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Donald Trump y su amistad con los Ellison: la relación entre multimillonarios juega un rol clave en la batalla por Warner Bros

Siladitya Ray Colaborador

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Trump quedó en el centro de una pulseada millonaria: recibió en la Casa Blanca al jefe de Netflix, pero tiene vínculos personales con los Ellison, que lideran la oferta rival. Su decisión puede alterar el negocio del streaming y el equilibrio entre medios y gobierno.

9 Diciembre de 2025 14.58

La pulseada por el control de Warner Bros. y HBO Max dejó de ser un conflicto corporativo y pasó a instalarse en el terreno político, con Donald Trump en el centro del tablero. La confirmación del presidente estadounidense acerca de su encuentro en la Oficina Oval con Ted Sarandos, codirector ejecutivo de Netflix, agitó un escenario donde los vínculos del mandatario con la familia Ellison, dueños de Paramount Skydance, adquieren un peso decisivo.

Trump admitió que la compra de Warner Bros. por parte de Netflix podría abrir un frente regulatorio sensible, ya que la cuota combinada de mercado del gigante del streaming y el estudio aceleraría las alertas por posible posición dominante. Afirmó que esa concentración "podría ser un problema", una frase que mostró que la Casa Blanca no dará un trámite automático a la autorización.

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Donald Trump empieza a jugar un papel clave en la compra de Warner Bros. Discovery.

La disputa se tensó cuando Paramount Skydance, en manos de David Ellison, lanzó una oferta hostil superior en US$100.000 millones, muy por encima de los US$82.700 millones del acuerdo presentado por Netflix. El dato no quedó aislado en Washington: los Ellison figuran entre los aliados políticos y financieros más influyentes del actual presidente, un vínculo que empuja a preguntarse cómo incidirá ese entramado en la definición.

Trump, Netflix y una advertencia que reconfiguró la pelea

El mandatario describió a Netflix como "una gran compañía" que hizo un "trabajo fenomenal", elogios que no evitaron la preocupación que expresó ante la magnitud del acuerdo. Frente a la prensa en los Kennedy Center Honors, Trump sostuvo que el proyecto "tendrá que pasar por un proceso y veremos qué sucede".

Cuando le consultaron si Netflix debía recibir autorización para comprar Warner Bros., respondió: "Tienen una participación de mercado muy grande, y cuando tengan a Warner Bros... esa participación aumentará mucho".

Larry Ellison, el dueño de Oracle
Larry Ellison y su familia figuran como dueños de Paramount

Dicho eso, remarcó que la decisión dependerá de la evaluación de "algunos economistas" y señaló que él participará del análisis.

La postura del presidente contrasta con la seguridad exhibida por Netflix. En una conferencia con analistas, Sarandos afirmó: "Tenemos plena confianza en el proceso regulatorio. Este acuerdo favorece al consumidor, a la innovación, a los trabajadores, a los creadores y al crecimiento".

Netflix pretende cerrar la operación en un plazo de 12 a 18 meses, aunque admite que depende de múltiples aprobaciones federales e internacionales. La empresa proyecta que la fusión fortalezca su capacidad para competir en un mercado donde ya contabiliza 301,63 millones de suscriptores, mientras HBO Max suma 128 millones.

El impacto potencial de esa escala activó alarmas en Hollywood: gremios de guionistas y directores reclamaron bloquear la fusión. Apuntaron a los riesgos para el empleo, las oportunidades creativas y la distribución de estrenos en salas. El director James Cameron calificó la operación como "un desastre" y Jane Fonda sostuvo que amenaza "Hollywood y la democracia".

Ted Sarandos Netflix
Ted Sarandos, directivo de Netflix, aseguró tener plena confianza en el proceso regulatorio

La defensa de Netflix contrasta con estos señalamientos. Sarandos ya declaró en el pasado que diseñar películas de manera exclusiva para la gran pantalla es un "concepto obsoleto", un punto que intensifica los temores del sector.

El factor Ellison: poder económico, influencia política y una oferta más alta

Mientras Netflix buscaba instalar la idea de previsibilidad regulatoria, Paramount Skydance decidió presionar al máximo. La compañía de los Ellison ofreció US$30 por acción de Warner Bros. Discovery, por encima de los US$27,75 pactados con Netflix. La propuesta se elevó a un total de US$108.400 millones, completamente en efectivo.

Ellison sostuvo en un comunicado: "Creemos que la Junta Directiva de WBD está siguiendo una propuesta inferior que expone a los accionistas a una combinación de efectivo y acciones, un valor comercial futuro incierto del negocio de cable lineal de Global Networks y un proceso de aprobación regulatoria desafiante".

Warner Bros. Discovery
Warner Bros. Discovery sería comprada por más de US$ 100.000 millones

La maniobra reveló el peso político de los Ellison. La familia destinó US$11.800 millones a la operación y contó con financiamiento de fondos soberanos de Arabia Saudita, Abu Dabi y Catar, que aportaron US$24.000 millones adicionales.

