Llevan la samba en las venas. Su visita a las oficinas de Forbes Ecuador estuvo matizada con alegría, risas y un sinnúmero de fotografías. El diseñador de zapatos Jorge Bischoff no paró de sonreír, al igual que el equipo que lo acompañó, entre ellos Brun Schleder, quien está al frente de la licencia en el país, y Henrique Galhego en el área comercial. Bischoff empezó la conversación explicando que el poder adquisitivo, los patrones de consumo y los importantes socios que encontró en el país fueron los determinantes para la inauguración de una segunda tienda en menos en Ecuador, esta vez en Cumbayá, Quito, con una inversión de US$ 100.000. 

"Estamos muy contentos con los números del mercado ecuatoriano. Estamos con una expectativa muy grande de crecimiento. Es un punto muy estratégico, tanto que, como anécdota, después de que abrimos la primera tienda en Quito, dos personas, al verla, nos han mostrado su interés por llevar la marca a Miami y a Turquía". 

Para este año, el cronograma previsto es la apertura de otra tienda en Guayaquil, con seguridad en un centro comercial, y otra más, en Ibarra o Manta, que se decidirá en las próximas semanas. "Nuestra meta es abrir al menos dos tiendas por año en el país". 

Respecto a la percepción de inseguridad que ha aumentado en el territorio nacional y que pudiera ser un obstáculo para la inversión, el brasileño es muy claro: "Es la misma que vivimos en Brasil (risas). Si vamos a esperar a que tengamos gobiernos organizados, que nos cuiden, vamos a tener que esperar mucho. Y no podemos esperar. El mundo no puede parar, las economías no pueden parar. Como líderes debemos trazar nuestros objetivos. En Brasil, durante años hemos tenido problemas y seguimos creciendo. Producimos más de 2 millones de ítems (calzado, carteras y accesorios). Así que no vamos a detenernos por esto, vamos a seguir caminando de frente". 

¿Por qué comprar zapatos Jorge Bischoff? "Por mí", dice entre risas. Y explica que él es la esencia de la marca. "Soy un zapatero, con mucho orgullo. Crecí desde muy joven en la industria del calzado. Creé un estilo propio, una propuesta de calzado, carteras y accesorios única. Quién diría que este 'alemansinho', del interior de Rio Grande del Sur, con un nombre difícil de pronunciar, lanzaría este proyecto. Montamos la primera tienda maravillosa en el lugar más bonito de Porto Alegre. Nuestros zapatos son extremadamente elegantes y confortables, sin importar la altura del taco. Es un calzado con personalidad, donde lucen los metales, la pedrería, los colores con alma. Es un calzado lleno de vida. Más allá de vender exclusividad, ofrecemos emociones. Las mujeres no compran zapatos, compran emoción. Buscan resaltar su sensualidad, su autoestima y su poder". 

La compañía en sí mantiene 14 proveedores de distintas industrias que trabajan para la marca, lo que implica la colaboración de 3.500 personas indirectamente y otros 400 empleados directos en las tiendas. Respecto a Ecuador, suman 50 colaboradores. En cuanto al costo, los precios son los mismos que se manejan en Brasil, al igual que las colecciones. "El zapato brasileño es muy competitivo, bien elaborado. No le tiene nada que envidiar a las grandes marcas". (I)