Forbes Ecuador
José Luis Ortiz
Liderazgo
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Quería caminar por la ingeniería industrial, pero no. Probó con las consultorías en implementación de proyectos y tampoco funcionó. Tocó las puertas del mundo del software y ¡eureka! El ecuatoriano José Luis Ortiz lleva 12 años en Boston entrenándose en los secretos de la tecnología. Hoy cursa una Maestría en el MIT, mantiene un podcast sobre emprendimiento y su sueño es montar su propia startup en América Latina. Él nos cuenta, para tratar de inspirar a otros ecuatorianos, cómo ha sido su corta, pero intensa, trayectoria profesional.

25 Octubre de 2022 23.31

A poco de terminar sus estudios secundarios, el anhelo del quiteño José Luis Ortiz era ingresar al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), pero no se le dio. Tuvo que esperar 12 años para que eso se hiciera realidad. Desde el año pasado cursa allí un MBA, donde construye un puente entre toda la experiencia laboral adquirida en la industria del software y su sueño de emprende en América Latina. “Quiero ser parte de ese grupo de ecuatorianos que, a través de la tecnología, están teniendo impacto en diferentes áreas”, dice, mientras empieza a recordar y evaluar el camino recorrido. 

Graduado en Ingeniería Industrial, con minors en Emprendimiento y Alemán, por Worcester Polytechnic Institute, en Massachusetts, EE.UU., pronto se dio cuenta lo complicado que era, como extranjero, acceder a un trabajo en la línea que había estudiado por cuatro años. “Tratando de ver qué hacía con mi vida, quise aprovechar los permisos que hay con la visa de estudiante. Me gustaba mucho todo lo que es ingeniería industrial, manufactura, mejora de procesos, logística. Sin embargo, por temas de visa y permisos de trabajo, hay industrias donde es más fácil entrar, y, la manufactura era de las más difíciles. Así que no fue por ahí”. 

De casualidad, se enroló a una consultora pequeña cerca de Boston, Functonial Consultant, que se enfocaba en consultorías para la implementación de proyectos de software para e-commerce. Permaneció en el lugar por un poco más de dos años. “Vi que por ahí no era, la vida de consultoría es intensa, aprendí lo que tenía que aprender. Busqué dónde moverme, quería estar en una empresa que tuviera base en EE.UU., pero con operaciones en América Latina”. 

En 2016 llegó a HubSpot, una plataforma que nació en 2006 en Boston, que desarrolla y comercializa productos de software y que ofrece un portafolio completo de herramientas de marketing, ventas y atención al cliente para empresas de todo tamaño. Disfrutó de sus actividades hasta la pandemia. Nuevamente, se replanteó su futuro. “Cuando ingresé, la empresa era grande, pero no tanto. Pasó de tener unos 1.300 empleados a casi 6.000. Y ya no me veía ahí. La vida me había frustrado de ser ingeniero y de ingresar al MIT. Volví a aplicar y esta vez fue posible”. 

¿Qué te dejó HubSpot?

Estaba donde quería estar, en el equipo de América Latina. En el primer año, me desempeñé como especialista en implementación, brindando capacitación a todos los clientes nuevos de América Latina. Los otros cuatro años, fui Gerente de cuentas, tenia clientes que eran mi responsabilidad, a quienes ayudaba a usar el software. Mi objetivo era mantenerlos, que se queden con la empresa, ayudarles a que estén contentos. Al final, inauguré el prime Costumer Service que manejaba las cuentas estratégicas más grandes de Latam, como universidades y bancos. 

¿Por qué viste un problema de crecer dentro de una empresa tan grande?

No era que no veía crecimiento, había áreas para hacerlo. Pero la decisión de salir fue una combinación de varias cosas. Una de ellas fue que en 2017 me dije que cuando salga de HubSpot haría el MBA, tenía ese plan. Además de eso, el tema migratorio legal, al no ser residente, era muy complicado. En los cuatro años de gobierno de Donald Trump eso era aún más difícil. 

¿Cuán retador puede ser para un ecuatoriano abrirse campo dentro de la industria de la tecnología? 

Ha cambido desde la pandemia. Las empresas de tencología ahora contratan desde cualquier parte del mundo. Y es positivo ver al ecosistema tecnológico como ha crecido mucho en estos últimos cuatro años en Latam. ¿Por qué no hay más ecuatorianos haciendo un MBA en el MIT? También me lo pregunto. Porque ahora está mucho menos difícil. Es verdad que, en mi caso, he tenido suerte, privilegios al tener la  oportunidad de haber salido a estudiar en EE.UU., eso me ha abierto un montón de puertas, quizás si me hubiera quedado en Ecuador u otro país de la región hubiese sido un poco más largo el ingreso a la industria de la tecnología. Pero puedo decir que hay que abrir los ojos a las personas y a las nuevas generaciones. Hay un abanico de oportunidades en tecnología. Crece tan rápido que necesita mucha gente. Estas empresas son claras: 'tienes las bases, el potencial, vente, aprendes con nosotros'. Así que todo es posible. Incluso se puede vivir en Ecuador y que te contraten desde afuera, con salarios buenos y competitivos. El mundo está abierto, no hay que estar en grandes ciudades para trabajar en empresas globales. En 2020, lancé un podcast que se llama 'Creando Latam', donde entrevisto a emprendedores de tecnología. La idea es contar su vida. Llevo casi 50 episodios. Es un hobby interesante que me ha permitido hacer un buen networking. 

¿Cómo es el clima laboral en estas famosas startups? Uno se imagina que es Disneylandia. 

Las empresas en la industria de la tecnología, generalmente, tienden a ser abiertas y no tan jerárquicas. Hay un ambiente en donde cualquiera puede hablar, proponer ideas y, si se las respalda con datos, estas pueden ser aceptadas y ejecutadas. La estructura horizontal permite la participación de todos. Es algo que, como latinos, no estamos tan acostumbrados, pero que es algo positivo de la cultura tecnológica. 

Otro aspecto es que la industria crece y cambia muy rápido y eso abre oportunidades para quien esté ahí, es una industria que premia bastante el esfuerzo como tal. Hay mucho trabajo, obviamente, pero hay la libertad para ser el propio jefe de uno, en cierto sentido. Esa flexibilidad es bastante interesante.

¿Qué características debe tener alguien que quiere entrar a este mundo?

Primero, ser adaptable, flexible, porque los cambios son muy rápidos en las startups. Segundo, ser proactivo, proponer ideas. Nadie te va a decir 'trabajaste dos años súper bien y te vamos a dar un ascenso'. Hay que moverse y demostrar con el trabajo. Y tercero, el manejo del inglés, es imposible sin un nivel suficente para trabajar en el mundo de la tecnología, es el idioma oficial. 

Son odiosas las comparaciones, pero ¿qué tan lejos estamos de los hindúes o los asiáticos en el campo de la mano de obra tecnológica?

En India, mucha gente estudia carreras para programar, porque, de alguna manera, es una tradición. Uno hace lo que ve. Como hay tantas empresas globales que tienen sus off shore en India, la gente ve que ahí hay trabajo y estudia eso. Lo mismo está ocurriendo, poco a poco, en América Latina. En Ecuador claro que estamos atrasados, incluso respecto a otros países de la región misma. Las startups se demoran en llegar a Ecuador porque no es tan atractivo. Por eso, mantengo mi podcast, como un aporte para abrir los ojos a la gente en Ecuador y decirles que hay un mundo afuera y que no hay fronteras para trabajar. (I)

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