema que entiende el riesgo y quiere acompañar a los que recién empiezan", dijo.

Una de las iniciativas más visibles de ese propósito fue la Picanthon, una hackathon de 24 horas que Picante organizó primero en Buenos Aires y luego en Punta del Este. En su edición uruguaya reunió a más de 100 participantes (13 equipos de jóvenes programadores y emprendedores), mentores de ambos países y jurados del mundo del venture capital.
"El nivel fue altísimo. Hubo equipos mixtos entre argentinos y uruguayos, y muchos se fueron con contactos que seguramente se transformen en proyectos. Eso es lo que buscamos: sembrar comunidad y colaboración real", explicó Ades.
Latinoamérica, la próxima región emprendedora
La visión de largo plazo de Picante trasciende fronteras. "Queremos que Latinoamérica sea reconocida como una región de emprendedores fuertes, talentosos y resilientes. Tenemos todo: estabilidad política relativa, una lengua común, y una población tecnológicamente preparada. Solo falta animarse a tomar riesgos", afirmó Ades.
El objetivo es seguir creciendo en Uruguay: abrir oficina, ampliar el equipo y fortalecer alianzas con universidades y aceleradoras locales. Además, en breve podría concretarse la inversión en dos startups locales además de Viatik, y luego avanzar hacia otros mercados como Brasil y México, adelantó el cofundador de Picante. "En un año logramos más de lo que imaginábamos. Ahora queremos consolidar lo construido y seguir encendiendo la chispa en cada país donde lleguemos", concluyó.
* Imagen principal: Federico Ades y Federico Gir junto a los founders de Viatik. Foto: Gentileza.

