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En los espacios de innovaciones acústicas, el visitante pierde la noción del tiempo, se sumerge en un viaje gracias a equipos de audio y video de marcas como la canadiense Moon, la danesa Raidho, las estadounidenses Nordost y VPI. La iluminación, los aromas, los colores y las texturas son parte de un paseo donde los sentidos se agudizan y la mente pasa a modo tranquilidad.

11 Octubre de 2023 12.11

Un tour sensorial, centro de experiencias, maridaje hecho con música, un espacio 100% automatizado y ultramoderno. Resulta complicado encasillar lo que vive y siente el visitante de Innovaciones Acústicas, un negocio ubicado en Cumbayá y pensado en esas personas que desean crear en su hogar —o ya han creado— un lugar para disfrutar de la música con un ambiente personal, íntimo, cómodo y único.

El creador de esta experiencia es Bryan Moyano, un apasionado por ciertos lujos que descubrió el gusto por escuchar música en equipos de alta gama en su niñez, con su abuelo materno, en Nueva York. Moyano, que no es músico ni diseñador, pero que colecciona relojes de muñeca, sabe mucho de tocadiscos, parlantes, pantallas, mobiliario y decoración. Se reconoce como un pequeño maníaco del orden. Eso se nota cuando se convierte en un guía que lleva a sus clientes por más de 20 espacios que él mismo pensó y convirtió en realidad. Todo está en un orden simétrico y ningún equipo ni mueble están fuera de lugar.

El tour por todos los espacios (cerca de 500 metros cuadrados repartidos entre el local, varias salas, una suite y un dúplex) puede durar, sin exagerar, hasta cuatro horas. La primera sala del recorrido impacta con tres sillones rojos similares a los de primera clase de un vuelo intercontinental; cada uno tiene su portavasos y quien allí se sienta queda frente a frente con un sistema de audio y video que asombra. Un amplificador debajo de la pantalla y los parlantes colocados a los extremos más una alfombra gris son el marco para la primera muestra de lo que es Innovaciones Acústicas.

"Esta sala permite que la gente que llega se identifique con nosotros y se sienta en un lugar acogedor", dice Moyano, mientras explica como un profesor los detalles de los parlantes, la calidad del sonido y la resolución de las imágenes. En nuestra visita pudimos apreciar una parte de los efectos de sonido de Oblivion, la película futurista con Tom Cruise (cuándo no) como protagonista.

Una segunda sala está detrás de una puerta deslizable. Es más pequeña, mide unos 20 metros cuadrados, sus paredes son blancas y están decoradas con LP convertidos en relojes; una silla blanca de diseñador se asienta sobre una alfombra azul afelpada; los amplificadores y parlantes —en torre y en el cielo raso— seducen al 'turista' que va sintiendo cómo lo envuelve la música que se programa desde un iPad o un teléfono móvil. El paseo recién empieza.

A continuación, pasamos brevemente por un baño social donde la magia del audio continúa con parlantes empotrados y una luz cálida que impacta en la pared con un tapiz que simula sigses de la serranía. El aroma a vainilla, sutil y relajante, está y estará presente durante el paseo, como un dulce fantasma melómano.

Luego ingresamos a la que Moyano llama la sala invisible, una de las más acogedoras del tour. Allí la vista se distrae en tres espejos de pared, un sofá celeste, un mueble de madera tallada, un aparador con figuras de llamas y gnomos. Los tonos pasteles en suelo y paredes complementan la decoración. Y no falta el audio de ultra alta gama que sale de los parlantes fijos de las paredes.

En Innovaciones Acústicas, el 99 % de clientes es hombre, indica Moyano, pero también aclara que cada vez las esposas participan más en la decisión de compras. Estos amantes del buen sonido tienen de 50 años para arriba, aunque por allí aparecen algunos cuarentones. "Eso sí, todos son empresarios, ejecutivos, dueños de empresas y ningún político. Es un asunto de buen gusto, de tener un producto culto y de armar un espacio para disfrutar de la música en un espacio personal, íntimo, cómodo. No es asunto de ir exhibiendo los equipos, sino de un disfrute único", dice el anfitrión.

