Cómo McLaren escapó del "abismo económico" y creó el modelo de negocios que toda la Fórmula 1 quiere replicar
Con un enfoque centrado en atraer marcas fuera del podio, Zak Brown transformó una escudería en crisis en una máquina de facturar millones, revirtió las pérdidas, sumó gigantes como Google y Mastercard, y devolvió a McLaren a lo más alto de la F1.

Cuando los pilotos de McLaren, Lando Norris y Oscar Piastri, cruzaron la meta en tercer y cuarto lugar en el Gran Premio de Singapur en octubre, la pelea por el campeonato de constructores de Fórmula 1 ya estaba resuelta. Por segunda temporada consecutiva, McLaren se quedó con el máximo título de la categoría, y eso dejó a Zak Brown frente a una decisión clave: cómo celebrarlo como corresponde.

Para Zak Brown, director ejecutivo de McLaren Racing, de 54 años, no hubo mucho que pensar sobre con quién compartir ese logro.

"Con tu equipo de carreras, y no solo el equipo del circuito, sino todo el equipo, que cuenta con 1.400 personas en McLaren", dice Brown, consciente de que la última dinastía de McLaren llegó después de una larga sequía de títulos que duró 26 años. "Así que son tiempos muy emocionantes".

Con tres Grandes Premios por delante en la temporada de F1 —el primero este fin de semana en Las Vegas, luego en Qatar y Abu Dhabi— McLaren todavía podría sumar más trofeos. Lando Norris está en la mejor posición para quedarse con el campeonato de pilotos, un logro que ningún piloto de la escudería consiguió desde que Lewis Hamilton lo hiciera en 2008. Su rival más cercano en la tabla es su compañero de equipo, Oscar Piastri, que está a 24 puntos.

Sin embargo, tan importante como cualquier trofeo es lo que McLaren consiguió fuera de la pista. En 2019, Forbes valoró al equipo en US$ 620 millones, con ingresos de US$ 165 millones durante el año anterior. Aunque solo tres escuderías tenían un valor más alto, McLaren era, por lejos, la menos rentable de la categoría: cerró 2018 con pérdidas operativas (beneficio antes de intereses e impuestos) de US$ 137 millones.

Seis años después, Forbes estima que el equipo de Fórmula 1 de McLaren vale casi siete veces más, con una valuación que llega a los US$ 4.400 millones. Además, ocupa el tercer lugar en la parrilla, luego de que sus ingresos alcanzaran los US$ 614 millones en 2024. El beneficio operativo también dio un giro notable: trepó hasta los US$ 61 millones, en el marco de una nueva etapa de control financiero tras la implementación del límite de gastos en 2021, una medida que puso tope al desembolso en áreas vinculadas a la investigación y construcción de autos de carrera.

En el centro de la transformación de McLaren está Zak Brown, un ex ejecutivo de marketing que asumió la conducción del equipo en 2018. Su mirada comercial, que rompe con la vieja idea de que ganar es la mejor forma de atraer patrocinadores en la Fórmula 1, le permitió a la escudería competir de igual a igual con el ritmo financiero de gigantes como Ferrari y Mercedes. Forbes estima que entre el 70% y el 75% de los ingresos de McLaren proviene de sus operaciones comerciales —es decir, no de premios ni de lo que reparte la liga por derechos de transmisión y patrocinio de carreras—. La mayor parte de ese dinero llega a través de una red de alianzas que Brown consolidó con marcas como Google, OKX, Cisco, Dell, Hilton y Lego.

"Zak le dio un giro al modelo y dijo: 'Vamos a ser muy visibles, conseguir patrocinadores y tratarlos de maravilla, y usaremos ese dinero para reinvertir en ingeniería y personal, y ganaremos carreras'", dice Ricky Paugh, fundador y socio gerente de 1440Sports, una consultora especializada en patrocinio de automovilismo y golf que trabajó con McLaren. "Ha creado un círculo virtuoso que funciona a la perfección, y la gente solo intenta alcanzarlo en ingeniería, pero eso es imposible".

