Garganta Profunda: la verdadera historia detrás del blooper de Alberto Fernández
En medio de un discurso en la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández confundió el nombre de la revista de cultura villera Garganta Poderosa con Garganta Profunda, el nombre de la primera película porno que triunfó más allá del circuito clandestino del cine condicionado.

“...Mi eterna deuda de gratitud con cada una de esas organizaciones; ahí veo al compañero de garganta profunda, cómo él miles… No, de garganta poderosa, poderosa, poderosa... Bueno, profunda también porque en esa revista nos enseñaron varias cosas ocultas”, dijo el presidente Fernández en un acto y la noticia se hizo viral.

Esta es la historia verdadera detrás de la confusión.

En 1972, Garganta profunda, una pequeña película pornográfica casi amateur, se convirtió en un éxito sin precedentes que superó en taquilla a grandes producciones como Cabaret y Shaft y convirtió el acto furtivo de asistir a una proyección clasificada X en el acontecimiento social al que había que asistir para no quedarse fuera de las conversaciones.

 

¿Y quién era la persona en el centro de aquel fenómeno? ¿Quién era la dueña de aquella garganta profunda y prodigiosa? 

Linda Lovelace -obviamente un nombre artístico, aunque ella inocentemente intentase hacer creer lo contrario-. Linda Boreman había nacido en el Bronx el 10 de enero de 1949. Sus padres, un policía y una camarera, la habían criado entre rezos y severos castigos corporales por lo que no tardó en abandonar el hogar familiar. No tenía muchas ambiciones, sólo ganar algún dinero trabajando en clubs de striptease, pero un accidente de coche truncó sus ansias de libertad y se vió obligada a volver a casa. 

Linda Lovelace

Sus padres se habían mudado a Florida y allí, al borde de una piscina, fue donde conoció a la persona que iba a marcar su destino: Chuck Traynor, un seductor para algunos y un proxeneta de medio pelo para la mayoría. Le dio algo de hierba y un paseo en su llamativo Jaguar XKE convertible con asientos de cuero y en poco menos de un mes se fueron a vivir juntos.

Linda Lovelace

Había escapado de unos padres abusivos para lanzarse a los brazos de otro maltratador. De lo único que se había librado era de la estricta educación católica, de hecho se había ido al lado opuesto del espectro moral. Junto a Traynor empezó a grabar pequeños films pornográficos amateurs y a frecuentar reuniones de intercambio de parejas y en una de ellas conoció a otro hombre vital en su vida, Gerald Damiano, un peluquero devenido en director de cine, que impresionado por cierta habilidad de Linda que se  definió como "el empleo multiforme de sus capacidades bucales" escribió un guion pensando en ella.

 

 

La ya clásica Garganta profunda (Deep throat) fue una de las películas pornográficas más taquilleras de todos los tiempos no sólo de la industria porno sino de todo el cine desde que se estrenó el 12 de junio de 1972, gracias a que su proyección no se limitó a salas XXX pues también fue programada en cines comerciales. 

 

Linda Lovelace

Además, en comparación con el bajo presupuesto de su producción (de 47 mil dólares, aproximadamente), las ganancias fueron exorbitantes: alrededor de 50 millones de dólares de la época. 

El filme protagonizado por una joven de 22 años llamada Linda Lovelace y Harry Reems y escrito y dirigido por Gerard Damiano (quien aparece en los créditos como Jerry Gerard), es de un argumento muy sencillo, casi se diría banal: una mujer va al ginecólogo para consultarle sobre por qué no puede tener orgasmos. El médico descubre el problema: no puede llegar al orgasmo porque tiene el clítoris en la garganta.

Luego del éxito arrollador de la película original, quiso retomar su carrera como actriz porno: hizo Garganta profunda 2 (1974) y Linda Lovelace para presidente (1975), pero no tuvieron el mismo éxito de su primera película. También en 1974 volvió a casarse, ahora con Larry Marchiano, de quien se divorció hasta 1996. A partir de entonces empieza la decadencia de la actriz ícono de la industria porno. 

Linda Lovelace

 

Paradójicamente, después de haber sido una de las actrices porno más importantes de los años setenta y de haber contribuido, de alguna manera, a la liberación sexual, Linda se declaró en contra de la pornografía, testificó sobre sus peligros ante el Congreso y diversas autoridades de Estados Unidos. Además, compartió numerosas veces sus vivencias en foros y publicó un nuevo libro llamado Out of Bondage (1986). Epstein y Friedman, quienes dirigieron Aullido (2010), con James Franco en el papel del poeta Allen Gingsberg, justamente quisieron capturar en Lovelace los múltiples claroscuros en la vida de la famosa actriz.

Linda Lovelace

Epstein y Friedman, ganadores del Oscar en 1984 con el documental The times of Harvey Milk y luego de otro por Common Threats: Stories from the Quilt (1989), de un Emmy por The Celluloid closet (1995) y del Premio del Jurado de Sundance por Artículo 175 (2000) sobre la represión nazi a los homosexuales, vieron en la contradictoria vida de Linda Lovelace una interesante historia para llevar a la pantalla grande, en la que también actúan Sharon Stone, James Franco y Adam Brody.

El 3 de abril de 2002, Linda sufrió un segundo accidente automovilístico, pero esta vez no se recuperó de las heridas, tras estar varios días en coma falleció el 22 de abril a los 53 años.

La Saga
 

 

En 2021 se estrenó Lovalace, codirigida por Jeffrey Friedman y Rob Epstein y protagonizada por Amanda Seyfried. "Es una historia fascinante", declaró la actriz, conocida por su participación en ¡Mamma Mia! y Los miserables. "No conocía nada de Linda Lovelace cuando me ofrecieron hacer la película, y creo que la mayoría de la gente sólo la conoce como estrella porno, pero ella fue mucho más", agregó Seyfried, que comparte pantalla con una inesperada Sharon Stone en el papel de su estricta y tradicional madre.

 

Lovelace es un drama sobre la vida tras la pantalla, sobre las violaciones, la prostitución y las vejaciones sistemáticas que le infligió su marido. Lovelace logró poner fin a su matrimonio y salió de la industria del porno, tras lo cual se convirtió en una abanderada contra los malos tratos y contra industria pornográfica.

"Es una película feminista", defendió el codirector Epstein. "A lo largo de la historia Linda consigue encontar su voz, su persona", concluyó Epstein, antes de advertir que, pese a las apariencias, el suyo no es un filme "sobre sexo".