El recorrido continúa por el rooftop del centro comercial donde están las oficinas y las salas de experiencia de esta empresa que nació en 2010. Desde allí se aprecia el crecimiento urbano de Cumbayá y Tumbaco; también se puede disfrutar del atardecer con una luna creciente. Esta sala a la intemperie está equipada con parlantes Moon, diseñados para soportar el clima canadiense, así que el calor y el frío de nuestra sierra no es ningún problema. Una copa de vino y una buena charla permiten disfrutar del sonido envolvente.

De regreso al edificio, la siguiente parada es una suite de 108 metros cuadrados, con una puerta secreta que lleva a un dormitorio con decoración minimalista y tonos claros. La pantalla en la pared y los bajos en el piso se complementan con seis focos cálidos en línea, justo encima del clóset. Recién instalado, el sistema de sonido suena fuerte y Moyano aclara que, al igual que el motor de un vehículo, los parlantes también necesitan un número de horas para estar totalmente afinados y nítidos.

De regreso a la sala de la suite, nos encontramos con varias joyas: una de ellas es la Lobster Chair, plantada justo al frente de un amplificador, un tocadiscos, un reproductor de CD y dos torres de audio. Al costado está un balcón, con una lámpara de diseñador, dos sillones, una mesa de centro y un muro de musgo. Cada espacio es un pequeño lujo en la suite a la que Moyano decoró con su equipo de trabajo y que sirve como vitrina viviente de los equipos que importa Innovaciones Acústicas, de ferias como la de Múnich, a donde viaja desde 2017.

¿Y cuánto se necesita para equipar una sala, la cocina de la casa, un estudio? Moyano dice que a partir de US$ 2.000 una persona puede armar un espacio bastante apropiado en su departamento o casa. Ahora, si el gusto por la música es intenso y el presupuesto es alto, se pueden conseguir amplificadores, tocadiscos, torres y otros juguetes de cinco cifras en adelante. "Muchas veces los clientes llegan cuando están por comprar una casa o antes de construirla. La idea es que en el diseño se incluyan los espacios para los sistemas de audio y video".

El tour para los sentidos se complementa en el dúplex, donde Moyano vive y recibe a sus amigos y clientes para escuchar jazz, rock clásico, ópera… Es 'la matrix' de Innovaciones Acústicas, a la que se ingresa por un pasillo de espejos negros decorado con una lámpara italiana de rojo sangre. En el departamento las luces se controlan desde un tablero táctil. El cielo raso del departamento es de roble americano y las lámparas llegaron desde Europa. Los parlantes de la sala tienen nogal italiano y las bocinas fueron hechas a mano en Dinamarca. La baldosa del baño principal fue colocada con la técnica bookmatch y en el jacuzzi se despliega una pantalla, mientras la ventana principal se difumina para contar con absoluta privacidad. La ducha tiene dos parlantes y el walking clóset se ilumina según las puertas o cajones que se abran.

Este departamento dúplex de 160 metros cuadrados cuesta lo mismo que uno ubicado en el corazón de Cumbayá, pero al ser una vitrina que muestra equipos de video y audio de ultra alta gama está valorado en alrededor del millón de dólares. Eso sí, muchos de los equipos rotan cuando se concreta una venta. "Hace un par de semanas —cuenta Moncayo— una señora extranjera, de unos 70 años, vino y compró un amplificador y dos torres de audio para su casa en cerca de US$ 100.000". Termina con la anécdota y Moyano reproduce una versión de "La Llorona"; los presentes cerramos los ojos y sentimos cómo se tensan las cuerdas y la madera de la guitarra.

Por un momento imaginamos al guitarrista sentado en uno de los sillones del dúplex. Moncayo hace una pausa en este tour y recuerda que este 'oficio' nació cuando compró en Estados Unidos equipos de sonido para el departamento que habitaba en el Quito Tenis. Un 'tarjetazo' de US$ 4.000 fue la base de todo lo que ha hecho en más de una década. En ese entonces llevaba a amigos y conocidos para escuchar música y fue creando lo que él llama una cultura 'audiófila', "pensada en los amantes de la calidad del sonido".

En cuanto a los géneros musicales que prefiere escuchar, dice que se inclina por el jazz, aunque al final del día escucha de todo.

La visita va terminando con una segunda copa de vino y se extiende unos minutos más en una conversación sobre motos y autos, las otras pasiones de Moyano. Han pasado casi cuatro horas, la noche cayó sobre Cumbayá y el tour sensorial termina con los sentidos al límite. (I)

*El artículo original fue publicado en la edición impresa No. 12 de junio de 2023*

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