Y Brown no deja de redoblar la apuesta. En agosto, McLaren anunció que Mastercard será el patrocinador principal del equipo de Fórmula 1 a partir del año que viene. Ese lugar había quedado vacante desde que Vodafone rompió su vínculo con la escudería tras la temporada 2013. El acuerdo, que según trascendió se extenderá hasta mediados de la década de 2030 y aportará cerca de US$ 100 millones por año, es "la mayor alianza que McLaren haya concretado jamás", afirma Brown.

Si McLaren sostiene su racha ganadora, tendrá muchas otras chances de hacer crecer su negocio. Pero en la Fórmula 1, donde la diferencia entre el éxito y el fracaso puede ser de una décima de segundo, Brown no da nada por hecho.

"No se trata de si ganaremos el campeonato en algún momento, sino de cuándo, así que debemos mantener los pies en la tierra", afirma. "Solemos presentarnos como uno de los tres mejores equipos, y si podemos superar las expectativas, fantástico. Pero no nos pongamos en una situación donde eso se convierta en la norma".

Oscar Piastri y Lando Norris (Foto por Mark Sutton - Formula 1 via Getty Images)

Cuesta reprocharle a Brown su cautela. Un año después de incorporarse a la empresa matriz de la división de carreras —hoy conocida como McLaren Group, que también fabrica autos deportivos a través de su filial McLaren Automotive— como director ejecutivo en 2016, el equipo de Fórmula 1 terminó noveno en el campeonato de constructores por segunda vez en tres temporadas. El ánimo estaba por el piso en la fábrica, los fanáticos estaban frustrados y la situación comercial tampoco ayudaba. Brown recuerda que la colaboración entre áreas dentro de la organización era históricamente baja cuando asumió como director ejecutivo de McLaren Racing en 2018.

Sin embargo, tenía la preparación necesaria para cambiar esa realidad. Durante 20 años, Brown dirigió Just Marketing International, una agencia que fundó en 1995 y que gestionó acuerdos para sumar marcas como Subway, Crown Royal, LG y UBS a la NASCAR y la Fórmula 1. En 2013, Chime Communications compró JMI por US$ 76 millones. Cuando Brown se incorporó a McLaren, puso el foco en ampliar el patrocinio del equipo.

"Por mi nivel de experiencia, desde luego no estaba preparado para incorporarme al departamento de aerodinámica y empezar a hacer recomendaciones sobre cómo mejorar", afirma Brown, californiano de nacimiento, que inició su carrera en el automovilismo como piloto en categorías menores. "Si pudiera conseguir socios corporativos de primer nivel, podríamos invertir en nuestro personal, nuestra infraestructura y nuestro equipo, y así impulsar el proyecto".

Para ser justos, McLaren no partía exactamente de cero. Es el segundo equipo más antiguo de la Fórmula 1, detrás de Ferrari. En 1963, el piloto, ingeniero y ejecutivo Bruce McLaren fundó la escudería, que debutó en la categoría tres años más tarde e introdujo avances como el primer chasis de fibra de carbono. También fue pionera en el uso de tomas de aire para mejorar la aerodinámica. Entre 1974 y 1998, el equipo ganó ocho campeonatos de constructores en la F1. Bajo el nombre de McLaren Racing, la organización también tuvo un papel destacado en otras competencias del automovilismo. Hasta hoy, es el único equipo que ganó la "Triple Corona del Automovilismo", que incluye las 500 Millas de Indianápolis, las 24 Horas de Le Mans y el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1.

