Aakash Doshi, jefe de investigación de materias primas en Citi, pronosticó que el precio del oro podría dispararse un 50% hasta los US$ 3.000 por onza en los próximos 12 o 18 meses.
Entre los motivos se destacarían un fuerte aumento de las compras de oro por parte de los bancos centrales, una posible estanflación o bien una profunda recesión global.
“El camino comodín más probable hacia los US$ 3.000 la onza de oro es una rápida aceleración de una tendencia existente pero de lento avance: la desdolarización en los bancos centrales de los mercados emergentes, que a su vez conduce a una crisis de confianza en el dólar estadounidense”, explicó el especialista en una nota publicada para sus clientes.
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En consecuencia, los bancos centrales podrían duplicar las compras de oro, desafiando al consumo de joyería como el mayor impulsor de la demanda. Dentro de este grupo, los organismos de China y Rusia son los claros líderes, seguidos por India, Turquía y Brasil.
De hecho, durante dos años consecutivos, los bancos adquirieron más de 1.000 toneladas netas de la materia prima, según el Consejo Mundial del Oro. Para Doshi, “si esto vuelve a duplicarse muy rápidamente a 2.000 toneladas, sería realmente muy optimista para el oro”.
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Por otra parte, una “profunda recesión global” podría llevar al oro al objetivo de los US$ 3.000 por onza debido a que incitaría a la Reserva Federal de los Estados Unidos a recortar las tasas rápidamente.
"Eso significa que los frenos se cortarían, no al 3%, sino al 1% o menos; eso nos llevará a US$ 3.000”, dijo Doshi, señalando que se trata de un escenario de baja probabilidad.