La inclusión de CNN (el  canal que durante años fue blanco constante de los ataques de Trump y que Netflix no compraría en su acuerdo) dentro del paquete de activos que controlaría Paramount desató alarmas en analistas, organizaciones de libertad de prensa y parte del establishment político, que lo interpretan como un riesgo de concentración mediática con impacto directo en la cobertura crítica del gobierno.

El fantasma de un "conglomerado trumpista" emergió entre ejecutivos de Hollywood y legisladores, en un momento donde la relación entre poder político y medios atraviesa su etapa más vulnerable en décadas.

Donald Trump
Trump calificó a los Ellison como "grandes tipos"

Además, el vínculo con los Ellison es público. Trump calificó a los Ellison como "grandes tipos" y "amigos". Además, la administración respaldó a Skydance cuando compró Paramount por US$8.400 millones, un proceso que avanzó tras numerosos cambios internos en la compañía destinados a armonizar la relación con Washington.

Esa etapa incluyó un pago de US$16 millones para resolver una demanda que Trump presentó por una entrevista de "60 Minutes". También se produjo la cancelación del programa de Stephen Colbert, crítico frecuente del presidente. Trump celebró la noticia y escribió: "Me encanta que Colbert haya sido despedido. Su talento era incluso menor que sus índices de audiencia".

Otro dato alimentó las sospechas: Paramount aprobó Rush Hour 4, una iniciativa que, según medios estadounidenses, surgió por pedido directo del presidente.

Todo esto tejió la percepción de que los Ellison se movieron dentro de un clima favorable en la Casa Blanca, donde la lectura política del negocio suele pesar tanto como el análisis económico.

david ellison skydance
David Ellison

La puja regulatoria que definirá el futuro del streaming...y el lugar de Trump

La disputa ya salió del terreno privado y se instaló en el centro de la política estadounidense. Sarandos y Greg Peters, codirectores de Netflix, aseguraron en la conferencia de UBS Global Media and Communications que se sienten "increíblemente felices" con el acuerdo con Warner Bros. y "superconfiados" de que lograrán completarlo. También restaron dramatismo al avance de Paramount y lo calificaron como un paso "totalmente esperado".

Paramount respondió que Warner Bros. nunca se involucró de manera seria con sus seis propuestas previas y que por eso decidió presentar la oferta directamente ante los accionistas.

La batalla regulatoria tomará impulso en las próximas semanas. Funcionarios federales ya recibieron a Ellison y a su equipo para discutir los alcances del proyecto. Trump confirmó que conversó con Sarandos sobre el tema en la Casa Blanca, pero insistió en que él tendrá voz en la decisión final.

El interrogante central es cómo influirá el presidente en ese proceso. Por un lado, expresó dudas sobre el tamaño de Netflix y el posible impacto en la competencia. Por otro, mantiene una relación privilegiada con el grupo que impulsa la oferta rival, un detalle que no pasó inadvertido en Washington.

Hollywood observa la escena con preocupación. Entiende que la definición no solo ordenará el mercado del streaming, sino que también delineará el vínculo entre poder político, medios y producción cultural.

Reed Hastings Fundador de Netflix
Reed Hastings, fundador de Netflix

La presencia de Jared Kushner agrega otra capa de complejidad. El yerno de Trump aportó capital a la oferta hostil a través de Affinity Partners, según documentos regulatorios presentados ante la SEC. Su rol fortaleció la lectura de que la Casa Blanca sigue de cerca cada movimiento y que la interna corporativa llegó al corazón del poder.

Mientras tanto, la figura de Larry Ellison, con un patrimonio estimado de US$272.700 millones, se proyecta como uno de los pilares económicos de la operación. Su peso financiero dentro de Oracle y su participación en Paramount Skydance ubican a la familia en una posición determinante para cualquier resolución.

El mercado del entretenimiento se enfrenta a un reordenamiento sin precedentes. La compra de Warner Bros. por parte de Netflix modificaría la estructura de competencia a escala global, mientras que el desembarco de Paramount consolidaría un conglomerado alineado políticamente con la Casa Blanca. Ambas opciones dibujan un escenario de consecuencias impredecibles para trabajadores, creadores, sindicatos y espectadores.

En este juego de intereses cruzados, Trump se convirtió en un actor clave. Su decisión tendrá impacto directo en el futuro de las acciones de las compañías involucradas, en el volumen del negocio del streaming y en la arquitectura mediática del país. La tensión entre su vínculo con los Ellison y su desconfianza pública hacia Netflix define una trama que ya domina el debate en Washington.

La industria, mientras tanto, sigue sin una respuesta para la pregunta que sobrevuela a todos los ejecutivos: ¿qué modelo prevalecerá cuando el presidente incline la balanza?.

 

Con información de Forbes US.

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