Pero a medida que McLaren fue perdiendo posiciones en la clasificación de la Fórmula 1 durante la década de 2010, la marca necesitaba una renovación profunda, según la directora de marketing, Louise McEwen. Después de que Liberty Media Corporation comprara la Fórmula 1 por US$ 4700 millones en efectivo y acciones en 2017, e iniciara una serie de cambios para revitalizar la categoría, McLaren estudió a su base de seguidores y rediseñó su identidad. Volvió a adoptar el color naranja "papaya", un clásico de la escudería que se usó por primera vez en 1968 y que había quedado de lado en los años 70.

McLaren también sumó patrocinadores a lo largo de los años gracias a sus equipos en otras categorías, como IndyCar y la Fórmula E, totalmente eléctrica.

"Pudimos ofrecer a los socios que se incorporaban al deporte algo que quizás otros no podían en ese momento, porque estábamos mirando a todos lados en lugar de centrarnos únicamente en el factor ganador", dice McEwen. "Así que creo que teníamos muchas otras herramientas, no solo centrarnos en la pista, y eso resultó atractivo para algunos de nuestros socios".

McLaren empezó a recuperar terreno en la clasificación de la Fórmula 1, pero la pandemia de Covid-19 casi frenó en seco ese avance. Para evitar la insolvencia, la organización obtuvo un préstamo clave del Banco de Baréin por unos US$ 185 millones. Más tarde, encontró una salida más sostenible al vender una participación minoritaria a MSP Sports Capital por US$ 750 millones en diciembre de 2020.

Con Brown al frente, y tras la introducción en 2021 del límite de costos en la Fórmula 1 que facilitó el camino hacia la rentabilidad, McLaren logró que esa inversión valiera con creces. Hace dos meses, MSP revendió su participación a los dueños del Grupo McLaren —el fondo soberano de Baréin, Mumtalakat Holding Company, y el fondo de inversión de Abu Dhabi, CYVN Holdings— en una operación que valoró la división deportiva en £ 3.400 millones (unos US$ 4.500 millones), cerca de seis veces el monto que había pagado MSP.

Lando Norris y Oscar Piastri (Foto de Andrea Diodatonurphoto via Getty Images)

El grupo liderado por Brown tampoco muestra señales de frenar. Antes del arranque de la temporada 2025, el equipo de Fórmula 1 firmó acuerdos con Okta y Allwyn, y renovó alianzas con Alteryx, Medallia, Salesforce, Smartsheet y Stanley Black & Decker.

El buen rendimiento de McLaren en las pistas también impulsó la visibilidad de los logotipos en sus autos. Según la empresa de análisis de patrocinios Blinkfire, McLaren generó unos US$ 210 millones en valor publicitario para sus socios solo a través de su presencia en redes sociales durante los últimos doce meses. Esto representó un aumento interanual del 8 % y la segunda cifra más alta en la Fórmula 1, detrás de Ferrari, que registró una caída cercana al 14 % en el mismo período. Además, McLaren se ubicó segundo en cantidad total de interacciones en sus publicaciones.

De todas formas, Brown y su equipo tendrán que enfrentar varios desafíos. El nuevo reglamento técnico de la Fórmula 1, que entrará en vigencia el año próximo y exigirá autos más chicos y livianos, podría poner en riesgo el rendimiento de McLaren en la pista. A eso se suma el tiempo limitado que los pilotos pueden destinar a promocionar marcas, y el espacio publicitario disponible dentro de la escudería. Una alternativa para compensar esas limitaciones sería participar en otras categorías del automovilismo, una estrategia que Brown ya tiene en mente. Planea desembarcar en el Campeonato Mundial de Resistencia en 2027, tras la salida de McLaren de la Fórmula E este año.

De todos modos, Brown apunta alto. Asegura que McLaren podría, en algún momento, alcanzar los US$ 1.000 millones en ingresos. Hasta ahora, según las valoraciones más recientes de Forbes, solo dos equipos deportivos en el mundo lograron superar ese umbral: los Dallas Cowboys de la NFL y el Real Madrid de La Liga.

"No sucederá mañana", dice Brown. "Pero es un buen objetivo al que aspirar".

 

Con información de Forbes US.